martes, 5 de julio de 2011

Desde el optimismo

Te veo. Sí, creo que eres tú.

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Nos sentimos muy bien de estar tan cerca.

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Respondemos con cariño, que es como tiene que ser.

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Alentamos la vida con más vida.

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Hemos hablado con calma. Atendemos el corazón.

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Determinamos vernos. Eres estupenda. Todo me da un motivo cuando parte de ti.

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Hablaremos con detenimiento.

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Nos vamos a quedar en ese lado que nos da gusto. Hemos sido.

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Escuchamos la llamada de varios momentos, que confluyen.

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Aplaudimos los buenos afanes, que son puros destinos.

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La noche nos llega. Hemos acudido a las cumbres donde nos llaman los mejores fines.

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Tendremos que salir adelante sin importancias. Todo es pura relación de hechos.

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Nos colmamos de sentimientos. Nos necesitamos para esa dicha a la que tenemos derecho.

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Iremos a ver lo que no es.

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Tengamos esa paz que buscamos durante décadas. Tiene que ver con el buen amor.

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Nos hemos precisado con activas precisiones ante una traquilidad a la que tenemos derecho.

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Vayamos a verlo todo. No hemos hablado lo suficiente.

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Sigamos con esa tela que es juicio en la noche de los buenos tiempos.

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Hemos supuesto el sí. Nos tendremos que ver. Hagamos caso al cariño puro.

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Suena la vida en todas sus fases.

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Nos hemos mirado viendo lo que sucede. Nos tenemos para lo que sea menester.

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Sepamos lo que es. No somos, no damos con la salida, pero está ahí, y la veremos.

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Consolidemos la vida con una eterna amistad, que tenemos por delante.

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Nos hemos señalado con un vivo deseo.

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Nos regocijamos en la experiencia clave.

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Tendremos que ir a otro portal. Allí nos esperarán.

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Nos suponemos deseosos de amar.

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Nos tratamos de entender. Sea.

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No hemos dado con otras huellas que nos gustaron.

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Suponemos lo que es la vida.

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Las destrezas se demuestran andando.

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Nos hemos girado para ver. Imantamos lo valioso.

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El silencio nos devora con sus tanteos sin reposiciones.

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Iré a ver. Seré.

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No damos nada: nada es.

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Nos escuchamos con fragancias de infancia.

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Te diré siempre. La vida se escurre.

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Hemos hablado de sensaciones que nos adecúan.

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Ya nos vale. No neguemos lo evidente.

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Las separaciones hacen daño de principio a fin.

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No hemos dado con las palabras de siempre.

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Corriges con espinas.

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Te siento en la otra cara de una noche que nos devuelve a los primeros consejos.

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Nos regresamos con apatías que hemos de superar.

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Los escudos nos protegen y nos distancian.

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La suerte está en esa esquina por la que hemos de pasar.

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Hablemos de lo que sentimos.

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Las experiencias nos nublan los fines de siempre.

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Estamos bien, o eso pensamos.

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Las destrezas nos valen como son, aunque no sean tanto.

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Servimos otras cenas de antaño.

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Separemos cuanto es. Las diversiones nos han dado esos fines que son vueltas a empezar aprovechando la experiencia debida.

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Te cuento todo cuanto puede ser. Es.

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Lo de ayer es hoy.

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Nos implicamos para que todo vaya un poco mejor.

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Saldremos con buen pie de las experiencias que se mueven desde el optimismo.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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