Superemos los miedos.
El amor no hace daño,
incluso cuando lo hace.
Nos enseña,
aunque nos demos cuenta
muy al final,
que sólo se vive una vez,
si se vive.
No tengamos pavor
a la nada, al destino incierto,
a la gravedad del fracaso.
La vida es eso,
y eso, si queremos vivir,
hemos de aprender,
sin miedo, claro.
Juan T.
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