Delicia

El mundo es nuestro. Siempre lo es.

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No necesitamos mucho. Tan solo ser felices

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Miramos por varios destinos.

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Nada es lo que parece. Es.

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Resolvemos las incógnitas del destino que nos viene.

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No hemos de dar salida: hemos de caminar.

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Nos recuperamos cada día con lo que nos trae cada día.

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Versifiquemos la existencia.

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Doblemos los esfuerzos.

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Nos hemos de poner en forma cada jornada.

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Seamos con sensatez. Nos debemos tiempo y quizá un poco de amor.

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Nos hemos de poner en forma con resortes plurales.

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Acabamos y hasta empezamos.

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Nos solicitamos un poco de buen humor.

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Nos rastreamos con puras empatías. Hablemos de secuencias de pura serenidad.

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Nos tomamos la miel del amor.

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Fuimos otra vez: seremos otra vez.

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Nos hemos querido mucho. Las formas nos traspasan.

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No todo se ve en el destino. Nos hemos preferido con gracia y sencillez.

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Consultemos lo que necesitamos hacer.

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Nos hemos referido al amor con especial querencia.

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Creemos en nosotros. Vayamos en otro momento.

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Nos sentimos en esa plenitud que es estampa.

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Nos ayudamos a vivir con reflejos bondadosos.

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No hemos esperado en la eternidad que nos gusta.

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Hablemos de espacios. Todo tiene su trazado y su buen destino.

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Nos hemos apoyado con dignidad.

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Tenemos que reponer fuerzas con optimismo.

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Las miradas nos hacen más cómplices del buen cariño.

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Nos suena lo que queremos hacer, que lo queremos.

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No hemos dado con algunas claves. Daremos.

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Tomemos un poco de sentido con la memoria de otros años.

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Saltamos hacia ese lado donde nos sentimos identificados.

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Hemos cubierto una etapa o casi dos.

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Nos pensamos con pura paciencia. No hemos reseñado cuanto tenemos que hacer.

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Nos insistimos con supremas dichas.

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Cuestionemos el modelo con las más óptimas preguntas.

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Sabes lo que fuimos y por qué.

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Nos hemos olvidado de los recuerdos que nos unían, pero pronto regresarán.

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Nos enseñamos con lo poco, con lo básico. Todo tendrá sentido.

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Hemos abierto un camino de paciencia.

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Nos hemos de recordar como somos, o incluso un poco mejor.

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No todo se ve con la suficiente base.

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Hablemos de lo que tenemos cerca.

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Nos hemos enterado bien de lo que sentimos.

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Las virtudes nos devuelven al razonamiento.

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Todo me devuelve a lo que tuvo un cierto sentido.

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Generamos devociones y sinergias que son bendiciones.

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Nos hemos recibido en otra etapa, que bien puede ser la misma.

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Nos recordamos entre espacios de algodones.

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No hemos dado con el brillo, pero casi.

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Todo tendrá que ser en la etapa del amor.

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Nos maravillamos con los procesos en los que nos vemos de cualquier modo.

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Hemos deseado estar. Nos hemos rediseñado.

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Hablemos de cuidarnos con pura devoción.

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Nos hemos destacado unas voluntades que son trasiegos en el momento.

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No hemos reservado nada, pero sabemos que nos tenemos.

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Las premuras son hoy hábitos. Nos hemos tenido para todo, para lo mejor fundamentalmente.

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Subrayemos lo que podemos fomentar en comandita.

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Hoy nos dirigimos al nuevo estado que es suma de reflejos.

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Nos recuperamos de los recuerdos.

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Las palabras suman hoy más que ayer.

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Nos hemos dicho que lo posible sigue siéndolo.

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No hemos añadido palabras que ahora parecen sobrar, pues lo que hemos sentido ha estado claro. Aún así, lo recordaremos.

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Desayunamos ideas y sonrisas.

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Nos hemos puesto en esa tesitura que nos rememora lo mejor.

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Hemos definido pronósticos que nos amamantan con voluntades claves.

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Nos elevamos por lugares que nos proponen amor.

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Hemos vuelto a contarnos nuestros ideales, que nos enganchan más a lo que fuimos.

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Nos apartamos para juntarnos. Hemos dibujado el destino.

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Las existencias suman desde la superación del día a día.

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Nos comprometemos a amar, y lo cumplimos. Nos felicitamos por ello.

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Hemos abierto los caminos.

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Nos conocemos con lo que viene cada día.

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Todo es hoy delicia. Lo sabes especialmente.

J.T.