Gestionemos el amor de manera natural. No planteemos recorridos.
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Nos sentimos en plenitud de esperanzas.
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Nos insistimos con recuerdos nuevos.
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Nos preguntamos, siempre nos preguntamos.
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Nos avisamos de cuanto fue.
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Nos hacemos la mejor pregunta.
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Nos hemos de situar en el sitio adecuado.
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Planteemos nuevas preguntas.
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Nos hacemos caso. Los bosques nos envuelven con sus oxígenos salvadores.
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Hemos marcado algunos deseos.
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Llegaremos con apuestas caricias.
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Eres mi par.
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Nos hemos entusiasmado sin excesos, y por eso seguimos.
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Hemos subrayado lo que podemos hacer, que es mucho y bueno.
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Nos hemos dirigido al mismo lugar. Somos.
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Pensemos en estar a tono, juntos, porque sí.
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Hemos de abrir una nueva amistad.
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Nos hemos de serenar con las palabras, que hemos de dotar de contenido.
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Nos asombramos. No perdamos el tiempo.
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Dirigimos las palabras menos anónimas.
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Gustamos mucho. Hemos sido. La noria se mueve.
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Pensemos por dónde va la contención.
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Nos enamoramos por razones varias.
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Nos hemos presentado en ese ámbito que lo es.
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Nos podremos ver en la otra etapa, pero hemos de procurar no quedarnos en el inicio.
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Curioseamos por todas partes. Nos sentamos en ese lado que es.
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Nos mostramos con querencias de antaño. Seamos totalizadores en el amor.
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Nos imaginamos con planteamientos en la locura. Es una bendita locura, porque es tranquila y amorosa.
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Nos ponemos en ese margen que nos cuadra.
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Nos hemos hecho caso en el deseo.
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Movemos fichas que son de unión.
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Sugerimos qué hacer. Nos acompañamos en el recorrido.
J.T.
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