Soñemos con la vida. Demos con los números que nos permiten movernos con los mejores impulsos. Nos hemos generado todo lo creíble.
Nos llamamos la atención con unas cautelas que nos proponen ansias de libertad. Agrandemos el destino con fórmulas mágicas.
Nos debemos a los universos que empinan las gratitudes que son en las noches más sensacionales. Nos pegamos a la vida misma.
Todo va ocurriendo con una causa que será mientras agrupamos los códigos de la existencia, con los que nos embarcamos en los puntos estelares.
Imponemos criterios de libertad con los que progresar en los itinerarios que nos rodean con sus improntas estelares. Nos maravillamos con lo que tenemos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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