Nos bañamos
con esos besos
que refrescan y encienden
la voluntad y la pasión.
Tomamos a dosis
ese aire embriagador
que justifica años de espera.
La fe ha movido
todas las montañas
que antes no dejaban
que viéramos el bosque
de un gran amor,
el que ahora nos pertenece.
La entrega es total.
Juan T.
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1 comentario:
"El bosque guarda
los amores nacidos
entre sus ramas."
(Ana María Gregorio)
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