Volvemos
a esa vereda
en la que nos conocimos,
donde nos amamos
sin silencios ni tapujos.
Nos alegramos
la vida
en ese camino,
que ya nos pertenece.
Nos lo hemos ganado.
Regresamos:
todo en la existencia
es una vuelta
cuando nos promueve
el cariño real
con aportes de besos y caricias.
Vamos a más:
nos hemos conocido
con luces del Sol y de la Luna,
auténticas aliadas.
Pensemos en todo lo que podemos hacer:
hay locuras medidas
que nos procurarán
vida y más vida.
Ya ves que me atrevo.
¿Y tú?
Juan T.
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