Nos hemos de convencer de lo mejor, de las posibilidades que tenemos, que son todas, que son muchas, que son todas las que queramos poner encima de la mesa.
Hagamos caso a las entradas de información que nos deben reponer algunos enteros. Nos hemos de disponer al éxito siempre, aunque sea modesto, aunque no sea posible en ocasiones, pero, en todo caso, hemos de intentar salir adelante con lo poco, con lo mucho, con la nada.
Nuestra bandera ha de ser lo humano, de modo que toda actividad esté presidida por los más hermosos anhelos. Compartamos lo que sucede desde la óptica más positiva.
Emparejemos resultados con la ilusión de dar con excelentes personas que todos los días nos pueden enseñar con sus palabras, con sus hechos, con las intenciones más estimulantes. Hagamos que la razón no fracase, pero siempre atendiendo las visiones y las posibilidades del corazón.
Apostemos por las benditas señales que nos deben hacer amigos. Nos hemos de querer sin ponernos obligaciones. Las existencias se basan en la libertad. Las buenas noticias, sus mejores perfiles, aun con dotes de ese realismo que pesa, que no siempre es tan óptimo como nos gustaría, las buenas nuevas, decimos, sabemos, son una base importante para que los resultados sean los apetecibles, esos que fortalecen a la sociedad.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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