Rodemos para dar el uno con el otro.
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Impliquemos los mejores votos. Por el amor, todo.
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Nos hemos divisado en la noria de esos tiempos que nos pueden.
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Hemos de pregonar los mejores recuerdos.
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Nos hemos dispuesto con toda clase de amor.
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Nos hemos visto en la noria que imparte algo de doctrina.
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No hemos recordado lo que fuimos.
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Nos fuimos para vernos.
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Nos hemos mirado y algo hemos visto.
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Los tronos nos llenan de gloria.
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Nos miramos y advertimos que el mundo es.
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Nos hemos sorprendido.
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Las glorias atrasadas nos devuelven al paso que fue.
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Etiquetamos la vida con unos resortes que nos devuelven a la comprensión de otras etapas.
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Nos hemos advertido estupendamente.
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Consolidemos los pasatiempos.
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Importa la vida misma, importa todo, y, mientras, seguimos.
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Reservamos algunas materias.
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Nos hemos regalado la vida con unos pocos de pensamientos claros.
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Me tienes que decir que puede ser.
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Será en la noche misma.
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Reservamos los mejores apuntes.
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Nos hemos tenido muy mucho.
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Cuéntame lo que soy.
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Me adiestro en ti, por ti.
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Nos ilusionamos ante la nueva vida.
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Nos tendremos que ver en este nuevo deseo.
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Nos alimentaremos en la noche de los buenos tiempos.
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Nos hemos mirado, y algo hemos conocido.
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Ya estamos juntos. No precisamos más. Los milagros existen. Somos la prueba.
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No nos tumbemos ante las garantías de otros.
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Nos pasamos de vida.
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Hemos resuelto las consultas. Ahora nos mudamos.
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Nos queremos con una soltura de siempre.
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Nos hemos contemplado con luces que son rostros.
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No mitifiquemos el amor.
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Puede que el sí nos ahogue un poco. Nos hemos contemplado ante las luces que nos devuelven a cuanto fuimos.
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Nos presentamos muy bien, y bien estamos.
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Nos hemos agarrado a los sentimientos, que se muestran independientes.
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Nos insistimos con lo mejor de lo mejor.
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Hemos hablado de un cariño que demuestra todo cuanto podemos realizar.
J.T.
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1 comentario:
Mirar la noche
desenterrando lunas,
como un milagro.
(Ana María Gregorio)
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