Nos ayudamos en lo más querido.
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Nos disputamos los deseos, que fluyen y son infinitos.
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Nos pasa de todo. Mejoramos. Hemos sido en lo pasado y en lo presente.
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Nos adelantamos para retrasarnos.
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Nos hemos dado lo bueno, y ahora viene lo mejor.
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Nos hemos aclarado con firmes señales de amor.
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Nos titulamos con purezas de cariño.
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Nos hemos seguido con firmeza y suavidad.
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Esperamos un trámite que nos hará volver a lo que fue ingenuidad perfecta.
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Pasamos para estar listos.
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Nos hemos fijado en las obligaciones de siempre. Los valores son mejores.
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Nos aproximamos a ese futuro que nos acepta.
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Nos hemos dado prudentes dichas.
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Nos hemos colado por los lados más bellos.
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Avanzamos para estar entre órdenes diferentes.
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Nos incrementamos en el anhelo de equilibrarnos.
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Nos destacamos esa noche que nos alumbra, incluso cuando hay menos visibilidad.
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Nos regalamos referencias. Nos ponemos entre explicaciones que son clásicas.
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Nos damos una calidez enorme.
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Nos preferimos sin pugnas. Los amores hay que demostrarlos.
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Volvemos a empezar con pasos más quietos.
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Tenemos todo el crédito universal.
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Nos sacamos de dudas. No hemos dado con los retornos.
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Daremos con las nuevas barajas. Nos hemos señalado nuevas tipologías.
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Nos estacionamos en el amor.
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Hacemos cálculos que nos estiman.
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Nos rodeamos con el cariño más ingente. Nos contamos.
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Saldremos con lo mínimo. No importa.
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Lo relevante es lo que nos amamos.
J.T.
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