Rastreemos en el corazón y veamos lo que nos sana diariamente. No pongamos freno a las razones más lindas. Pongamos causas lúcidas para seguir y salir adelante.
Nos hemos de proponer entre reacciones con sorpresas alegres. Pidamos voluntades no sesgadas, y sigamos las pistas que nos propician emociones con las que desgranar las opciones con las que podemos avanzar un día y otro.
Pensemos en propuestas que nos dirijan hacia las señales más hermosas. Nos hemos de mostrar en y con tonos magistrales con los que aprender de los que nos pueden enseñar a vivir en concordia y conociendo lo mejor de todos los que nos rodean.
Resolvamos los asuntos que nos parecen fundamentales y que nos deben ayudar a mejorar en los tránsitos diarios. Nos hemos de comprometer con reforzamientos de prestaciones y de presencias con las que discurrir hacia ese tono que nos complace. Nos debemos contribuciones de amistad y de ideas de unión. No debemos fallar en los aspectos de entrega al prójimo.
Acerquemos posturas en todo momento, y no dejemos que lo efímero nos pueda con sus atractivas posibilidades. Miremos el medio o largo plazo. No seamos en las iniciativas únicamente financieras o económicas. Pensemos en ese futuro que sólo lo es cuando es compartido. Así lo hemos de comunicar.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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1 comentario:
Es digno de compartir lo que propones.
Un saludo.
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