Coloquemos
los buenos deseos
en el comienzo de cada día,
incluso en esos momentos
de calladas y silencios,
de fragmentaciones y estropicios,
de comienzos perennes,
y, por ende, duros.
...
Soplemos
las velas mágicas
que nos transportan
en sueños dulces
hacia esa infancia
que nunca debemos abandonar.
No nos separemos
de los seres queridos,
estén donde estén.
...
Hoy eres una promesa
más que cumplida,
y me alegro de tu sí.
Lo necesitaba ya.
J.T.
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3 comentarios:
¿Puedo?
Of course!
ok :)
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