martes, 6 de agosto de 2013

Deber cotidiano

Razonemos
lo que sentimos
en este momento de serias
creencias en el amor.

Meditemos
acerca de lo que experimentamos
para ser más fuertes y útiles
en la noche de los tiempos máximos.

Rastreemos
en los negocios y anhelos
con una virtud de apetencias singulares.

Nos hemos de motivar
con contemplaciones adecuadas.

Tenemos derecho al amor,
pero hemos de saber sustentarlo.
El deber es cotidiano.

Juan T.

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