Nos animamos a razonar con una quietud que nos propone seguimientos periódicos, hechos a sí mismos. Nos daremos recuerdos, y seremos, y nos plantearemos retornos a lo que tuvo brillo.
Nos aseguramos seguir hasta el principio que será el final de un mundo que conocemos con amor. Nos recreamos en los buenos instantes de pasión, que nos envuelven con los pensamientos ideales.
Vayamos hacia el universo que nos reforma con serenas caricias hacia un mar de premisas singulares. Nos vamos diciendo todo.
Nos aclamamos con lo significativo, con lo que es. Nos presentimos en la vida oportuna. Nos hemos insertado en la sencillez. Calculamos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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