Te miro
a los ojos,
y veo en ti,
como en mí,
el final de una época
que no sé
cómo existió.
Los porqués
se neutralizan
en aventuras silentes
que nos pueden,
que devoran
lo bueno y lo nefasto.
Platiquemos
sin palabras, con gestos
que pueden dar
con la noria
de la estima,
hoy callada,
hoy simplona por atajos
que no tomamos.
Los anillos
significan mucho
en el letargo del instante
que no prueba nada,
excepto que apenas permanece
algo de valor genuino
en un universo perdido.
Solo me quedan
los restos del naufragio.
J.T.
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