Amemos por encima de todas las cosas y seamos consecuentes con cuanto tenemos. Los sueños están para cumplirlos. Hemos de modificar actitudes cuando no se concentren en torno a las de los colectivos en los cuales estamos inmersos y que nos encienden y nos desarrollan como personas de bien.
Agotemos las vías y las ocasiones con las que hemos de prodigarnos para ser dichosos. Gocemos de las mejores entregas. Supongamos las dichas con los tonos más queridos. Demos emotividad a cuanto nos recuerda que los elementos tienen opciones de una paz sencilla.
Hemos de volcarnos en situaciones de amor, de amistad, de concepciones solventes, procurando estar en esa etapa en la que el aprendizaje es posible desde la intención más hermosa, desde la visión y visibilidad del concierto. Consensuemos.
Apliquemos remedios que nos dirijan hacia resultados con los que seamos capaces de dar con las claves fundamentales y prolongadas en su continuidad en el tiempo. Demos pasos honestos con los que adelantar los fecundos resultados de otras etapas.
Apliquemos todas las medidas posibles a las causas que nos rodean con sus tentáculos problemáticos, que hemos de sobrellevar. No suscitemos polémicas inútiles y avancemos con los planes y programas más lindos. Todo es posible en este universo de bendiciones, si sabemos verlas y optimizarlas. El convencimiento viene de la buena comunicación.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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