Nos divertimos
en ese noble momento
que es la entrega amiga.
Aprendemos el uno del otro
con la ilusión puesta
en el mañana compartido.
Somos sin destreza,
intentando aprender
de todo cuanto ocurre,
que es mucho y bueno.
Nos alegramos,
y eso ya es un comienzo,
uno casi perfecto.
Juan T.
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