Uno se ve a veces con la mirada cansada (aunque alguien hable de ciertos brillos), pero afortunadamente aún sabemos contemplar lo que nos rodea. Hay despedidas que saben a ocurridas, y bienvenidas que siempre lo son, pase lo que pase. No perder la perspectiva es un regalo divino. Puede que lo hayan traído, precisamente hoy, los Reyes Magos. Seguimos adelante.
Suerte y Salud para todos/as.
Juan Tomás Frutos.
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