Convenzamos
a las amistades que son
para que sigan
por ese camino que nos enseña
a vivir en paz,
desde la concordia
que prioriza
los arreglos en el decorado
de la pasión.
Imaginemos
que las posturas traviesas
son la imaginación al poder,
y hagamos que la fuerza
nos acompañe
ahora y siempre
con un lujo de detalles.
Seamos previsores,
pero sólo hasta cierto punto.
Las opciones diarias
se tiñen con amor.
Expandamos el ciclo
que nos justifica
día tras día, con sosiego,
haciendo realidad
lo que anhelamos,
los sueños más felices.
Convenzámonos:
deberíamos estar convencidos ya.
Juan T.
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