Rescatamos
algunas emociones
que creíamos perdidas,
y pensamos
en la vuelta
a esa causa
que haremos compartidamente
ganadora y nada fugaz.
Tenemos otra ocasión,
más que una oportunidad,
y la vamos a aprovechar
sin vacilación alguna.
Es la era de la felicidad
la que nos aguarda.
Seguro, mi amor.
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