Nos hemos de tomar un tiempo de reflexión.
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Nos cuajamos de preferencias.
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No nos debemos distraer.
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Sepamos por dónde ir. Regresemos al puro deseo.
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No todo se ve.
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Recuerdo que somos.
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Nos perdemos cada día.
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Todos somos.
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La noria nos distrae.
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Nos hemos de consolidar con muchas pausas.
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Hablemos de lo que somos.
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Nos tomaremos ese beso que es descanso.
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Enjuiciamos la vida con toda esa parafernalia que nos complace.
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Sepamos que podemos adjuntar paciencias.
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Nos sabemos muy amigos. Lo somos, y lo seremos.
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No enrarezcamos el ambiente del amor.
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Nos subimos al barco de la memoria.
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Juzguemos los deseos con una voluntad férrea.
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Las piezas son únicas.
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Nos hemos estimado en los inicios. No pondremos finales.
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Los avisos amorosos nos hacen vivir especialmente la suavidad del deseo.
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Nos hablaremos cada día con todo tipo de opciones.
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Sepamos por dónde movernos para dar con las seguridades que nos dijeron todo.
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Nos hemos dejado aterrizar en el universo más estimulante.
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Nos adecuamos a la vida con más resortes amorosos.
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Nos hemos enamorado por esas palabras que sustentamos en hechos.
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Nos hemos fortalecido con las miradas de pura complicidad.
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Juguemos a vernos todos los días.
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Todos los días somos en la salubridad permanente.
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Nos gozamos con el sí más querido.
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Nos hemos mirado para amar.
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Nos afligimos pero superamos todo por lo mucho que nos amamos.
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Cultivemos los mejores pronósticos.
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No podemos quedarnos en la nada.
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Tengamos el mejor día posible.
J.T.
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