Aprendemos esa lección
que nos dice
que el amor,
como la salud,
es esa gracia extraordinaria
que hemos de cuidar
con descanso.
Conocemos bien
lo que somos, lo que soñamos,
lo que pretendemos
a lo largo de mil vidas en una,
y sabemos perfectamente
lo que nos brinda la dicha
y lo que no es oportuno.
Si lo sabemos, que lo sabemos,
pongamos en práctica
esa jovial experiencia de campo.
Juan T.
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