Señalemos toda la existencia.
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Pongamos ese carisma que salva.
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Sanemos con otras señales de amor.
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Venzamos sin un pronóstico previo.
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Terminemos empezando.
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No hagamos caso al corazón herido.
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Tendamos la emoción. No seamos ingratos.
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Situemos la vida entre las existencias queridas.
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Hagamos del amor el todo.
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La existencia nos persigue. La dejamos correr.
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Juntemos las dichosas piezas con un entusiasmo aguerrido.
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Nos hemos impuesto un tanto de moral.
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Hagamos que triunfe el amor.
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Nos hemos de asomar entre las estrellas para ver las lunas queridas.
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Mudemos la piel. Las virtudes nos son.
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Hemos atemperado la existencia con marcos benditos.
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Te diré, siempre te diré.
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No hemos hablado de amor, pero estamos cerca.
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Hagamos que se entienda el tono.
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Tendremos que regresar. Lo haremos de mil amores.
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No tensemos la cuerda en exceso.
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Nos hemos visto entre amaneceres arreglados de aquella manera.
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Te diré lo que vale en este nuevo escenario.
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Hemos atemperado los deseos, que son nuestros, que configuran la verdad.
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Te he visto como eres. Las sonrisas nos valen.
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Tendremos que ser como somos para conformar lo que será realidad auténtica.
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No estaremos tan listos como parece, pero por ahí iremos.
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Nos gozaremos en otra cadena de causas.
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Te he visto soñar. Te aguardo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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