con una cautela que gusta,
que es, que sube como la espuma
en busca de alegría.
Hallamos los motivos
más hermosos, los que son,
los que nos quedan en alguna parte
con una invitación particular.
No disimulemos
en los trayectos mágicos
que han de aventurar palabras
de amores ciertos, medidos,
reales, casi únicos.
Hablemos de cariños,
de voluntades, de poder ser...
Juan T.
1 comentario:
La vida está llena de "trayectos mágicos", como los de tu bellísimo poema, el problema es percibirlos y valorarlos como tales. No se debería concebir la vida como un camino único, sino como la suma de multitud de trayectos, dotados de la magia suficiente como para hacernos vivir la plenitud de la existencia.
Un beso.
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