Tanteamos la vida, y es.
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Nos registramos en el corazón, y nos vemos a los dos.
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Generamos pura energía. No nos falta.
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Nos encumbramos a las pasiones.
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Somos eternidad.
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Gestemos los buenos propósitos.
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No esperemos a más.
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Frecuentemos lo más óptimo.
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Sepamos cuanto podemos hacer.
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La previsiones se van cumpliendo.
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Neutralicemos las experiencias más queridas.
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Sepamos otra vez, cada día, con premisas regladas.
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Todo nos puede valer.
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Las prestaciones nos hacen radiar las creencias con amores eternizados.
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Agudizamos el ingenio para dar con las fuertes intenciones.
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La paz es amor, y al revés.
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Convenzamos a nuestras mentes.
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Sepamos que sí.
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Modifiquemos la existencia con toda la victoria unida.
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Nos hemos de pensar con prestaciones de amor.
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Nos hemos consultado lo que sentimos.
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Sepamos, siempre hemos de saber.
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Todo nos vale con muchas garantías.
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Nos hemos asomado al exterior de antaño, de siempre, porque sí.
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Las presencias nos gustan.
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Hemos sido en la noche de las creencias.
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Veamos para nosotros mismos.
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Pongamos por caso. Las misiones son posibles.
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Nos hemos alimentado.
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Nos presentaremos en otras etapas de gozo superior.
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No me digas que podrás si no puedes.
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Alimentemos las expresiones de amor.
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Nos hemos dicho que somos capaces. Lo somos por siempre.
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Las intenciones nos bastan.
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Sepamos por dos.
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Nos hemos vuelto a amar.
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Las prestaciones son en intervalos de poder.
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Nos adiestramos para no equivocarnos eternamente.
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La vida es, siempre es. Será también.
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Sepamos por dónde podemos movernos.
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Hoy somos más amor.
J.T.
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