Prioridades comunicativas

Venzamos los temores a comunicar. Siempre será, incluso en el peor de los casos, un proceso que nos aporte más que nos quite.

Hemos de procurar progresar cada jornada desde la tesitura del cariño blando, prometedor, bondadoso. Hagamos que funcionen los hogares con un despertar constante.

Prometámonos a nosotros mismos que podemos, y cumplamos con nuestros egos en los planteamientos que nos vayan llegando. Nos hemos de acercar para solventar los problemas de visión.

Mostremos los resultados como parte sustancial para incrementar los rendimientos en lo cualitativo y en lo cuantitativo. Nos hemos de referir a lo más querido con versiones que limen las asperezas.

Guardemos los partidos que otros jugaron para valorarlos en esas oportunidades en las que hagamos nuestras propias valoraciones. Terciemos para dar con las solvencias que comunican.

Las cautelas estarán bien, pero no han de ser las premisas únicas. Toquemos en esos lares en los que construir sea una de las prioridades comunicativas. No paremos cuando advirtamos una carga de opciones vitales.

Juan TOMÁS FRUTOS.