Nos hemos mirado bien

Reforcemos qué hacer.

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Sigamos la estela mágica.

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Resistamos para vernos entre mucha magia.

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Nos hemos de mirar viendo lo que sucede.

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No damos con todas las teclas.

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Nos herimos un tanto.

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Terminamos. Así es.

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Nos iniciamos. Así es.

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Tendemos puentes que nos sirven.

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Hemos duplicado algunos esfuerzos.

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Nos convencemos de lo que podemos hacer.

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Rescatamos la vida misma.

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No te digo, no te puedo decir.

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Nos asola la existencia con sus influjos maravillosos.

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Tendemos la ropa del deseo.

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Nos hemos vigilado hasta vernos.

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Trabajamos para ser y estar.

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Eres mi maravilla, más que eso.

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Nos aleccionamos con presentimientos.

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No damos con las voluntades de antes.

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No podremos esperar siempre.

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Divisamos clemencias claras.

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Juntamos algunas verdades. No quedan lagunas.

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Ya te diré si puede ser.

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Nos hemos convencido de esperar.

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No podremos esperar eternamente.

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Nos hemos comunicado planes de danzas especiales.

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Nos contextualizamos los planes más hermosos.

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Alumbramos la paciencia.

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Te podré ver otro día.

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Intuimos que estaremos en la otra cara.

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El baile es de los dos.

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Los puentes generan aficiones, y no olvidos.

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Nos prestamos todo tipo de querencias, que se multiplican.

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Nos miramos para tratar de entender lo que nos sucede.

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Nos avisamos de amores que son. No caben las distancias.

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Ya me dices que sí.

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Nos hemos asumido como amigos.

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Nos prestamos una ausencia que es vacío.

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No sé si iremos.

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Te he visto con reforzamientos periódicos.

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No damos con las salidas a algunos tonos.

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Me gustaría regresar.

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Nos hemos aliviado con danzas que son caricias.

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Complementemos. Las posturas son hoy avisos.

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Nos querremos con un sí que nos conducirá a la eternidad.

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Me miras, y puede que hasta te vea.

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Nos prestamos tiempos.

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No negaremos las evidencias.

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Saldremos para vernos.

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Las diversiones nos han olvidado en cajones que no abrimos. Se abrirán.

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Nos damos unas varitas que puede que resulten mágicas.

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Los ancestros nos recuerdan obligaciones.

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Me miras, y hasta te veo.

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Nos hemos sentado a la diestra más emocionada.

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Nos volvemos con demoras diáfanas.

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Tendré que decirte que me rescates de la soledad.

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Me haces caso con atenciones terribles.

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Nos agasajamos con esos pronósticos que complacen.

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Lo que fue entretenido vuelve.

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No me dejes al albur de circunstancias que no veo.

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Te detienes entre consejos que nos dejan palabras recias.

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Ya me ves, ya me cuentas, ya me pones en el sitio.

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Nos hablaremos con apatías y sintonías.

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No todo es como reluce.

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Me ofuscas por saturaciones y prisas. No necesitamos nada de eso.

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Vemos lo que puede ser distinto.

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Nos detenemos a tiempo. No todo es conocer.

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Las dependencias de lo que fuimos nos distancian de las soluciones.

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No lo vemos con ese talento de antes.

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Me ofreces estar. Nos aliviamos mucho.

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Me das buenos consejos.

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No te tendré. Las vidas son.

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Nos hemos quedado sin parte del equipaje.

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Nos implementamos con dosis de amores eternos.

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No damos con ese todo que nos aconseja.

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Ya te diré si sí, o si no...

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Nos subimos a esa noria de eternidades lustrosas.

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Escribo de amor y de deseo.

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Nos preocupa lo que hallamos.

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Nos ocupamos de valorarnos y estimarnos: nada más.

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No damos con los saltos que nos presentan agonías que no entendemos.

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Nos adiestramos en platos que no gustan.

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Nos prestamos tiempo, que tenemos.

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No sé si las raíces serán profundas.

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Nos saltaremos algunos pasos.

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Me vale cuanto me cuentas.

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Me dirás hacia dónde marchar.

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Estemos con emotividades. No saldremos sin ese instante de dicha.

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Nos escudamos en la soledad, en la impaciencia, en los huecos más emocionantes.

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Nos hemos mirado bien.

J.T.