Busquemos en las eternas consecuencias, en el aprendizaje, en los buenos deseos con palabras de amistad.
Tanteemos el destino para seguir hacia ese umbral que nos posibilitará una conquista suprema.
Hagamos que funcione el amor, que deseemos desde el sitio más lindo, con recuerdos superadores de las premisas que nos puedan detener o que sean obstáculos.
Hemos de tomar en consideración las opciones vitales hasta acercarnos hacia ese punto de flexibilidad manifiesta.
Curemos las heridas. No nos metamos en frustraciones que nos ralentizan o que hasta nos paran. Hay más opciones de las que vemos en los inicios de cada jornada. Lo deseable es exprimirlas y exponerlas donde sea menester.
Juremos con todo el cariño. Nos hemos de defender desde la amistad y la solidaridad más ciertas.
J.T.
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