La bondad de la existencia

Gustemos de esas actividades que nos regalan experiencia, lecciones, progresos, fuerza en definitiva. Aplaudamos algunos elementos inesperados, que siempre nos permiten un cierto fortalecimiento.

Posibilitemos el consenso, la concordia, el avance societario desde la amistad más generosa y amplia. Nos hemos de reponer de las travesías, de los periplos, de las singladuras más o menos singulares.

Nos hemos de responder con ganas, con especificidades, con impresiones que nos junten en el mejor motivo, en el punto de encuentro más similar. No paremos cuando los dones nos sean propicios, que lo son más de lo que baremamos en ocasiones.

Intentemos perseguir una determinada normalidad. Pidamos la cita del cariño, que cura. Incluyamos las respuestas a las preguntas cruciales, y avancemos pensando en los demás, desde los primeros a los últimos.

Sepamos que todo tiene un sentido, y procuremos dotarnos todos de él. Asimilemos el discurrir diario, y estemos con las mentes abiertas y descansadas. La existencia es bondad.

Juan TOMÁS FRUTOS.