Exigimos amor,
cuando éste debe fluir
en la eternidad y en la libertad
que da garantías intangibles.
Nos apremiamos para llegar
cuando sabemos que todo aparece
cuando es el momento oportuno.
No hay gobierno para el deseo
y el cariño sinceros.
La libertad, siempre, constituye su base,
su razón de ser,
la gracia por la que los defendemos,
el sustento que no controlamos.
Por suerte, es así:
si pudiéramos controlar el amor
sería otro sentimiento.
Seguro.
Juan T.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Buenos días: tus poemas siempre tocan las emociones y es que son pura sensibilidad.
Es cierto, el amor es libre, más bien es libertad. Él nos elige. Nosotros no podemos elegir a quién amar, ni cuándo ni de qué modo. No atiende a razones. Como bien dices:
"Por suerte, es así:
si pudiéramos controlar el amor
sería otro sentimiento.
Seguro."
Mi enhorabuena y feliz día.
Besos.
Publicar un comentario