Reservo el envoltorio.
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No llegamos a la desembocadura.
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No ayunamos.
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Recogemos el valor de los motores.
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Tomamos un tanto de tiempo.
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Nos renovamos con lo justo y necesario.
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Nos olvidamos para hallar lo que usamos.
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Nos hemos regalado algo de voluntad para amar.
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Nos hemos recogido en los mismos inicios.
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Nos volvemos a alta mar.
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Transbordamos lo que no poseemos. Hemos hecho varias singladuras que ya no permiten que flotemos.
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Nos tendremos que ver en otra consideración que es comienzo en el cielo.
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Nos damos la bienvenida que es una más.
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Nos hemos pensado con normas que no comprendemos.
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Somos puro interés.
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Nos dejamos nuevos momentos que son goles con recuerdos de lo que pudimos ser.
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Nos enrendamos en los partidos medio vitales.
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Hemos jugado a vivir en la nada que es todo con divertimento.
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Nos detenemos para convencernos de lo que pudo ser.
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No hemos acertado ni fallado. La vida tiene un tanto de todo.
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Hacemos de la vida lo justo. Lo necesario nos implica en lo más preciso para superar los perjuicios. Lo claro es.
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Nos hemos vivido con protagonismos que nos igualan con verdades serenísimas.
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Nos hemos detenido en lo más justo. Tendremos que llegar a lo intenso.
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Nos aprovechamos con intersecciones que nos hacen brillar sin cansancio.
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Hemos adecuado lo más impreciso.
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Lo que fue inicial es ahora fundamental.
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Nos evitamos, pero creo que no es buena política.
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Nos despejamos sin incógnitas. Nos permitimos vivir. Gracias.
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Marcamos lo que nos encanta.
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No vivimos ni lejos ni cerca. Vivimos donde toca.
J.T.
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