Crucemos la calle juntos,
que, juntos, los peligros
son menos,
se afrontan mejor,
y, además, así, podemos hablar
de lo que sentimos.
Procuremos la alegría
de compartir,
de salir voluntariamente
de la soledad
que las circunstancias adversas
nos procuran.
Intentemos la dicha sencilla,
la dicha tan solo,
la que pueda ser,
sin pretensiones largas.
Juan T.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario