Sencilla hermosura

Hay un nuevo ocaso, y una nueva vida.

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Me resisto, pero es así.

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Nos comunicamos sin vasos.

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Escuchamos que el mar nos aleja.

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Hoy todo es lo que parece, y, pareciendo, es.

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Nos complementamos sin saberlo.

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Escucho que te vas, y no quiero saberlo.

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Nos subimos a ese peldaño que nos supera.

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Temblamos, emocionados, por lo que ha de venir.

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Nos susurramos experiencias novedosas.

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Salgamos para vernos más y mejor. Consultemos.

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No queda la almohada.

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Nos importamos sin conocer la base por la que podríamos avanzar.

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Sepamos el no.

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En esta jornada podremos avanzar con toda clase de síes.

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Justifico el amor, que llega sin que lo sepamos bien.

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Me rodeas con esos brazos que me encantan tanto. Bueno, me encanta su calor, tú.

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Miro con el afán de verte.

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No esperaré por siempre.

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Los lamentos siguen su propio curso.

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Ya nos tendremos que dar un respiro nuevo.

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Todo tiene su tiempo.

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Los pedidos nos hacen seguir por la senda más hermosa.

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Hemos agrandado las preferencias.

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Te tendré para decir que sí, que vale, que podemos mucho más de lo que decimos.

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Me regalas la mejor fragancia.

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Eres ese aroma de libertad que necesito.

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Hoy te levantas: yo no me he acostado.

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Conformaremos las suficientes propiedades.

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Veamos con una cierta distracción.

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Me cobijas en un lado responsable.

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Te he dicho que podemos. No faltará el amor.

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Me brindas toda la pasión.

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Necesito que sigas ahí: aprendo.

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Nos embarcamos en respuestas que faltan a la discreción. No importa: debemos liberarnos con el puro amor.

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Nos gozamos en la noche de las infinitas cuestiones.

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Tengo que verte por siempre. La noche nos viene con un buen plan.

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Recalemos en las norias que vienen.

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Nos miramos para contemplar luces y formas.

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Nos hemos tomado todo lo en serio que podemos, pero precisamos más.

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Las raíces nos sujetan, a veces, demasiado.

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Nos debemos querer bien, sencillamente.

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Todo es como parece a veces...

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No debemos resistirnos a la vida.

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Saquemos ese partido que nos hace ganar perdiendo.

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Nos saboreamos entre ramas de olivo.

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Sé que no recuerdas, pero fue.

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El día comienza sin ruidos. Bueno es.

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Nos tumbamos para saber qué es el amor.

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Resuenan las campanas por nuestros hechos.

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Ya veremos cuando sea menester.

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Te diré que sí y que podemos.

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Nos hemos asombrado en las noches de pura eternidad.

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Supongamos lo que puede ser siendo las cosas como son.

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Nos hemos reído aunque no pudo ser.

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Hoy lo normal es lo atractivo.

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Nos queremos más, mucho más.

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Tengo que decirte que nos amamos, y, sobre todo, debemos demostrarlo.

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La noche nos gana, pero se va.

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Hoy no me importa el fracaso, pues viene acompañado de un mejor día.

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Las distracciones no ofenden.

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Las buenas causas llevan lentejas.

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Tomemos ese afán como referencia. Tú sabes cuál es.

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Nos rozamos con maravillas no supuestas.

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Hemos agarrado toda la vida que pudo ser y es eterna.

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Preferimos que las cosas marchen. Será así.

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No todo es perfección.

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Tengamos la fiesta con sus impresiones más fantásticas.

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Terminemos los puentes.

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Hoy hablamos de ser, de encuadrarnos en las mismas noches de eternidad.

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Cuajemos todo lo que es. Nos hemos tenido otra vez.

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Eres un lujo por repartir tanta amistad.

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No hemos llamado a la puerta adecuada, pero aún nos quedan opciones.

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Te he visto muy bien.

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Más nos queda: siempre hay más.

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Hoy ya no es un amor repentino.

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Nos hemos consolidado con esa grandeza que todo lo justifica.

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Los amores nos liberan de torpezas, tonterías y ataduras nimias.

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Nos tendremos que ver en otro cobijo.

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La hermosura es sencilla.

J.T.