domingo, 31 de enero de 2010
Nos consolamos
Nos ahogamos en esos amores que nos defraudan. Deberíamos aprender de ellos. Nos consolamos.
Nada sin sentimientos
Termino de olvidar aquello para lo que vine. Nos hemos sentado tarde para ver lo que no expresa sentimientos. Sin ellos, ya sabes: somos nada.
Sombras y caricias
Acertamos con expresiones que nos incluyen en lugares de sombras y recias caricias hacia ese momento que, sin duda, más pronto que tarde, llegará.
No le haremos caso
Hemos ocultado el vacío de una vida que nos propone quedarnos en el lado más inhóspito. No le haremos caso.
Suficiente base
Me enfrento al destino que me perfecciona con sus criterios más o menos de invitado. Nos gustamos, y ésa es suficiente base.
Enterezas y miedo
Me has propuesto ver y existir con unas enterezas que dan un poco de miedo. La vida es en la otra cara de la Luna.
Cuando llegue el momento
Podría negociar el momento, pero dejaré que llegue, si aparece. Las condiciones las pondrán las circunstancias que no queremos controlar.
En cada esquina
Rastreo en tu corazón, y créeme que te veo en cada esquina. Nos hemos abierto a nuevos mundos.
Espacios que escaparon
Frecuentamos espacios que se nos escaparon de las manos mientras íbamos a ver lo que ocurría.
Consolidar todo
Devoramos pasiones con las que nos vamos hacia esa idea de amor con la que hemos de consolidar todo.
Sentido atrayente
Planteamos todo lo que podemos hacer ahora que hacemos todo cuanto planteamos. Nos ponemos a girar en el sentido más atrayente.
Insinuaciones divertidas
Hemos vivido tentaciones que nos inclinan hacia ese lado en el que fuimos la verdad con insinuaciones divertidas.
Si fuera necesario
Te podría decir que somos capaces de amar, de tener, de existir, de dar con un lenguaje nuevo. Te podría decir lo que siento... En algo habria fallado si fuera necesario.
Penitencias queridas
Tengamos la fiesta en paz con una palabra que nos conduzca hacia esa sensación de penitencias queridas.
Pasatiempos silentes
Estamos provistos de cálculos nuevos con los que vamos en la figuración de una red de pasatiempos silentes.
Brisa enorme
Endulzamos el amor con una sonrisa que nos pone en ese lugar donde la voluntad proviene de una brisa enorme.
Circunstancias y prisas
Ya te diré. La vida es un sorteo de posibilidades que hemos de cazar al vuelo. No neguemos las circunstancias, ni hagamos de las prisas la prioridad.
Cuando no había obligación
Tendemos a averiguar las versiones con las que cabalgamos hacia ese horizonte que nos prometimos cuando no había ninguna obligación.
Eso parece
Magnificamos las secuencias de unas vidas que no siempre dan con los elementos más queridos. Estamos bien, o eso parece.
Noches de sensaciones
Ya no creo en ese amor que me vendiste. Nos hemos puesto a averiguar experiencias que nos nublan la mirada con noches de sensaciones nuevas.
Tantas ocasiones
Vivimos en primera persona el universo de esas ideas que nos previenen con ligeros cambios. Nos daremos tantas ocasiones que no será posible fallar.
Dar con más dicha
Insinuamos el todo con un momento de fuerza sideral. Estamos menos cansados de lo que pensábamos. Nos debemos poner en marcha para dar con más dicha.
Mejores garantías
Haremos del mundo un mejor mundo, de las ideas mejores ideas, de las protecciones mejores garantías.
Miradas de picardía
Te podré contar todo y de todo en la idea de un regreso al mundo de las caricias, de los besos, de las miradas de picardía.
Tolerancia
Sanemos con ese amor que todo lo cura. La fórmula se basa en la tolerancia, en la aceptación.
sábado, 30 de enero de 2010
Las líneas comunicativas
Abramos los corazones. No neguemos la evidencia de los buenos resultados cuando partimos de sentimientos del mismo sesgo o planteamiento. Debemos creer: ayuda. Nos merecemos la oportunidad de disfrutar de lo que nos oferta la existencia. Buscaremos siempre el anhelo, a veces realizado, de dar con las máximas coincidencias en materia de comunicación. Podemos estar juntos, y lo lógico es que lo estemos. Hemos apreciado tantas posibilidades que hay un momento en el que podemos acercarnos a las realidades mismas. Esto ha de ser relevante. Nos congratulamos por ello. Viajemos, digamos, seamos, tengamos desde la moderación sin dobleces.
Se despliega un mundo de sensaciones por delante. Las distracciones son buenas, y también el hecho de que nos fijemos para solucionar algunos asuntos que siempre quedan pendientes. Nos preñamos de ilusiones que han de dar sus frutos. Recreemos lo mucho y lo poco. Vayamos adelante.
Mantengamos el tipo. Llegamos a unos ejes donde las intenciones cuadran a su manera, que debe ser la nuestra. Debemos adoptarlas. El todo es parte de un entretenimiento con el que aumentar los grados de amistad, con los que somos y seremos más y puede que hasta mejores. Nos hemos insistido con unas experiencias de batallas preñadas de caricias y de llevaderas sentencias hacia ese lugar donde la voluntad ha de destacar para que nada falle.
Felicitamos las causas con unas intenciones que se nublan con valores esenciales. No estamos para devolvernos a esos estadios que dejaron todo para apenas hacer nada. Nos convocamos para tratar de entender esas señales de amistades con las que unir esfuerzos, empeños y tareas. Debemos seguir acudiendo hasta que cuaje la cita. Nos daremos muchos momentos especiales. Hemos generado el entusiasmo suficiente para conseguir la paz de espíritu. Nos quedaremos como nuevos.
La vida es un eterno reto que hemos de procurar sobrellevar con entendimientos y complacencias de buen talante y mejor humor. Vayamos a ver lo que ocurre y seamos en la noche más dialogante. Será el hito con el que diferenciaremos lo primero de lo segundo. Nos tenemos en la convalecencia, y la defensa será descubrir que resta más tarde. No nos frustremos antes de tiempo. No seamos simples. Las convenciones no ayudarán. Pongamos fe a través de la conversación que nos promocionará como amigos. Nos hemos de detectar con consentimientos de plenitud. Tengamos influencias.
Los símbolos han de convertirse en esas líneas que podremos y deberemos seguir hasta que la cuesta no sea tan alta. No sé qué hemos hecho para que las cosas no hayan salido, de momento, como esperábamos. Debemos insistir con los intentos, hasta que demos con los instantes más honrosos y felices. Nos diremos que la convocatoria no quedará desierta, y así será. Lo cumpliremos.
No nos ignoremos. Las coincidencias nos harán más de fiar. No pasemos página. Tenemos que narrar esos sentimientos que nos dictarán lo que hemos de conocer con intereses sin interpretaciones vacías. Las ideas brillarán con sus oportunos experimentos. Nos regalaremos resultados. Los libros de nuestras existencias están por escribir. Veamos sus puntos cruciales. Poco a poco iremos detectando en la radiografía existencial una serie de efectos con estampaciones en positivo. Ahí estarán los ejes. Estemos orgullosos de la lógica de la comunicación desde líneas que han de servir de guía, nunca de límites.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Se despliega un mundo de sensaciones por delante. Las distracciones son buenas, y también el hecho de que nos fijemos para solucionar algunos asuntos que siempre quedan pendientes. Nos preñamos de ilusiones que han de dar sus frutos. Recreemos lo mucho y lo poco. Vayamos adelante.
Mantengamos el tipo. Llegamos a unos ejes donde las intenciones cuadran a su manera, que debe ser la nuestra. Debemos adoptarlas. El todo es parte de un entretenimiento con el que aumentar los grados de amistad, con los que somos y seremos más y puede que hasta mejores. Nos hemos insistido con unas experiencias de batallas preñadas de caricias y de llevaderas sentencias hacia ese lugar donde la voluntad ha de destacar para que nada falle.
Felicitamos las causas con unas intenciones que se nublan con valores esenciales. No estamos para devolvernos a esos estadios que dejaron todo para apenas hacer nada. Nos convocamos para tratar de entender esas señales de amistades con las que unir esfuerzos, empeños y tareas. Debemos seguir acudiendo hasta que cuaje la cita. Nos daremos muchos momentos especiales. Hemos generado el entusiasmo suficiente para conseguir la paz de espíritu. Nos quedaremos como nuevos.
La vida es un eterno reto que hemos de procurar sobrellevar con entendimientos y complacencias de buen talante y mejor humor. Vayamos a ver lo que ocurre y seamos en la noche más dialogante. Será el hito con el que diferenciaremos lo primero de lo segundo. Nos tenemos en la convalecencia, y la defensa será descubrir que resta más tarde. No nos frustremos antes de tiempo. No seamos simples. Las convenciones no ayudarán. Pongamos fe a través de la conversación que nos promocionará como amigos. Nos hemos de detectar con consentimientos de plenitud. Tengamos influencias.
Los símbolos han de convertirse en esas líneas que podremos y deberemos seguir hasta que la cuesta no sea tan alta. No sé qué hemos hecho para que las cosas no hayan salido, de momento, como esperábamos. Debemos insistir con los intentos, hasta que demos con los instantes más honrosos y felices. Nos diremos que la convocatoria no quedará desierta, y así será. Lo cumpliremos.
No nos ignoremos. Las coincidencias nos harán más de fiar. No pasemos página. Tenemos que narrar esos sentimientos que nos dictarán lo que hemos de conocer con intereses sin interpretaciones vacías. Las ideas brillarán con sus oportunos experimentos. Nos regalaremos resultados. Los libros de nuestras existencias están por escribir. Veamos sus puntos cruciales. Poco a poco iremos detectando en la radiografía existencial una serie de efectos con estampaciones en positivo. Ahí estarán los ejes. Estemos orgullosos de la lógica de la comunicación desde líneas que han de servir de guía, nunca de límites.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Sentido mejorado
Seguro que nos veremos en ese otro lado donde todo adquiere un sentido diverso, puede que un poco mejorado.
Más ilusiones
Te diré dónde estoy y cómo me quedo. Resolveremos las inexperiencias con más ilusiones.
Resoluciones sin efecto
Te propongo continuar ese movimiento de paciencia total. Nos hemos consultado resoluciones que ahora no tienen efecto.
Frutos de toda naturaleza
Dime que todo será, o que podrá ser, o que tendremos suficiencia en la voluntad que nos recoge con frutos de toda naturaleza.
Las mejores
Nos tenemos que distraer con unas normas que nos envían de un lugar para otro con fomentos de soluciones sin garantías, que son las mejores.
Juntos otra vez
Asistimos a las voluntades que hemos de hacer divinas. Nos juntamos para darnos una fuerza que no tenemos. La tendremos en cuanto estemos juntos otra vez.
Voluntades nuevas
Tanteo buen humor y gloria. Hemos acudido a esa llamada en la que nos volcamos con voluntades nuevas.
Hemos aprendido a vivir
Termino de darte todo lo que tiene sentido en mí, que estiro hasta dar contigo. Hemos aprendido a vivir.
Nos congratulamos con las experiencias
Planteamos la grandeza de un espíritu que tiene todo y nada casi al mismo tiempo. Nos congratulamos con las experiencias.
Lo intentamos
Resplandece el amor que sentimos los unos por los otros. No negociamos con resortes imposibles. Lo intentamos.
Te doy todo mi amor
Presentamos los requerimientos que aplauden con pensamientos rotos hasta el infinito. Te doy todo mi amor.
Tan relativas como absolutas
Tenemos que confesarnos objetivos con intereses que haremos compartidos de por vida. Nos damos importancias que son tan relativas como absolutas.
Resortes definidos
Sugiero todo, parte, inicios, finales, vueltas de campeonato incierto, vivencias que hemos de comprobar con resortes definidos.
Te diré que vale
Tenemos fe en la vida que nos ha de distraer con una realidad medio nueva. Iremos a ver cuanto ocurre. Te diré que vale.
Mientras todo ocurre
Sigue hacia ese espacio que coloca todo en su sitio. Reímos mientras no pasa nada, mientras todo ocurre.
Tan nuevos como extraños
Resaltamos las posturas que nos previenen con olvidos que nos ponen en bretes tan nuevos como extraños.
El adecuado
Gustamos de influencias que nos disponen por caminos honrosos. No podremos vernos en el punto decidido, pero, antes o después, será el adecuado.
Los que nos quedan
Cogemos los instantes de pasión y los transformamos en las astucias más rebeldes. Hemos empeñado los mejores momentos. Veremos los que nos quedan.
En otro lado ganamos
Prestamos ese momento de memoria que nos aplica reglas que nos hacen discernir lo que no es preciso. Ganamos en otro lado.
No tenemos necesidad de él
Intuimos lo que debería ser respuesta con animosidad relativa. No estamos en ese trono que imaginamos. Tampoco tenemos necesidad de él.
Hemos apaciguado experiencias
Vacilamos. Negamos las evidencias con respuestas a lo nuevo, que nos distrae. Hemos apaciguado experiencias.
La etapa que nos hizo fuertes
Nos hemos dedicado a ser y a estar con la memoria medio vacía. No somos entre tanta falta de esperanza. Hemos de regresar a esa etapa que nos hizo fuertes.
Quedamos nosotros
Nos figuramos ese sí que nos prefiere con resortes nuevos. Hemos adecuado muchos discursos, y ahora quedamos nosotros.
viernes, 29 de enero de 2010
Creencias comunicativas útiles
Creer y comunicar desde el resultado positivo es el objetivo. Hagamos un poco de resumen de actividades que intentamos conservar. Destacamos lo que pensamos, lo que nos consigue desde la virtud y el buen fin. Pregonamos claves que han de acertar, si no a la primera, pronto, en cuanto es posible, con garantías, o puede que sin ellas, pero prestas a la devoción consecuente. La solidaridad es la base del futuro que perseguimos, con comunicación, con diálogo, con consenso. Las declaraciones han de ir firmes y sin pausa.
Nos posicionamos a menudo en la idea del equilibrio para dar con las suposiciones que, debidamente contrastadas, constituyen la inercia que nos aproxima a lo que tiene algo más que definir. Intentemos llegar a ello con carisma, con gratitud, procurando que todos estemos en el mismo lado y con la dirección hacia intereses comunes.
Nos insertamos en las ranuras para monedas dispares en las nuevas inercias con las que nos conducimos hasta venir al punto donde hemos de medir lo que tenemos, lo que no. Aprendamos que, en la diversidad, está el gusto. Hemos de vivir las emociones de cada momento con instantes de creencias útiles. No busquemos únicamente nuestro bienestar, sino el de todos. En ello daremos con el símbolo que nos invitará a nuevas iniciativas.
La existencia ha de discurrir con gratas caricias que hemos de recuperar y restaurar para que no se agoten. No nos pongamos tristes. La alegría es el cimiento para los grandes proyectos, para que sean logros de verdad. No dejemos atrás las costumbres que fueron y que serán con preferencias que hemos de sacar del ostracismo y del silencio.
Ideemos el presente con un fogoso futuro con el que intentar estar sintiendo sin alarmas, esto es, viviendo el interior con fuerza. Consultemos el reloj sólo para conocer las etapas, pero sin que éstas nos rompan el ritmo que debemos llevar a cabo. Sigamos hacia ese horizonte de colores vistosos y palpitantes.
Aprendemos de cuanto nos prefiere, de esas circunstancias que a veces deciden por nosotros. No elegimos del todo: son las variadas condiciones las que nos ponen en los bretes que nos entretienen, y puede que sea bueno que ocurra así. Iremos donde sea menester y con lo que sea menester en el objetivo de aclarar lo que anhelamos, hacia dónde nos dirigimos.
No nos cansemos. Ideemos soluciones incluso antes de tener los problemas. Tomemos esa respiración con segundos de sabor a gloria. Podremos saborear olores que creíamos olvidados de la juventud. También es deseable que la infancia no se olvide como referencia. Comuniquemos con nuestros argumentos desde el corazón.
Demos con los premios que nos invitarán a aspiraciones tan serias como joviales. En el equilibrio y en el diálogo están las virtudes de todo cuanto está por suceder. Nos hemos consolidado con relaciones que haremos eternas. Haremos del itinerario un entusiasmo constante.
Nos hemos de preferir como somos. No daremos con alarmas. Inauguremos las posturas con insistentes creencias hacia otra dimensión de la que aprenderemos muchísimo. Lo primero es respetar al otro, al tiempo que lo conocemos. De este modo pasaremos del hastío al deseo, y todo gracias a la maravillosa comunicación con la que hemos de ser más humanos, más nosotros mismos. Hoy os hago llegar mis anhelos, mis planteamientos de dulce factura. La cosecha lo será igualmente. La utilidad indeleble e inefable, la no tangible, la no material, es la que nos ha de mover.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Nos posicionamos a menudo en la idea del equilibrio para dar con las suposiciones que, debidamente contrastadas, constituyen la inercia que nos aproxima a lo que tiene algo más que definir. Intentemos llegar a ello con carisma, con gratitud, procurando que todos estemos en el mismo lado y con la dirección hacia intereses comunes.
Nos insertamos en las ranuras para monedas dispares en las nuevas inercias con las que nos conducimos hasta venir al punto donde hemos de medir lo que tenemos, lo que no. Aprendamos que, en la diversidad, está el gusto. Hemos de vivir las emociones de cada momento con instantes de creencias útiles. No busquemos únicamente nuestro bienestar, sino el de todos. En ello daremos con el símbolo que nos invitará a nuevas iniciativas.
La existencia ha de discurrir con gratas caricias que hemos de recuperar y restaurar para que no se agoten. No nos pongamos tristes. La alegría es el cimiento para los grandes proyectos, para que sean logros de verdad. No dejemos atrás las costumbres que fueron y que serán con preferencias que hemos de sacar del ostracismo y del silencio.
Ideemos el presente con un fogoso futuro con el que intentar estar sintiendo sin alarmas, esto es, viviendo el interior con fuerza. Consultemos el reloj sólo para conocer las etapas, pero sin que éstas nos rompan el ritmo que debemos llevar a cabo. Sigamos hacia ese horizonte de colores vistosos y palpitantes.
Aprendemos de cuanto nos prefiere, de esas circunstancias que a veces deciden por nosotros. No elegimos del todo: son las variadas condiciones las que nos ponen en los bretes que nos entretienen, y puede que sea bueno que ocurra así. Iremos donde sea menester y con lo que sea menester en el objetivo de aclarar lo que anhelamos, hacia dónde nos dirigimos.
No nos cansemos. Ideemos soluciones incluso antes de tener los problemas. Tomemos esa respiración con segundos de sabor a gloria. Podremos saborear olores que creíamos olvidados de la juventud. También es deseable que la infancia no se olvide como referencia. Comuniquemos con nuestros argumentos desde el corazón.
Demos con los premios que nos invitarán a aspiraciones tan serias como joviales. En el equilibrio y en el diálogo están las virtudes de todo cuanto está por suceder. Nos hemos consolidado con relaciones que haremos eternas. Haremos del itinerario un entusiasmo constante.
Nos hemos de preferir como somos. No daremos con alarmas. Inauguremos las posturas con insistentes creencias hacia otra dimensión de la que aprenderemos muchísimo. Lo primero es respetar al otro, al tiempo que lo conocemos. De este modo pasaremos del hastío al deseo, y todo gracias a la maravillosa comunicación con la que hemos de ser más humanos, más nosotros mismos. Hoy os hago llegar mis anhelos, mis planteamientos de dulce factura. La cosecha lo será igualmente. La utilidad indeleble e inefable, la no tangible, la no material, es la que nos ha de mover.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Preferencias nuevas
Nos sentimos autores de verdades que nos aclaran lo que es sensación de preferencias nuevas.
Los mismos, después de todo
Me has puesto en ese sitio que nos acerca a los momentos claros. Iremos a contrastar los cariños. Son los mismos, después de todo.
No nos descartamos
Tendríamos que estar bien. Los modos nos han de solucionar algunas existencias con misterios entregados a descubrir nuevos amores. No nos descartamos.
En otro estado
Nos adoptamos mutuamente para ser dichosos en tránsitos hacia las bondades más sencillas. Iremos en otro estado.
Los demás y nosotros
Tenemos que contar con las normas que nos han de pedir un poco de más belleza. Contribuimos a estar estupendamente cuando hacemos lo posible para que lo estén los demás.
Próximos a las soluciones
Gestionamos algunas caricias con sospechas de amores que nos harán más fuertes. Nos sentimos muy próximos a las soluciones.
Nos consultamos
Decidimos las imputaciones de recuerdos puestos en su lugar de origen. Nos hemos agotado. Nos consultamos qué hacer.
Nuevos, los de siempre
Nos movemos con la fluidez de quienes creen en las bondades de unos recuerdos no admitidos. Nos combinamos para ser nuevos, siendo los de siempre.
La base de lo demás
Predicamos sin apenas trigo. Hemos divisado los recuerdos con un sol de experiencias que nos permiten ser felices. Es la base para todo lo demás.
El regalo de la felicidad
Debemos ir a ese lugar donde las emociones nos han de llevar con resortes poderosos. Instamos a los buenos amigos, a los buenos y a los mejores, que lo son todos, para dar con las claves del regalo de su felicidad, que es también la nuestra.
Caminos sanos
Nos detenemos hasta dar con las creencias que nos ponen donde todo es pura atracción. Nos devolvemos caminos sanos.
En otra dimensión
Nos presentamos con las fronteras amigas, con las profundas creencias que nos dirigen hacia demostraciones sinceras. Estamos en otra dimensión.
Donde haga falta
Hemos implicado a los que mantienen las reglas con su destino y todo. Nos enganchamos a ese movimiento que nos portará lejos, donde haga falta.
La razón más querida
Nos hemos puesto en forma, con ganas, con recreos que nos amansan con la fortuna de un éxito devuelto a la razón más querida.
El brillo de otro amor
Nos hacemos caso en estos lugares neutrales donde todo es de todos. Nos acercamos a tocar el brillo de otro amor.
Esperanzados, gustosos
Retiramos los pasatiempos de esos moldes que apenas usamos. Hemos estado muy vivos, muy esperanzados, muy gustosos.
Tus sueños
Me valen tus comprensiones, tus lindezas, lo que eres, lo que no, tus aspiraciones, tus sueños... Sí, tus sueños.
En paz y armonía
La vida tiene sus caprichos. No siempre va hacia lo esperable. Deseamos entendernos en paz y armonía.
El regreso divino
Olvidamos todo cuanto hemos sido. La vida nos llama con azares gloriosos. Nos planteamos el regreso divino.
Entendimiento mayúsculo
Tendremos que vernos como artífices de milagros que nos han de permitir el entendimiento mayúsculo.
Poco más
Aceptaremos las instancias divinas con las que comulgar ahora y siempre. Nos daremos un aviso menos. Necesitamos amor, y poco más.
Estamos preparados
Miramos una cara que nos encierra con monedas sinceras que han de ser las voluntades de unas caricias llamadas a ser en la totalidad. Estamos preparados.
Sentido juntos
Tenemos muchas facultades derivadas del amor que nos profesamos. Hemos de aguardar algo más. La vida tiene sentido estando juntos.
No inmediata
Damos con las fortunas de unos milagros que nos consuelan lo mejor que pueden, pero no podemos esperar la plenitud inmediata.
jueves, 28 de enero de 2010
Iluminados en la noche
Me dejo conducir por esas estrellas que nos iluminan en la noche, que hoy es tan tuya como mía.
Nos ponemos a platicar
Te tengo en mis oraciones cada día, mientras soy en la espera que todo lo reconduce. Nos ponemos a platicar.
Donde todo es conocido
Me inserto en tus devociones, y en ellas soy más yo. Las convergencias me llevan donde todo es conocido.
Economía 2009
LA ECONOMÍA EN EL TRÁNSITO DEL 2009, UN BALANCE DEMOLEDOR
Si en 2008 se agotó el espejismo, en 2009 se produjo el gran batacazo, sobre todo en economías como la española, y, por ende, también la regional. Cuatro millones de parados en toda España. No fue posible frenar la caída del empleo, a pesar de las medidas de los gobiernos de España y autonómicos. Los apoyos específicos a sectores como el automóvil no surtieron todo el efecto deseado, y, por otro lado, ámbitos como el agrario se quedaron en mínimos en cuanto a producción y ventas. Es cierto que, acostumbrado como está a incertidumbres, la agricultura aguantó la situación y apenas se perdió empleo, pero la construcción y la industria, fundamentalmente la de apoyo y/o complemento, cayeron en picado con la consiguiente pérdida de empleo. La visión fue catastrófica. Una de cada cuatro familias tenía algún parado entre sus miembros.
Una de las paradojas del 2009 es que las bolsas experimentaron una recuperación en el segundo semestre del año, encabezadas por determinadas industrias como las telecomunicaciones o las primarias, como base de un regreso a situaciones más normales. El caso de España no fue una excepción. Aunque el país se ubicó en una coyuntura más complicada que la del resto de grandes economías del planeta, no olvidemos que las bolsas se mueven por mimetismo en una economía global, esto es, se dio la recuperación en otras naciones y ello incidió en la escala mayor de nuestras finanzas e inversiones.
Hubo más datos negativos. El déficit público creció extraordinariamente en el 2009. Lo hizo por el aumento en los gastos sociales y para afrontar los costes de un número de desempleados a los que había que proteger en estos tiempos de complejidad y de mayor carestía. La crisis, desde luego, puso en cuestión el sistema, y parece que los primeros envites los está aguantando bien. El horizonte, sobre todo en países donde la recuperación va más lenta, como es el caso de España, se tiñe de nubarrones. Las medidas para salir de esta espiral se hacen ya más que necesarias e inmediatas.
El sistema bancario supo afrontar la coyuntura de tránsito, e incluso algunas de las entidades financieras recuperaron parte del valor que habían perdido en los meses anteriores. No obstante, la bancarrota de alguna Caja de ámbito regional, la necesidad de fusiones de las cajas autonómicas, la caída de la producción, de la productividad y del consumo, eso sí, con el aumento del ahorro familiar (esto es positivo, al menos en parte), etc., trazaron un panorama desolador, donde la economía se redujo en un 8 por ciento. La cifra es alta. Se puede hablar de catástrofe. Es verdad que sectores como el turístico no se desmoronaron, pero, sin duda, fue a costa de bajar muchos los precios y de visitas propiciadas entre los mismos nacionales. El turismo extranjero sí cayó hasta números impensables hace unos años.
Intentar que el consumo tire
Se hace necesario, en esta tesitura, apoyar a las Pymes, a las pequeñas y medianas empresas, que son el auténtico armazón de un sistema. El 90 por ciento del empleo lo proporcionan estas sociedades. También hay que fomentar que los bancos y entidades financieras sigan prestando, vuelvan a prestar, a un ritmo mayor, con intereses ventajosos y con las máximas garantías, pero sin excedernos en el nuevo lado del péndulo al que debemos tender.
La deflación que se ha dado en algunos sectores y durante meses no es buena. El consumo debe tirar de la economía, y no lo hace. Con ello nos metemos en un círculo vicioso del cual es difícil salir, pues necesitamos credibilidad para hacerlo. Hay que bajar, igualmente, los gastos de algunas administraciones y modernizar el sistema de financiación de los Ayuntamientos, con tributos antiguos y quizá mal enfocados.
En situaciones de crisis se percibe, asimismo, el grado de dependencia que tenemos del exterior. Los precios de los productos que importamos, aunque a veces son más bajos que los bienes que aquí generamos, hacen que nuestro sistema se tambalee. Tiene que haber un equilibrio entre lo que producimos y lo que consumimos, entre lo que ganamos y lo que gastamos. La desproporción actual no ofrece salida. El hecho de que más de la mitad de la población que trabaja gane menos de mil euros no ayuda a salir de la crisis. La economía debe andar un poco más repartida. Nos asustaría pensar la cantidad de productos y/o servicios que nos provocan dependencias de otras naciones. Las cifras que se barajan, las que subrayan los expertos, es que no producimos más del 20 por ciento de lo que gastamos. Es una pena que no planifiquemos a medio o largo plazo.
Por lo tanto, es un año, el 2009, ha sido un año, de contradicciones, de caídas en picado, de asumir que el sistema se está destruyendo, quizá para construir otro nuevo sobre él, esperemos que más justo. La idea es que aprovechemos la experiencia, la buena y la mala, para afrontar los meses, también duros, que están por venir.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Si en 2008 se agotó el espejismo, en 2009 se produjo el gran batacazo, sobre todo en economías como la española, y, por ende, también la regional. Cuatro millones de parados en toda España. No fue posible frenar la caída del empleo, a pesar de las medidas de los gobiernos de España y autonómicos. Los apoyos específicos a sectores como el automóvil no surtieron todo el efecto deseado, y, por otro lado, ámbitos como el agrario se quedaron en mínimos en cuanto a producción y ventas. Es cierto que, acostumbrado como está a incertidumbres, la agricultura aguantó la situación y apenas se perdió empleo, pero la construcción y la industria, fundamentalmente la de apoyo y/o complemento, cayeron en picado con la consiguiente pérdida de empleo. La visión fue catastrófica. Una de cada cuatro familias tenía algún parado entre sus miembros.
Una de las paradojas del 2009 es que las bolsas experimentaron una recuperación en el segundo semestre del año, encabezadas por determinadas industrias como las telecomunicaciones o las primarias, como base de un regreso a situaciones más normales. El caso de España no fue una excepción. Aunque el país se ubicó en una coyuntura más complicada que la del resto de grandes economías del planeta, no olvidemos que las bolsas se mueven por mimetismo en una economía global, esto es, se dio la recuperación en otras naciones y ello incidió en la escala mayor de nuestras finanzas e inversiones.
Hubo más datos negativos. El déficit público creció extraordinariamente en el 2009. Lo hizo por el aumento en los gastos sociales y para afrontar los costes de un número de desempleados a los que había que proteger en estos tiempos de complejidad y de mayor carestía. La crisis, desde luego, puso en cuestión el sistema, y parece que los primeros envites los está aguantando bien. El horizonte, sobre todo en países donde la recuperación va más lenta, como es el caso de España, se tiñe de nubarrones. Las medidas para salir de esta espiral se hacen ya más que necesarias e inmediatas.
El sistema bancario supo afrontar la coyuntura de tránsito, e incluso algunas de las entidades financieras recuperaron parte del valor que habían perdido en los meses anteriores. No obstante, la bancarrota de alguna Caja de ámbito regional, la necesidad de fusiones de las cajas autonómicas, la caída de la producción, de la productividad y del consumo, eso sí, con el aumento del ahorro familiar (esto es positivo, al menos en parte), etc., trazaron un panorama desolador, donde la economía se redujo en un 8 por ciento. La cifra es alta. Se puede hablar de catástrofe. Es verdad que sectores como el turístico no se desmoronaron, pero, sin duda, fue a costa de bajar muchos los precios y de visitas propiciadas entre los mismos nacionales. El turismo extranjero sí cayó hasta números impensables hace unos años.
Intentar que el consumo tire
Se hace necesario, en esta tesitura, apoyar a las Pymes, a las pequeñas y medianas empresas, que son el auténtico armazón de un sistema. El 90 por ciento del empleo lo proporcionan estas sociedades. También hay que fomentar que los bancos y entidades financieras sigan prestando, vuelvan a prestar, a un ritmo mayor, con intereses ventajosos y con las máximas garantías, pero sin excedernos en el nuevo lado del péndulo al que debemos tender.
La deflación que se ha dado en algunos sectores y durante meses no es buena. El consumo debe tirar de la economía, y no lo hace. Con ello nos metemos en un círculo vicioso del cual es difícil salir, pues necesitamos credibilidad para hacerlo. Hay que bajar, igualmente, los gastos de algunas administraciones y modernizar el sistema de financiación de los Ayuntamientos, con tributos antiguos y quizá mal enfocados.
En situaciones de crisis se percibe, asimismo, el grado de dependencia que tenemos del exterior. Los precios de los productos que importamos, aunque a veces son más bajos que los bienes que aquí generamos, hacen que nuestro sistema se tambalee. Tiene que haber un equilibrio entre lo que producimos y lo que consumimos, entre lo que ganamos y lo que gastamos. La desproporción actual no ofrece salida. El hecho de que más de la mitad de la población que trabaja gane menos de mil euros no ayuda a salir de la crisis. La economía debe andar un poco más repartida. Nos asustaría pensar la cantidad de productos y/o servicios que nos provocan dependencias de otras naciones. Las cifras que se barajan, las que subrayan los expertos, es que no producimos más del 20 por ciento de lo que gastamos. Es una pena que no planifiquemos a medio o largo plazo.
Por lo tanto, es un año, el 2009, ha sido un año, de contradicciones, de caídas en picado, de asumir que el sistema se está destruyendo, quizá para construir otro nuevo sobre él, esperemos que más justo. La idea es que aprovechemos la experiencia, la buena y la mala, para afrontar los meses, también duros, que están por venir.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Destacadas emociones
Sabes que estamos en esa punta que no es azar en la noche, sino de destacadas emociones que vamos a seguir distribuyendo.
Del discípulo al maestro
Hoy hago un alto en mi trayectoria de prisas para acercarme con dulzura y tranquilidad a uno de mis maestros. En unos días, Pedro Farias García presenta un nuevo poemario. Dice que lo hará en tierras zaragozanas, donde compartimos buenos amigos. Bueno, tenemos en común mucho más: entre otras cosas, defendemos una similar convicción sobre lo que es la vida; nos conforma una tesis doctoral que él me dirigió; contamos con el apoyo de su hijo, Pedro como él, que es un gran aliado; nos gusta comer y conversar en torno a los universales griegos… Nos miramos, seguramente, como almas gemelas, a pesar de las distancias. En lo intrínseco estamos en el mismo lado.
En las últimas décadas he crecido con varias personas en mi entorno que considero muy especiales. Si pongo en un lugar prevalente a las gentes de mi familia, por obvias razones, tengo, en paralelo, en Pedro Farias un emblema sobre lo que es el espíritu universitario, acerca de lo que es una persona culta, sobre el crecimiento personal e intelectual…, y por miles de razones lo considero un amigo del que aprendo a raudales cada día.
Conecté con Pedro cuando estaba en Madrid, buscando salir adelante en una profesión que me ha dado todo. Aprendí con él, y sigo haciéndolo. Lo último es ese deseo que él manifiesta a sus más allegados de vitalidad, de compartir, de ser entre los demás, con los que continúa fomentando buenos anhelos de una manera descollante. Tiene buen humor, y mejor hablar, y mejor sentir. Lo demuestran esas poesías de las que hablo, que resumen su talento, su talante, su vocación.
Hay pocas personas en nuestras vidas a las que podamos llamar maestros. Él es una de ellas. Me considero un privilegiado cuando paso con él esas horas que me dedica cuando viene a Murcia, cuando se acerca a esta tierra donde hizo el bachiller, donde se aplicó en la Universidad, a la que supo amar como el primero. Aquí nació, y eso le hizo como es. Presume de murciano, como bien me cuentan, allá donde va.
En breve presentará también una reedición de su libro sobre las Constituciones españolas. Es un gran conocedor de la democracia, que defiende en lo teórico y con vehemencia práctica. Es peculiar, sí, mi amigo Pedro, mi maestro, toda una referencia con la que poder mejorar en lo intelectual y en lo personal, que son dos órdenes que van parejos.
No me pregunten por qué, que imagino que no hay un motivo determinado (puede, más bien, que haya cientos), pero hoy me apetecía hablar de los afectos hacia Pedro Farias, y así lo he singularizado, pues sobre su talla académica, sobre su trayectoria biográfica, ya se ha hablado recurrentemente y, aún siendo importante, no dice ni la mitad de lo que es en su biografía más íntima. Pedro, te mando un abrazo muy fuerte desde Murcia. Eres un catedrático en el sentido más extenso de la palabra. Lo sé, y te lo digo. De discípulo a maestro: con ese respeto y admiración te escribo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
En las últimas décadas he crecido con varias personas en mi entorno que considero muy especiales. Si pongo en un lugar prevalente a las gentes de mi familia, por obvias razones, tengo, en paralelo, en Pedro Farias un emblema sobre lo que es el espíritu universitario, acerca de lo que es una persona culta, sobre el crecimiento personal e intelectual…, y por miles de razones lo considero un amigo del que aprendo a raudales cada día.
Conecté con Pedro cuando estaba en Madrid, buscando salir adelante en una profesión que me ha dado todo. Aprendí con él, y sigo haciéndolo. Lo último es ese deseo que él manifiesta a sus más allegados de vitalidad, de compartir, de ser entre los demás, con los que continúa fomentando buenos anhelos de una manera descollante. Tiene buen humor, y mejor hablar, y mejor sentir. Lo demuestran esas poesías de las que hablo, que resumen su talento, su talante, su vocación.
Hay pocas personas en nuestras vidas a las que podamos llamar maestros. Él es una de ellas. Me considero un privilegiado cuando paso con él esas horas que me dedica cuando viene a Murcia, cuando se acerca a esta tierra donde hizo el bachiller, donde se aplicó en la Universidad, a la que supo amar como el primero. Aquí nació, y eso le hizo como es. Presume de murciano, como bien me cuentan, allá donde va.
En breve presentará también una reedición de su libro sobre las Constituciones españolas. Es un gran conocedor de la democracia, que defiende en lo teórico y con vehemencia práctica. Es peculiar, sí, mi amigo Pedro, mi maestro, toda una referencia con la que poder mejorar en lo intelectual y en lo personal, que son dos órdenes que van parejos.
No me pregunten por qué, que imagino que no hay un motivo determinado (puede, más bien, que haya cientos), pero hoy me apetecía hablar de los afectos hacia Pedro Farias, y así lo he singularizado, pues sobre su talla académica, sobre su trayectoria biográfica, ya se ha hablado recurrentemente y, aún siendo importante, no dice ni la mitad de lo que es en su biografía más íntima. Pedro, te mando un abrazo muy fuerte desde Murcia. Eres un catedrático en el sentido más extenso de la palabra. Lo sé, y te lo digo. De discípulo a maestro: con ese respeto y admiración te escribo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Otra amistad reclamada
Nos implicamos en esas lagunas de las que salimos con la soltura de otra amistad reclamada.
Con ademán sonoro
Hacemos caso a lo que tiene un poco de sentido amoroso. Nos hemos consultado experiencias que hoy llegan con ademán sonoro.
Algunas aplicaciones
Me siento colmado en los deseos con los que podrá ser feliz. Nos consentimos algunas aplicaciones.
Como nuevos
Nos diseñamos como nuevos. Recuperamos la riqueza que nos dio una formación con porcentajes escuetos. Nos damos más vida con más fe, que es la que tenemos en esta relación. Nos regalamos motivos. Nos amoldamos.
Categoría de un encuentro
Nos queremos sin ego. Eso es garantía de futuro para un amor que nos dará mucha profundidad. Nos tenemos con sencillez. No neguemos la categoría de este encuentro nuestro.
De aquí para allá
Hemos querido mucho, y más que querremos. La felicidad nos devuelve nuevas huellas. Nos postulamos con caricias que pasean de aquí para allá.
Disfrutar con lo que llega
Tomamos nuevas decisiones. Nos hemos sentido plenos. Las maravillas del mundo rodean nuestros corazones, que han de disfrutar con lo que les llega.
Actividades futuras
Nos comportamos en base a experiencias pasadas. Deberíamos hacerlo en función de las actividades futuras.
Son los asuntos
Nos planteamos arreglos que acaban siendo parches. Nos complacería que no marcáramos porcentajes. Los asuntos son. Daremos con más sensaciones.
En los ojos cercanos
Hemos preparado las caricias que nos iremos distribuyendo en los próximos tiempos. Nos entendemos con preparativos que ya brillan en los ojos cercanos.
Mucho más entre ellos
Me das consejos, que hago míos. Espero, igualmente, que cumplas lo que dices, porque seremos mucho más entre ellos.
Acciones del todo
Nos hemos comprendido con pocas palabras. Hay acciones que protagonizan el todo. La vida es. Nos hemos juntado bien.
Abrazos que sanan
Nos damos esas oportunidades que nos incluyen en un catálogo de abrazos que sanan de principio a fin. Seguiremos. Nos afirmaremos como buenos amigos que somos y seremos.
Con claras sensaciones
Estamos a punto de recibir ese respeto con el que creceremos como personas. Nos hemos mimetizado. Nos insistimos con claras sensaciones.
Es un gran reto
Contribuimos a estar entre esperanzas que nos marcarán el camino hacia una flamante existencia con la que seremos un poco más dichosos. Es un gran reto.
Buen recorrido
Nos comprendemos porque estamos unidos en lo básico. Hemos agudizado varios ingenios. Tenemos todo el sentido del universo. Nos dignamos a vernos. Eso ya es un buen recorrido.
Con más besos
Recibimos buenas vibraciones. Abundamos en las mejores experiencias. Estamos en campos medianos con los que subiremos a montes cercanos. Nos protegemos con más besos. No cesaremos en las acciones que nos devolverán a las bondades de antes.
De situaciones marchitas
Facilitamos las experiencias que nos han de distribuir entre afectos y consecuencias que nos sacarán de situaciones marchitas.
En más cariños
Buscamos ese elemento que nos sirva de eje para una vida que no consentirá misterios. Nos volcamos en más cariños.
Respaldados con amor
Vivimos la imagen de unos problemas que aclaran hacia dónde queremos ir. Nos respaldamos con amor, y eso me gusta.
Sin darnos soluciones
Cercamos la ida y la vuelta, y nos quedamos sin márgenes para poder maniobrar. Nos quejamos sin darnos soluciones.
Lo de siempre
Me dedico a ti en cuerpo y alma. Hemos buscado entre sensaciones nuevas, y hemos descubierto lo de siempre.
Tengo días
Tengo minutos eternos para compartir contigo, si tú quieres, claro. Tengo horas, días, lo que quieras...
miércoles, 27 de enero de 2010
Hablar de amores
Insistimos en raíces que nos libran de ciertos males con miramientos más que insinuados. Nos quitamos los complejos y volvemos a hablar de amores.
Del todo nos comprendemos
Miramos hacia ese lado en el que está lo que buscamos. La vida en la trayectoria más diversa. Nos comprendemos del todo.
Materia y sentimientos espirituales comunicativos
Somos en la dualidad, gracias a ella, es decir, participamos de lo físico, de la materia, y también del espíritu, de la sensibilidad. Comencemos cada día de la mejor manera que podamos. Una de ella es comunicando felicidad, dando lo mejor de nosotros mismos. Hay quien confunde la altura física con la intelectual, o incluso quien no las distingue, o quien no es capaz de ver los matices y las buenas propiedades que una y otra tiene. En teoría se complementan, no se pisan, no son incompatibles: no podemos decir que una se superponga a otra. Gracias a las dos damos con grandes ventajas, que debemos intentar que no sean excluyentes. En todo caso, sí ha de imperar una primera apreciación, y es que lo importante no es sólo lo que se ve, sino lo que experimentamos, lo que somos por dentro. La vida podría ser definida como sentimientos, hasta tal punto de que son sentimientos lo que quedan tras las grandes obras.
Por eso, para dar con el interior, hemos de comunicar con reflejos y buenas intenciones en el propósito de conseguir que la paz reine por los lugares por donde camina el corazón, que es la auténtica gema que hemos de conservar a toda costa. Con escrúpulos, con empatías, con entendimientos, con los talismanes que provienen de la espiritualidad y de la humanidad, todo es sorteable y mejorable.
Las raíces de la vida humana no se hunden en lo material, aunque lo parezca, sino en el tránsito hacia la mejor de las voluntades. El conocimiento nos reconoce y nos hace mejores personas. No fracasemos, y, si lo hacemos, nuestro deber es volverlo a intentar. Somos capaces de más cosas de las que pensamos. Además, no olvidemos que, si no fuera por determinados obstáculos, nunca podríamos demostrarnos hasta dónde podemos llegar. El legado humano no es siempre tangible. Quizá es bueno que no lo sea, para que no sea contaminado de malas vibraciones.
Valoremos, pues, los esfuerzos, los intentos, y no tanto las garantías. Nunca las hay. Hemos de procurar acercarnos a los momentos de un ímpetu lo suficientemente increíble como para enfrentarnos a controversias y carencias en los estados de ánimo y en las fortalezas. Seamos sensatos.
Rastreemos en la experiencia para ubicarnos en las señales más idóneas, entre ésas de las que aprendemos con serenidad y buenas intenciones, que han de ser suficientes para entusiasmarnos cada día con lo que tenemos, sea mucho o poco, que siempre es más de lo que posee la inmensa mayoría. Pongamos las cosas en su sitio e intentemos ver en lo relativo lo que ha de ser sustento en la mirada para auspiciarnos con gratitud de cara a resultados halagüeños, serenos, clarificadores.
Deseemos el bien cada vez que podamos, y manifestemos lo positivo como instrumento de auténtico entendimiento. Hemos de posibilitar los compromisos con insistentes dichas, que hemos de expandir por el cuerpo y por el alma. Tengamos presente también que empezar el día desayunando felicidad ayuda: nos da la altura contemplativa y comunicativa de la que hablamos. Sí. Pensemos que el día se verá de esta guisa, esto es, como un enorme regalo que hemos de cultivar para que fermente como la levadura. Los espíritus vuelan, la materia nos ancla al terreno de las cosas, y, juntos, somos más completos, nos hallamos en camino hacia le plenitud.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Por eso, para dar con el interior, hemos de comunicar con reflejos y buenas intenciones en el propósito de conseguir que la paz reine por los lugares por donde camina el corazón, que es la auténtica gema que hemos de conservar a toda costa. Con escrúpulos, con empatías, con entendimientos, con los talismanes que provienen de la espiritualidad y de la humanidad, todo es sorteable y mejorable.
Las raíces de la vida humana no se hunden en lo material, aunque lo parezca, sino en el tránsito hacia la mejor de las voluntades. El conocimiento nos reconoce y nos hace mejores personas. No fracasemos, y, si lo hacemos, nuestro deber es volverlo a intentar. Somos capaces de más cosas de las que pensamos. Además, no olvidemos que, si no fuera por determinados obstáculos, nunca podríamos demostrarnos hasta dónde podemos llegar. El legado humano no es siempre tangible. Quizá es bueno que no lo sea, para que no sea contaminado de malas vibraciones.
Valoremos, pues, los esfuerzos, los intentos, y no tanto las garantías. Nunca las hay. Hemos de procurar acercarnos a los momentos de un ímpetu lo suficientemente increíble como para enfrentarnos a controversias y carencias en los estados de ánimo y en las fortalezas. Seamos sensatos.
Rastreemos en la experiencia para ubicarnos en las señales más idóneas, entre ésas de las que aprendemos con serenidad y buenas intenciones, que han de ser suficientes para entusiasmarnos cada día con lo que tenemos, sea mucho o poco, que siempre es más de lo que posee la inmensa mayoría. Pongamos las cosas en su sitio e intentemos ver en lo relativo lo que ha de ser sustento en la mirada para auspiciarnos con gratitud de cara a resultados halagüeños, serenos, clarificadores.
Deseemos el bien cada vez que podamos, y manifestemos lo positivo como instrumento de auténtico entendimiento. Hemos de posibilitar los compromisos con insistentes dichas, que hemos de expandir por el cuerpo y por el alma. Tengamos presente también que empezar el día desayunando felicidad ayuda: nos da la altura contemplativa y comunicativa de la que hablamos. Sí. Pensemos que el día se verá de esta guisa, esto es, como un enorme regalo que hemos de cultivar para que fermente como la levadura. Los espíritus vuelan, la materia nos ancla al terreno de las cosas, y, juntos, somos más completos, nos hallamos en camino hacia le plenitud.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Encaminadas a más amor
Te sigo por otro espacio. No dejamos de ser. Nos exhibimos con docencias encaminadas a más amor.
No hemos dudado en las ayudas
Sabemos que nos tenemos para lo que sea menester. No hemos dudado en las ayudas que nos hemos de prestar.
Exploraciones sin lemas
Vamos a vernos. Eso nos da mucha felicidad. Estamos juntos, más. Nos rogamos volver con exploraciones sin lemas.
Sin limitaciones en el amor
Certificamos criterios con los que hemos de acudir a la novedad más permanente. Nos hemos quedado sin limitaciones en el amor. No importa que sea platónico.
El gran logro
Nos facilitamos la vida. Ése es el gran logro en el que nos movemos. Nos tratamos muy bien.
Impresiones posibles
Precisamos algunas respuestas. Recurrimos a los planteamientos que se imponen con premios que nos asaltan con puestas en escena de impresiones posibles.
No esperar conclusiones
Me has rescatado de esa soledad en la que yo mismo me había metido. No debemos esperar conclusiones antes de tiempo.
De acuerdo en las soluciones
Convergemos en las necesidades. Toca que nos pongamos de acuerdo en las soluciones. Nos debemos dar cariños.
Regalar más encanto
Hablamos. Nos aclaramos con negaciones a las bellezas que nos deberían regalar más encanto.
Tendremos que coincidir
Concertamos esos instantes que nos han de invitar a estar en esa fase nueva. Tendremos que coincidir.
Plazos de gloria
Terminamos ese momento que parecía que no se iba a extinguir. Nos comunicamos plazos que nos dejarán sin momentos de gloria. Nos besamos. Hoy no es, pese a todo, el día.
Lluvias que nos benefician
Nos influimos con intensidades que saben a gloria. Hemos calmado algunas posibilidades con lluvias que nos benefician. El amor no ha de ser en contrario.
Tarde nos presentamos
Tendremos que confesarnos una actuación que nos sacará de las vacilaciones más emergentes. Nos presentamos tarde.
Urgente e importante
Hemos amasado dudas que ahora explotan con presentes que quedan altos. No hablaremos. La vida es. Hemos resuelto lo más urgente: queda lo importante. No nos olvidemos.
Con resortes poderosos
Globalizamos las experiencias con unos recorridos que nos consultan temperaturas que nos consumen con resortes poderosos.
En un desván
Tenemos todas las opciones que queramos encontrar. Nos hemos quedado en un desván donde vemos lo justo.
Algo descubriremos
Vencemos de modo pacífico para sortear dificultades que nos surgen de manera natural. Acordamos mirarnos durante un tiempo. Algo descubriremos.
Lo que necesitamos realizar
Tendremos que vernos. Nos daremos un júbilo que marcará con claridad lo que necesitamos realizar.
Procedimientos reiterados
Concertamos encuentros con incorporaciones que nos liberan de unas mansas culminaciones de procedimientos reiterados.
A ver si aprendo
Ya te diré lo que podríamos preferir. De momento miro las jugadas a ver si aprendo de lo que ocurre.
Calladas defensas
Nos exponemos a colaboraciones que resultan gratificantes. Superamos los anhelos de calladas defensas.
Moldes diferentes
Planteamos ese deseo con celebraciones que nos han de pretender con moldes diferentes. Nos apostamos de nuevo en el lugar del comienzo.
Nuevas caricias
Me invitas, te veo y me olvido de una novedad que ha de agilizar los momentos. Nos enamoramos de nuevas caricias.
Salir del caparazón
Te confieso que te estimo, y puede que sea algo más. He de salir del caparazón que yo mismo me he creado.
martes, 26 de enero de 2010
El futuro y los recursos tecnológicos
La administración de los recursos nos ubica en una encrucijada donde el buen uso de lo disponible es crucial para los resultados que vengan después. Los progresos societarios y tecnológicos nos colocan en un umbral de enormes perspectivas. Tenemos todo el futuro del mundo. No debemos dudarlo. Las Nuevas Tecnologías, entre otros recursos, contribuyen a ello. Nos informan de todo, nos facilitan muchos procesos, nos intercomunican, y nos hacen ver lo que antes era más inescrutable o bien debían pasar muchos años antes de ser entendido y puede que hasta atendido.
El universo ha girado mucho en poco tiempo. Hemos asumido cambios de papeles, nuevos roles, deseos que van y que vuelven con nubes de algodones y, en paralelo, con reacciones a las mudanzas que tanto nos pueden. Hay una especie de pugna en la que, si respetamos los universales de bondad, solidaridad, entrega, empatía, etc., podremos conquistar cimas compartidas por la amistad y la esperanza.
No olvidemos que debemos singularizar con registros nobles. Nos hemos de regalar valentías con fines cargados de emociones ligeras de equipaje. Somos en la travesura perpetua, en el desierto que nos carga de sentimientos profundos. Podemos acercarnos a esa felicidad que hemos de repartir para que sea más amplia y más intensa.
Hemos adecuado, hasta ahora, algunos discursos, que aparecen como si los sentimientos tuvieran la suficiente fuerza para renacer. Las voluntades nos prefieren cuando son, con un poco menos, con un poco más, pero siempre desde la autenticidad. Sintamos el empeño como nuestro, como de todos, con solvencia. Hay futuro, y más con los elementos que nos ha regalado el destino del conocimiento humano, que ha de ser utilizado para claras mejorías.
El porvenir es hoy nuestro, de todos. Lo imaginamos. Sabemos que veremos la realidad de las cosas que nos han de gustar con insistentes caricias. Hemos comprendido el linaje de unas creencias que se repiten. El entusiasmo ha de venir de las diversas esencias, humanas y tecnológicas.
Nos postulamos para que nada quede al albur de un destino que no siempre ve lo que es en un destino sin fuga, aunque haya una tocata maravillosa que deberíamos saber mantener. Hagamos todo lo posible.
Seremos en los buenos ánimos, con unas creencias repetidas, que hemos de consolidar. Nos debemos despejar. Buscaremos ideas, debemos hacerlo, con las que movernos hacia ese inicio que nos permita un punto de partida idóneo, consolidado lo suficiente para no experimentar de nuevo el abandono. Incluiremos en nuestros compromisos los menos debates posibles.
Juguemos a ver lo que podemos hacer. Nos hemos de poner en marcha hacia ese nuevo momento que nos ha de unir. No dejemos que los silencios nos hagan cómplices. Las medidas nos darán posibilidades. Están ahí: aguardan.
Corregiremos los esfuerzos comunicativos para darnos más continuidad. Nos aportaremos menos debilidades, no de las consentidas. La existencia nos ha de conducir por respetos que nos hagan ganarnos las verdades con iniciativas amorosas. El amor es todo: con él no todo basta, pero sí es suficiente para alcanzar enormes cotas de dicha. Ésta sí es el sustento para justificar y explicar nuestro paso por tantos episodios y anhelos. Hay mucho futuro en la Red. Todo el que queramos. Dependerá de nosotros, de la dosificación que hagamos de los recursos, de la voluntad que pongamos. No olvidemos que el uso de los elementos condiciona el resultado y/o la experiencia con los mismos. Hemos de aprender de los errores, y también de los aciertos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
El universo ha girado mucho en poco tiempo. Hemos asumido cambios de papeles, nuevos roles, deseos que van y que vuelven con nubes de algodones y, en paralelo, con reacciones a las mudanzas que tanto nos pueden. Hay una especie de pugna en la que, si respetamos los universales de bondad, solidaridad, entrega, empatía, etc., podremos conquistar cimas compartidas por la amistad y la esperanza.
No olvidemos que debemos singularizar con registros nobles. Nos hemos de regalar valentías con fines cargados de emociones ligeras de equipaje. Somos en la travesura perpetua, en el desierto que nos carga de sentimientos profundos. Podemos acercarnos a esa felicidad que hemos de repartir para que sea más amplia y más intensa.
Hemos adecuado, hasta ahora, algunos discursos, que aparecen como si los sentimientos tuvieran la suficiente fuerza para renacer. Las voluntades nos prefieren cuando son, con un poco menos, con un poco más, pero siempre desde la autenticidad. Sintamos el empeño como nuestro, como de todos, con solvencia. Hay futuro, y más con los elementos que nos ha regalado el destino del conocimiento humano, que ha de ser utilizado para claras mejorías.
El porvenir es hoy nuestro, de todos. Lo imaginamos. Sabemos que veremos la realidad de las cosas que nos han de gustar con insistentes caricias. Hemos comprendido el linaje de unas creencias que se repiten. El entusiasmo ha de venir de las diversas esencias, humanas y tecnológicas.
Nos postulamos para que nada quede al albur de un destino que no siempre ve lo que es en un destino sin fuga, aunque haya una tocata maravillosa que deberíamos saber mantener. Hagamos todo lo posible.
Seremos en los buenos ánimos, con unas creencias repetidas, que hemos de consolidar. Nos debemos despejar. Buscaremos ideas, debemos hacerlo, con las que movernos hacia ese inicio que nos permita un punto de partida idóneo, consolidado lo suficiente para no experimentar de nuevo el abandono. Incluiremos en nuestros compromisos los menos debates posibles.
Juguemos a ver lo que podemos hacer. Nos hemos de poner en marcha hacia ese nuevo momento que nos ha de unir. No dejemos que los silencios nos hagan cómplices. Las medidas nos darán posibilidades. Están ahí: aguardan.
Corregiremos los esfuerzos comunicativos para darnos más continuidad. Nos aportaremos menos debilidades, no de las consentidas. La existencia nos ha de conducir por respetos que nos hagan ganarnos las verdades con iniciativas amorosas. El amor es todo: con él no todo basta, pero sí es suficiente para alcanzar enormes cotas de dicha. Ésta sí es el sustento para justificar y explicar nuestro paso por tantos episodios y anhelos. Hay mucho futuro en la Red. Todo el que queramos. Dependerá de nosotros, de la dosificación que hagamos de los recursos, de la voluntad que pongamos. No olvidemos que el uso de los elementos condiciona el resultado y/o la experiencia con los mismos. Hemos de aprender de los errores, y también de los aciertos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Esperemos la felicidad
Cuajamos las faenas que nos hacen felices en la larga complementación de exposiciones no meditadas. Nos mantenemos con amor. Nos haremos más felices en el corto plazo. Esperemos.
Con menos lenguajes de derrotas
Sé que estás lejos y que inexplicamente me piensas. Nos viviremos con menos lenguajes de derrotas.
Que las cosas sean
Nos instalamos en un nuevo lugar donde el respeto nos ha de ayudar. Hemos pedido que las cosas sean.
En la atalaya sin porcentajes
Me comprometo a quererte. Sabes que cumpliré. Nos henos hallado en una atalaya callada donde no hacemos porcentajes.
Seguiremos la marcha
Olvido mis aparentes pugnas con registros de besos que provocan recuerdos que nos detienen. Seguiremos, pese a todo, la marcha.
En el sentido de lo universal
Preñamos la existencia de más referencias. No podemos recordar lo que podría ser en el sentido en lo universal
Consecuencias nuevas
Estamos seguros con la huida que hemos protagonizado. No viviremos más alertas. Estaremos pendientes de consecuencias nuevas.
Las cosas que fueron
Hemos aplicado algunos cuentos con un panorama que nos deja en la sima menos grandilocuente. No negaré lo que me gusta, pero tampoco dejaré que me lleves de nuevo. Las cosas que fueron se esfumaron.
Del lado más emergente
Me motivo. El viento sigue con una carencia que nos propone seguir como si el sentido viniera del lado más emergente.
Cuando estábamos empezando
Inicio este nuevo día con la voluntad de rescatar el entusiasmo que nos iluminó cuando estábamos empezando.
Dicen lo que sentimos
Te podría decir todo, pero sabes que no tengo valor para ello. El destello de nuestros ojos, cuando se encuentran, dicen lo que sentimos.
La mirada del amor
Caemos. Somos en la otra cara de esa vida que hace tiempo que descuidamos. Debemos volver a la mirada del amor.
Con toda la ilusión del mundo
Nos preguntamos y apenas contestamos al ingenio que ha de ser la voluntad con toda la ilusión del mundo.
Con placer y dones
Negamos algunas evidencias que nos hacen vivir la transcendencia con placer y mejores dones.
Del viento huracanado
Nos hemos puesto en ese punto donde las reservas nos llevan con normas que son palabras que hemos de hacer regresar del viento huracanado.
La ubicación lo es todo
Tendré que ir. La vida es. Nos paramos para regresar a la ilusión que nos pone en ese lugar donde la ubicación lo es todo.
Provocaciones de otros instantes
Nos permitimos estar entre esos besos que nos sacan de situaciones que no comprendemos. Nos damos caricias que nos quitan las provocaciones de otros instantes.
Resignaciones reactivadas
Nos plegamos al destino, que se muestra frágil. Hemos vivido con resignaciones que se han de reactivar.
Elementos aliados
Nos unimos para vivir la experiencia con regresos pacientes. No somos. La vida es. Los elementos se han aliado. El amor ya no es radical.
Menos quietos
Nos resignamos a que los planteamientos nos lleven en sentidos divergentes. Nos hemos preparado para quedarnos menos quietos.
Volvemos a ser
Vivimos con pedagogía los instantes de pura pasión. Nos creemos buenos amigos. Renunciamos a quedarnos en la distancia. Hoy volvemos a ser.
Una pareja de futuro
Debemos apoyarnos en todo, incluso en aquello que nos separa con el fin de acercarnos desde el amor, que puede hacer de nosotros una pareja de futuro.
Nos salvaremos juntos
Tendríamos que ir a ver lo que sucede, pero no nos marcharemos. Debemos intervenir para ser un poco mejores. Nos salvaremos juntos.
Me alegra de corazón
Tendremos que ir hacia ese lado que nos propone creencias con momentos nuevos. Nos hemos consolidado como amigos, y eso me alegra de corazón.
Grandes de verdad
Nos defendemos con momentos estelares que surgen de la razón. Nos facilitamos las alegrías que nos hacen ser grandes de verdad.
Ayer mismo
Recordamos de memoria esos besos que nos dimos. Los recordamos como si se hubieran dado ayer mismo.
lunes, 25 de enero de 2010
Ya no me importa
Te cobijas a mi vera porque no tienes a dónde ir. Soy consciente de tu pronta marcha. No me importa, ya no.
Nuevas guindas
Sé asumir cuando las cosas no son. Las preferencias quedan en un bancal donde plantaremos nuevas guindas para nuestras vidas.
Pérdida temporal
Podría estar esperándote durante años. He asumido tu pérdida con carácter temporal. Esperaré nuevos milagros.
Los senderos de la comunicación
Hay muchas vías por las que podemos circular en muchas esferas vitales, y, por supuesto, más aún cuando hablamos de procesos comunicativos, que hemos de imaginar y defender abiertos. La fe mueve montañas, y probablemente todo lo demás. Hablamos de esa fe que supone convicción, buenas finalidades, propósitos que van más allá de una religión determinada. Nos referimos a la fe que es igual a confianza. Hay un futuro en la comunicación que nos determina para ser felices en la noche y puede que también en el día. No sabemos qué hacer en algunas ocasiones, pero debemos afrontar los retos con la máxima convicción. Nos hemos rodear de las mejores vibraciones, que nos deben proteger y arropar para lo que sea menester, en el aire de los albores de un nuevo día, que nos hace entender de todo, y puede que casi de nada, desde la fe en el presente y, sobre todo, en el porvenir. De vez en cuando caemos en esa sima que nos hace vivir el anochecer que nos regala la palabra con la quietud de quienes vuelven con la novedad más incierta. La superamos gracias a la comunicación, que ha de imponer el criterio del aprendizaje conjunto.
Hemos de estar en ese tono que nos ha de mitigar cualquier dolor, que surcará los efectos de unos rayos no contemplados desde el éxito fungible. Puede que lo mejor sea advertir nuevos propósitos en el afán de abandonar los instantes de otras batallas no escritas. Caminemos desde el máximo pacifismo buscando luchas y entregas que nos han de dar las salidas más correctas. Nos hemos de tener para lo que sea preciso, aunque sea para conservar la confianza, que no es poco. Busquemos las insistentes solvencias en las que nos hemos de mover todos, o casi todos.
El futuro es comunicación, es la comunicación, es lo que es, y seguirá siéndolo desde el objetivo loable de compartir a base de sensaciones nuevas, flamantes, buscadas en un eterno buceo a las esencias desde las cuales compartir con alegrías medio iniciadas, o absolutamente reales. Estaremos en ese bullicio, prestos a lo que suceda. La vida no nos ha de ahorrar consultas. Pensemos en hablar siempre que sea posible. La astucia ha de caminar por los senderos más lindos. Nos tenemos. Eso nos ha de regalar fuerza. La claridad nos ha de colmar de dichas. Seamos una y otra vez.
Añoremos los momentos de dicha, fundamentalmente aquellos que hemos sido capaces de compartir. Miremos a lo alto y digamos que las verdades son, que han de ser, que con ellas seremos, siempre seremos. Es una bendición el poder dialogar y compartir lo que pensamos, lo que hacemos, lo que nos proponemos realizar. Lo abstracto se traduce en amistad, en buenos ratos, o hemos de contribuir a ello. Somos en la voluntad que todo lo señala. Hemos de converger en las necesidades que nos hacen a todos humanos, porque lo somos en las mismas indicaciones de la Naturaleza.
Nos debemos permitir sensaciones de las cuales ir escudriñando nuevos anhelos y mejores caricias hacia la voluntad de ser y de estar con las inquietudes de lo que tiene algo de sentido. No todo es saber. La vida es un tránsito hacia muchas partes, y en ese caminar todos hemos de aprender con humildad y con perspectiva de futuro, que lo tendremos juntos, si sabemos estar en el tono de las cosas. Hemos sido, y más que seremos, desde el convencimiento de que, cuando hablamos, no sólo damos, sino que también recibimos. Hay futuro, todo el que precisamos para ser felices, que es la más legítima de las aspiraciones. Intentemos ir por él. La confianza en la comunicación nos reportará una alegría impagable con la que abundaremos en más bienestar. Seguro. Las sendas y opciones comunicativas aguardan sin complejos por un campo abierto y más que abonado.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Hemos de estar en ese tono que nos ha de mitigar cualquier dolor, que surcará los efectos de unos rayos no contemplados desde el éxito fungible. Puede que lo mejor sea advertir nuevos propósitos en el afán de abandonar los instantes de otras batallas no escritas. Caminemos desde el máximo pacifismo buscando luchas y entregas que nos han de dar las salidas más correctas. Nos hemos de tener para lo que sea preciso, aunque sea para conservar la confianza, que no es poco. Busquemos las insistentes solvencias en las que nos hemos de mover todos, o casi todos.
El futuro es comunicación, es la comunicación, es lo que es, y seguirá siéndolo desde el objetivo loable de compartir a base de sensaciones nuevas, flamantes, buscadas en un eterno buceo a las esencias desde las cuales compartir con alegrías medio iniciadas, o absolutamente reales. Estaremos en ese bullicio, prestos a lo que suceda. La vida no nos ha de ahorrar consultas. Pensemos en hablar siempre que sea posible. La astucia ha de caminar por los senderos más lindos. Nos tenemos. Eso nos ha de regalar fuerza. La claridad nos ha de colmar de dichas. Seamos una y otra vez.
Añoremos los momentos de dicha, fundamentalmente aquellos que hemos sido capaces de compartir. Miremos a lo alto y digamos que las verdades son, que han de ser, que con ellas seremos, siempre seremos. Es una bendición el poder dialogar y compartir lo que pensamos, lo que hacemos, lo que nos proponemos realizar. Lo abstracto se traduce en amistad, en buenos ratos, o hemos de contribuir a ello. Somos en la voluntad que todo lo señala. Hemos de converger en las necesidades que nos hacen a todos humanos, porque lo somos en las mismas indicaciones de la Naturaleza.
Nos debemos permitir sensaciones de las cuales ir escudriñando nuevos anhelos y mejores caricias hacia la voluntad de ser y de estar con las inquietudes de lo que tiene algo de sentido. No todo es saber. La vida es un tránsito hacia muchas partes, y en ese caminar todos hemos de aprender con humildad y con perspectiva de futuro, que lo tendremos juntos, si sabemos estar en el tono de las cosas. Hemos sido, y más que seremos, desde el convencimiento de que, cuando hablamos, no sólo damos, sino que también recibimos. Hay futuro, todo el que precisamos para ser felices, que es la más legítima de las aspiraciones. Intentemos ir por él. La confianza en la comunicación nos reportará una alegría impagable con la que abundaremos en más bienestar. Seguro. Las sendas y opciones comunicativas aguardan sin complejos por un campo abierto y más que abonado.
Juan TOMÁS FRUTOS.
El cauce de siempre
Nos pedimos un poco de amor, el suficiente para aguantar un nuevo día. Lentamente volveremos al cauce de siempre.
Tampoco parece necesario
Sorteamos las iniciativas y quedamos a expensas de razones que nos resolverán con criterios duros. No vemos todo. Tampoco parece necesario.
Espero que bueno
Aplicamos algunas soluciones ante las carencias que hoy detectamos. Nos hemos puesto manos a la obra, y algo saldrá de todo esto. Espero que bueno.
Un motivo de felicidad
Debo suponer que las cosas son. Serán con el momento de una fuerza que nos dictará algunas resoluciones posibles. Nos amamos en este nuevo día, y eso, en sí, es un motivo de felicidad.
Así estoy
Me has señalado con un dedo que considero, con el tiempo, demasiado acusador. Los amores nos dejan, tras su marcha, en soledad. Así estoy.
Te diré dónde te llevo
Reaccionamos ante las consecuencias de unas soledades que se repiten con cumplimientos un poco extraños. Te diré dónde te llevo.
Hoy quizá no
Te detienes en ese instante que debería ser crucial. Has puesto todo el deseo en ese sitio que tanto nos gusta. Nos complacemos. No daremos con variedades que hoy animen. Hoy quizá no.
Los lindes de los sentimientos
Me ilusiono. Hemos adecuado los discursos con los nombres menos gratos. Nos confundimos. Negaremos los lindes de los sentimientos.
Superar los obstáculos
Coordinamos algunos deseos con unas palabras de ánimo que siempre han de servir para superar los obstáculos.
Tan lejos como necesitemos
Nos exigimos deferencias que también hemos de defender con el coste que ello suponga. Iremos tan lejos como necesitemos.
Camino de las derrotas
No es fácil coincidir con las frecuentes apariencias que nos llevan al otro lado. Vamos a asomarnos al camino de las derrotas.
Gracias nuevas
Vivimos el lío de un destino con demasiados frentes abiertos. Nos asustamos por las responsabilidades, y vamos y venimos con gracias nuevas.
Algunas amistades consideradas
Negociamos lo que no es nuestro. Nos figuramos aspectos abstractos que nos invitan a tomar en consideración algunas amistades.
Las noches son nuestras
Prestamos ese afán que es suposición con éxitos que haremos más que relativos. Las noches son nuestras.
Sendas que se unirán
Ya te confesaré lo que pienso en cuanto llegue el momento oportuno. Las intuiciones nos conducen por sendas paralelas que cualquier día se unirán.
Ese tiempo esperado
Juramos amores que nos entretienen con esos gozos que superan los envites de una vida que apenas recorre ese tiempo esperado.
Espacios que no fueron
La vida nos hace empatar con unas figuraciones de recia factura. Llegamos a tomar en consideración espacios que no fueron.
Mitades que no son iguales
Juntamos esas piezas que gustan con anhelos que nos partieron en mitades iguales que, con el tiempo, ya no lo son.
Tiempos de la nada
Superamos los criterios que se derriten con el transcurrir de unos tiempos venidos de la nada.
Siempre te quejas
Te quejas por decir algo, por hacer ruido, por tomar en consideración lo que hace tiempo que debimos dejar. Te quejas, siempre te quejas.
Debemos superarlas
Te podría contar ese sí que me debería liberar. No veo esas sombras de las que hablas. No digo yo que no existan. Debemos superarlas.
Voluntad nueva
Te busco entre las palabras que me sanan con grandes momentos de fe en la voluntad de una vida nueva.
Sensata la Luna
Hoy la Luna es tuya, lo es por derecho propio, porque te alumbra de manera específica. Es sensata.
domingo, 24 de enero de 2010
Enamorados del buen hacer
Corremos hacia ese nuevo modelo que nos propone estar en el tono más adecuado. Nos sentimos enamorados del buen hacer.
Todo por hacer
Aclaro los conceptos de una fe que nos manda al principio y casi al final. No vemos mucho. Queda todo por hacer, o así lo hemos de ver.
La fe que mueve montañas
Pienso en ti. No hay otra cosa más importante que la fe que nos profesamos, que mueve montañas.
Trasiego y tranquilidad
Hemos pedido un poco de sal para unas vidas que han estado en un permanente trasiego y ahora necesitan tranquilidad.
Los brazos no siguen abiertos
Me propones vivir entre tus consejos que, por desgracia, tú no tomas. Nos iremos a descansar a otra parte, que seguro que espera. Los brazos no siguen abiertos.
Una vez tenía que ser
Ya te veo como eres. Has escondido algunas formas de ser. Ya no es tiempo de seguir con el juego, que considero terminado. Una vez tenía que ser.
Presencias reacias
Nos hospedamos en rincones del corazón que no imaginábamos. Nos vemos con presencias que son reacias a lo que sea del gusto de todos.
Preferencias graciosas
Estamos en esa forma que nos vuelve un poco peregrinos por los arrozales de preferencias graciosas.
Balances de los dioses
Nos hemos convencido de la voluntad de unos dioses que jugaron con nuestros amores y que hoy se detienen a hacer balances.
Posibilidades y certezas
Todo lo sabes en este día que amanece sin la ilusión de volvernos a ver. No es una cuestión de posibilidades sino de certezas.
Realidades menos profundas
Te demuestras que eres en la noche de unos tiempos que nos conducen hacia ese momento más estelar. Nos hemos puesto en esa encrucijada que nos propone realidades menos profundas.
No será único
Anticipo esos momentos en los que seremos las gracias que caminan hacia un punto de encuentro que no será único.
No lo son
Hay amores que salen caros, pero, en esos casos, debemos tener claro que no lo son, aunque lo parezcan con el paso del tiempo.
Normas llenas de paciencia
Terminamos en el mismo punto donde comenzamos. Nos prestamos a vivir con normas llenas de paciencia.
Cariños que nos harán ser personas
Corriges miradas y llegas con unas fuerzas que creíamos perdidas. Nos enamoramos de nuevos momentos con los que vamos a incrementar las astucias sinceras por cariños que nos harán ser más personas.
Nos planteamos ir
Me alegro de que las cosas vayan bien. Hemos sentido que los testimonios nos aclaran nuevos conceptos. Nos planteamos ir.
Deseos de amistad
Tendré que decirte todo, una vez que hemos superado juntos los enormes deseos de amistad que teníamos.
Claro que iré
Atiendo tus impaciencias con unas sonrisas que me hacen seguir por la senda más querida. Iré, claro que iré.
Escribiremos reglas
Advierto detalles que agrupan ansias de pura libertad que nos conmueven con reglas que escribiremos donde sea menester.
Me enamoro más
Me acerco a verte, y hoy, por la intención, entiendo que te veo de verdad, como eres..., y me enamoro más, claro.
Glorias silentes
Hablaremos de lo que merece la pena, de lo que fue entusiasmo y consecución con presencias de glorias silentes.
Pasiones libres
Adecuamos el deseo a los instantes que hemos de concluir con pasiones libres. Nos subimos a la embarcación que nos regalará alegría.
Te diré que es posible
Tenemos que decir que es posible con flechas que nos pueden en la entrega más absoluta. Te diré que es posible.
Convenciones que haremos naturales
Pido que me entiendas, así, sin más, por las buenas, con crecientes convenciones que haremos naturales.
Ideas de entrega
Me planteo el recorrido diverso con una conjura de pensamientos ligeros que nos alcanzan con negaciones de propósitos que nos harán vivir en la cadencia de ideas de entrega.
Anhelos de libertad
Te esperaba ayer, y ayer te dije que sí con una conformidad que me propone anhelos de libertad.
sábado, 23 de enero de 2010
Los trataremos de conservar
Eres increíble. Hemos aprendido en la carencia de afectos, y ahora que los tenemos los trataremos de conservar.
Muestras simpáticas
Intento regresar a ese tiempo en el que supimos lo que era la felicidad. Nos poblamos de muestras simpáticas.
Los aliados de la comunicación
Es una suerte el poder comunicar, una suerte que hay que procurar cada jornada en el intento sólido de seguir con garantías basadas en alianzas. La radiografía bien puede ser la que señalamos en este escrito. Permanecemos en defensa de las virtudes de la comunicación. Nos sentimos plenos con ella. Amanece con sencillos y esenciales rayos de Sol que nos salvan el nuevo día. No es poco. Sin la rutina no habría vida. Hemos de ascender por las mismas costumbres para poder llegar a la cima que representa cada jornada, que, para que no se colme de hastío, hemos de llenar de paciencias, de cambios, de largas listas de caricias con descansos incluidos. No nos alcemos por vericuetos que nos detengan en un momento dado por falta de camino o por demasiada pendiente. La estrategia ha de llevarnos al sí convergente.
Hagamos reiteradas reflexiones. Acarreamos, a menudo, pesadas cargas que hemos de dejar en alguna parte lo antes posible. Debemos llamar al buen deseo, que nos ha de proteger de las insensateces que nos meten en un mundo de soledades oscuras, largas. Salgamos al campo abierto donde escucharemos sonidos de gran amistad. Cabalguemos por llanuras que no nos cansen tanto. Nos debemos una jovialidad razonable. Sin ella, no seremos, no estaremos, no podremos. No nos expongamos a esos instantes que nos pueden romper la estructura que precisamos.
Cabalguemos hasta la cumbre que nos invitará a contemplar las circunstancias de otro modo. El alba nos trae directrices que hemos de aprender y cumplir. La vida tiene muchas direcciones que debemos comprender en los albores de cada etapa. Nos identificamos con el tiempo que no llama a ninguna puerta. Nos preparamos para abrirla con sorpresa y buenos fines, que nos determinarán para hacer de los besos aves de gloria. No retornaremos a la infancia que fue base y sustento para caracterizar lo que pretendemos.
Somos amigos. Nos planteamos algunas protecciones con las que conseguir que las eras no sean consecuencia de secretos que no podemos escrutar. Gustamos de acuerdos para tomar las palabras coloreadas, vibrantes también. Las velas iluminan los tránsitos que nos descubrirán con versiones queridas. Nos vendremos con el afán de añorar y de dar con las claves más jugosas. Iremos cualquier día a nuestra Luna particular para obtener flamantes pretensiones con las alas hacia el infinito. No pensaremos en las cifras de antaño ni en porcentajes que nos impulsen a una alegría nominada por personas a las que no interesamos. Debemos elegir bien.
El tiempo y la comunicación se convierten en aliados hacia esa esperanza que nos compensará con turnos de preferencias novísimas. Hemos encallado. Las consultas serán contestadas con una cautela que favorecerá las realidades. Dividiremos los sentimientos para multiplicarlos. La belleza proviene de ti. Lo sé: me lo has demostrado. Te has convertido en esa guía a la que seguiré hasta el final de una etapa que procuraré que sea sempiterna. Las esencias sencillas que precisamos seguirán ahí. Intentaremos no olvidarlo. El aprendizaje no tiene tiempo, no debe, o no lo sería.
Es el día. Después de todo lo que ha ocurrido ha llegado el momento de despertar. Nos daremos más ocurrencias. Es cuestión de comunicar sin marcarnos plazos cerrados. El tiempo es un intangible que hemos de aprovechar a favor y nunca en contra. En la medida de lo posible, claro. Mantengamos las constantes vitales para precisar los límites que hemos de superar para expandir el buen humor. Aquí, sin tiempo. Ilustraremos con modelos en positivo las esencias de una comunicación que es, o ha de ser, emocionante, sustantiva y cimiento existencial. Hay muchos aliados de la comunicación. Nos hemos de alimentar de ellos sin extinguirlos, procurando netos beneficios.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Hagamos reiteradas reflexiones. Acarreamos, a menudo, pesadas cargas que hemos de dejar en alguna parte lo antes posible. Debemos llamar al buen deseo, que nos ha de proteger de las insensateces que nos meten en un mundo de soledades oscuras, largas. Salgamos al campo abierto donde escucharemos sonidos de gran amistad. Cabalguemos por llanuras que no nos cansen tanto. Nos debemos una jovialidad razonable. Sin ella, no seremos, no estaremos, no podremos. No nos expongamos a esos instantes que nos pueden romper la estructura que precisamos.
Cabalguemos hasta la cumbre que nos invitará a contemplar las circunstancias de otro modo. El alba nos trae directrices que hemos de aprender y cumplir. La vida tiene muchas direcciones que debemos comprender en los albores de cada etapa. Nos identificamos con el tiempo que no llama a ninguna puerta. Nos preparamos para abrirla con sorpresa y buenos fines, que nos determinarán para hacer de los besos aves de gloria. No retornaremos a la infancia que fue base y sustento para caracterizar lo que pretendemos.
Somos amigos. Nos planteamos algunas protecciones con las que conseguir que las eras no sean consecuencia de secretos que no podemos escrutar. Gustamos de acuerdos para tomar las palabras coloreadas, vibrantes también. Las velas iluminan los tránsitos que nos descubrirán con versiones queridas. Nos vendremos con el afán de añorar y de dar con las claves más jugosas. Iremos cualquier día a nuestra Luna particular para obtener flamantes pretensiones con las alas hacia el infinito. No pensaremos en las cifras de antaño ni en porcentajes que nos impulsen a una alegría nominada por personas a las que no interesamos. Debemos elegir bien.
El tiempo y la comunicación se convierten en aliados hacia esa esperanza que nos compensará con turnos de preferencias novísimas. Hemos encallado. Las consultas serán contestadas con una cautela que favorecerá las realidades. Dividiremos los sentimientos para multiplicarlos. La belleza proviene de ti. Lo sé: me lo has demostrado. Te has convertido en esa guía a la que seguiré hasta el final de una etapa que procuraré que sea sempiterna. Las esencias sencillas que precisamos seguirán ahí. Intentaremos no olvidarlo. El aprendizaje no tiene tiempo, no debe, o no lo sería.
Es el día. Después de todo lo que ha ocurrido ha llegado el momento de despertar. Nos daremos más ocurrencias. Es cuestión de comunicar sin marcarnos plazos cerrados. El tiempo es un intangible que hemos de aprovechar a favor y nunca en contra. En la medida de lo posible, claro. Mantengamos las constantes vitales para precisar los límites que hemos de superar para expandir el buen humor. Aquí, sin tiempo. Ilustraremos con modelos en positivo las esencias de una comunicación que es, o ha de ser, emocionante, sustantiva y cimiento existencial. Hay muchos aliados de la comunicación. Nos hemos de alimentar de ellos sin extinguirlos, procurando netos beneficios.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Un universo vencido
Me haces caso, hoy es así. Algo ha cambiado, que supongo que tiene que ver con las relevancias de un universo vencido.
Un peso al que me tengo que sobreponer
Me sorprendo con lo que dices, con ese amor que me hace pregonar un peso al que me tengo que sobreponer.
Mucho en un instante
Te he hallado después de toda una vida buscándote. No sabía que iba a tener tanta suerte. Me has dado mucho en un instante.
Te hablo en otros sueños
Confieso que estoy por labor de amarte sin condiciones, pero no sé si ésa será mi condena. Te hablo en otros sueños.
Atentos para no quedarnos fuera
Generamos un poco de razones con las que aumentar los elementos más queridos. Hemos estado atentos, y seguiremos para no quedarnos fuera.
Nos hemos sido fieles
Nos debemos una prontitud con la que incrementar el gozo de las sombras, que siguen ahí. Nos hemos sido fieles.
A salvo y con un poco de felicidad
Vivimos en ese asombro que permite que el amor sea siempre una sorpresa. Nos mantenemos en esa cima que construimos para estar a salvo y con un poco de felicidad.
Queda mucho más cariño
Hacemos un taller de deseos que fraguan en esas ocasiones que nos son propicias. Hemos amado mucho, pero aún queda mucho más cariño.
Algo así
Te encuentro en un nuevo lugar, con un deseo afable de crecer, y somos en la trayectoria que nos pone nombre, que nos endulza, que nos quiere, que nos hace ser, o algo así.
Lo que no existe
Nos aplicamos en recorridos que no sirven para el enlace que buscamos. Hemos perseguido lo que no existe.
Sensaciones medio nuevas
Ya te diré algo más en cuanto sea posible. Nos enganchamos a sensaciones medio nuevas que luego resulta que no lo son.
La voluntad más incierta
Nos dirigimos con paso abigarrado hacia ese monte en el que creceremos de verdad. Hemos sentido la voluntad más incierta.
Resolver lo que no tenemos
Iremos a ver lo que ocurre. Los universos nos cansan de esperanzas no fraguadas. Hemos estado pendientes de resolver lo que no tenemos.
Testigos de otros mundos
Nos lastimamos con esperas que no son esas cartas de naturaleza con las que soñamos. Fuimos testigos de otros mundos.
Puede que sí y puede que no
Queremos ser, y seguramente seremos en la noche que nos entretiene tanto. Puede que hallemos algo de franqueza. Puede que sí y puede que no.
Una mirada no fragmentada
Nos tendremos que decir que estamos preparados, aunque no lo estemos, porque una vez hay que empezar a defender lo que espiritualmente es nuestro. Nos debemos una mirada no fragmentada.
Con vueltas hacia la realidad
Aviso de nombres que nos aclaran las posturas en las que seremos ese todo imaginario con vueltas hacia la realidad.
La alegría que nos mantendrá
Nos ponemos a laborar con raíces profundas, con un amor que nos enseña el camino hacia esa alegría que nos mantendrá en el mismo sitio.
Demostramos que será
Prestamos un poco de buen amor para salir de ese momento en el que la fuerza lo es todo. Nos hablamos, nos contamos, nos confesamos lo que queremos, y demostramos que será.
La actitud nos ayudará
Añades valor a un anhelo que nos conjunta con una voluntad de raíces queridas. Estamos listos para entendernos. La actitud nos ayudará.
Esto es posible
Crecemos con la voluntad de dar con las caricias que en su día nos enseñaron a amar. No hemos dejado de pensar que esto es posible.
Fantasía y hermosura
Me enfrento al día con la ilusión de tenerte cerca, de saber de ti, de quererte, de pensar que todo lo que tenemos por delante es fantasía y hermosura.
viernes, 22 de enero de 2010
Querencias nuevas
Rastreo de veras en tu corazón, pero de veras no hallo nada. Nos hemos visto muy a lo lejos. Nos contamos querencias nuevas.
Falta de ritmo
Aligero el paso para ver si cobro más vida. Las lentas esperas no son. Los pasos me cansan, quizá por la falta de ritmo.
Eso vale mucho
Me quejo de tu querer porque va y viene, porque me hace más débil, porque se esfuma. Nos miramos con amor, y eso vale mucho.
Está la dicha suprema
Desgranas las razones de un futuro que nos comprenderá con las medias mitades que pocos ven. Nos declaramos enamorados. La dicha suprema está.
Mañana toca milagro
Acecho para verte en los sueños que nadie me puede robar. Miro la estela que has dejado. No te veo con claridad, pero lo haré. Si tengo que esperar, aguardaré, que mañana toca milagro.
Eternidades comunicativas por descubrir
La eternidad está ahí, a la vuelta de la esquina, en cualquier rincón, en el resquicio de cada actividad. El afán de cualquier camino u opción ha de ser el dar con las llaves que nos abran las puertas de los sueños para que, de algún modo, se hagan realidad. Hagamos unas meditaciones que, al mismo tiempo, cerraremos en primera persona, y por ello nos decimos así:
“Te pienso con otras claves, con los mejores propósitos y deseos, con la voluntad de una llegada a punto hasta el cielo de los intereses no materiales ni formalmente escritos. Prefiero quererte con lo poco o lo mucho que tienes, con las fórmulas no escritas. Eres ese gozo con el que crezco en la vida que es todo y algo más. Nos sumamos. Hemos sido con la adicción de pretensiones que fraguan en forma de comunicación, con la divisa del cambio y del pacto.
Medito en las series de intenciones con las que hemos de crecer. No embarguemos las soluciones ahora que todo es empezar, o algo así. Preñemos las iniciativas de más anhelos, de recetas no mágicas que permitan surtir sus brillantes efectos en el presente que puede ser futuro. Estamos listos para ser en la magia que nos recorre con fermentos en positivo. Ahí estamos para lo que sea menester.
Olvidemos los instantes más fatigosos para recorrer un espacio que ha de ser soporte para el bienestar futuro, sustentado en el presente. Guiñemos el ojo del amor para dar con más solvencia con las aperturas a años de júbilo permanente. No hemos indicado lo que queríamos hacer, pero la intuición ya conoce algo de lo que se ha de llevar a término. Juramos en su día cariño eterno: es normal, pues genera más amor.
Agotamos en adelante los puestos que habíamos reservado para emplearlos en los momentos de cierto trasiego. Nos medimos con razones que serán los argumentos de creencias divinas, ahora convertidas en sensaciones mágicas, pendientes de ser elucubradas. Pagamos por adelantado las intenciones, que no objetivos, para aplicar remedios que tienen que ver con la negociación sin resultados “a priori”.
Divagamos en algunas etapas, pero no en ésta. Ahora debemos apretar el acelerador para acercarnos a las conclusiones de un universo en permanente reciclaje. Empezaremos de nuevo, pronto, pero con las experiencias conocidas de siempre. Hemos estado en ese orden que nos da consecuencias. Debemos tratar de sentirnos orgullosos hasta de lo que es pequeño y fútil.
Los sueños nos transportan a realidades compuestas de imágenes que se han dado solo a medias, o que quizá nunca han existido. Mezclamos en ellos los bordes de estructuras y de coyunturas y tropezamos en cuestiones que quedan sin la suficiente textura. Puede que con la narración le demos una cierta envergadura. Todo está en los dos lados, y en los dos es, y ahí continúa. Es lo que tiene lo virtual: no siempre damos con todas las claves. Puede que tengamos que buscarlas para comprender lo que comunican, y lo que no, esos sueños que todos tenemos”.
Imagino que queda todo un mundo de eternidades sencillas por descubrir. Con decoro lo iremos haciendo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
“Te pienso con otras claves, con los mejores propósitos y deseos, con la voluntad de una llegada a punto hasta el cielo de los intereses no materiales ni formalmente escritos. Prefiero quererte con lo poco o lo mucho que tienes, con las fórmulas no escritas. Eres ese gozo con el que crezco en la vida que es todo y algo más. Nos sumamos. Hemos sido con la adicción de pretensiones que fraguan en forma de comunicación, con la divisa del cambio y del pacto.
Medito en las series de intenciones con las que hemos de crecer. No embarguemos las soluciones ahora que todo es empezar, o algo así. Preñemos las iniciativas de más anhelos, de recetas no mágicas que permitan surtir sus brillantes efectos en el presente que puede ser futuro. Estamos listos para ser en la magia que nos recorre con fermentos en positivo. Ahí estamos para lo que sea menester.
Olvidemos los instantes más fatigosos para recorrer un espacio que ha de ser soporte para el bienestar futuro, sustentado en el presente. Guiñemos el ojo del amor para dar con más solvencia con las aperturas a años de júbilo permanente. No hemos indicado lo que queríamos hacer, pero la intuición ya conoce algo de lo que se ha de llevar a término. Juramos en su día cariño eterno: es normal, pues genera más amor.
Agotamos en adelante los puestos que habíamos reservado para emplearlos en los momentos de cierto trasiego. Nos medimos con razones que serán los argumentos de creencias divinas, ahora convertidas en sensaciones mágicas, pendientes de ser elucubradas. Pagamos por adelantado las intenciones, que no objetivos, para aplicar remedios que tienen que ver con la negociación sin resultados “a priori”.
Divagamos en algunas etapas, pero no en ésta. Ahora debemos apretar el acelerador para acercarnos a las conclusiones de un universo en permanente reciclaje. Empezaremos de nuevo, pronto, pero con las experiencias conocidas de siempre. Hemos estado en ese orden que nos da consecuencias. Debemos tratar de sentirnos orgullosos hasta de lo que es pequeño y fútil.
Los sueños nos transportan a realidades compuestas de imágenes que se han dado solo a medias, o que quizá nunca han existido. Mezclamos en ellos los bordes de estructuras y de coyunturas y tropezamos en cuestiones que quedan sin la suficiente textura. Puede que con la narración le demos una cierta envergadura. Todo está en los dos lados, y en los dos es, y ahí continúa. Es lo que tiene lo virtual: no siempre damos con todas las claves. Puede que tengamos que buscarlas para comprender lo que comunican, y lo que no, esos sueños que todos tenemos”.
Imagino que queda todo un mundo de eternidades sencillas por descubrir. Con decoro lo iremos haciendo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Responsabilidad en ser buenos para una buena comunicación
Comunicar entraña una enorme responsabilidad, incluso cuando pensamos que se trata de procesos más o menos nimios. En ella, la bondad es el punto de referencia, o, su equivalente, los buenos propósitos. Así debería ser. Los baluartes comunicativos han de ser, esencialmente, la búsqueda de la verdad desde la buena intención procurando servir de la mejor manera posible a los interlocutores, enseñando desde la humildad, pero también desde la firmeza, yendo hacia delante con paso entregado y sin prisa. La voluntad ha de ser básica. La bondad, la solidaridad, las creencias en positivo, las actuaciones correctoras cuando sea menester, los anhelos en función de todos, de los demás, de la sociedad misma, han de ser ejes vertebradores de la actividad en la que nos incardinemos cada jornada.
Hablemos siempre con responsabilidad, buscando el contexto, dando las explicaciones necesarias para que el mensaje llegue y llegue bien. La vida es eso: una entrega absoluta para que las cosas tengan su efecto, el fin deseado. Miremos a los demás, tengamos en cuenta sus gestos, sus ademanes, sus maneras de hacer y de percibir. Estemos tranquilos, sosegados, procurando que las cosas salgan de manera natural, sin resortes delgados que a menudo apenas se ven.
Oteemos en estos elementos, circunstancias, momentos o actitudes las necesarias bases para que todo el procedimiento que se sigue, consciente o inconscientemente, en materia comunicativa llegue a un buen puerto y con estupendos resultados. Seamos sensatos, aunque eso no quiere decir que no podamos arriesgar, que seguramente debemos. Hemos de insistir para dar con las válidas intenciones y atenciones que un intercambio de ideas y de opiniones ha de albergar.
La vida es un compendio de acontecimientos que vamos encajando gracias a la comunicación. Pensemos en ellos desde la ternura, desde la consideración más idónea y puede que también más espontánea. La frescura en el quehacer cotidiano, la persecución de una instantánea actualización, el afán por mejorar desde la inquietud tranquila son bases para construir la realidad comunicativa que, en éste y en otros casos, equivale a realidad en las relaciones y en el encuentro diario.
Hagámonos caso, tengamos en cuenta las tareas y los intentos de los otros desde la sensación tenue de que juntos podemos llegar con unas extraordinarias galas. Vistamos los mejores hábitos. Miremos, intentemos escudriñar lo que acontece, contemplemos las emociones desde el distingo de lo preciso, de lo necesario, de lo que puede ser insistentemente bueno. Generemos emociones con unas gracias que nos han de portar a la amistad suprema, y siempre basada en una idónea, que no ideal, comunicación.
Nos debemos agarrar, pues, a las pretensiones más universalmente bondadosas, en el afán de búsqueda de la credibilidad, de los amables fines de paz, amor y entendimiento, que también añaden, sin duda, un poco de salud, por las actitudes que entrañan. Hagamos caso a cuanto es, a lo que es, a lo que viene, a lo que podría ser, con garbo y buenas señales. Miremos, seamos, hablemos. Las aptitudes y actitudes han de coaligarse desde la mirada más hermosa para llegar al paraíso del entendimiento, de la compresión. No hay nada, no, no hay nada más bello. No olvidemos que tenemos la responsabilidad de ser buenos para conseguir una buena comunicación. Ahora y siempre.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Hablemos siempre con responsabilidad, buscando el contexto, dando las explicaciones necesarias para que el mensaje llegue y llegue bien. La vida es eso: una entrega absoluta para que las cosas tengan su efecto, el fin deseado. Miremos a los demás, tengamos en cuenta sus gestos, sus ademanes, sus maneras de hacer y de percibir. Estemos tranquilos, sosegados, procurando que las cosas salgan de manera natural, sin resortes delgados que a menudo apenas se ven.
Oteemos en estos elementos, circunstancias, momentos o actitudes las necesarias bases para que todo el procedimiento que se sigue, consciente o inconscientemente, en materia comunicativa llegue a un buen puerto y con estupendos resultados. Seamos sensatos, aunque eso no quiere decir que no podamos arriesgar, que seguramente debemos. Hemos de insistir para dar con las válidas intenciones y atenciones que un intercambio de ideas y de opiniones ha de albergar.
La vida es un compendio de acontecimientos que vamos encajando gracias a la comunicación. Pensemos en ellos desde la ternura, desde la consideración más idónea y puede que también más espontánea. La frescura en el quehacer cotidiano, la persecución de una instantánea actualización, el afán por mejorar desde la inquietud tranquila son bases para construir la realidad comunicativa que, en éste y en otros casos, equivale a realidad en las relaciones y en el encuentro diario.
Hagámonos caso, tengamos en cuenta las tareas y los intentos de los otros desde la sensación tenue de que juntos podemos llegar con unas extraordinarias galas. Vistamos los mejores hábitos. Miremos, intentemos escudriñar lo que acontece, contemplemos las emociones desde el distingo de lo preciso, de lo necesario, de lo que puede ser insistentemente bueno. Generemos emociones con unas gracias que nos han de portar a la amistad suprema, y siempre basada en una idónea, que no ideal, comunicación.
Nos debemos agarrar, pues, a las pretensiones más universalmente bondadosas, en el afán de búsqueda de la credibilidad, de los amables fines de paz, amor y entendimiento, que también añaden, sin duda, un poco de salud, por las actitudes que entrañan. Hagamos caso a cuanto es, a lo que es, a lo que viene, a lo que podría ser, con garbo y buenas señales. Miremos, seamos, hablemos. Las aptitudes y actitudes han de coaligarse desde la mirada más hermosa para llegar al paraíso del entendimiento, de la compresión. No hay nada, no, no hay nada más bello. No olvidemos que tenemos la responsabilidad de ser buenos para conseguir una buena comunicación. Ahora y siempre.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Debería bastarte
Nos hemos puesto a peregrinar por razones y entusiasmos que nos alcanzan con reglas no escritas. Te digo que te quiero, y eso debería bastarte.
Déjate llevar
No pienses que la premura te hará llegar antes. No lo pienses: déjate llevar por tus renovadas fuerzas.
Debemos resistir
Te imagino bien. Seguro que lo estás. Nos presentamos con unas insistentes caricias que nos olvidarán. Nos agotamos, pero debemos resistir.
No cancelemos el momento
Las mitades nos han de llevar a esos elementos enteros con los que construir lo máximo y lo mínimo. No cancelemos el momento.
Lo veo en tus actos
Me hablas de entereza e insistes en ella. No preciso tus explicaciones. Todo lo veo en tus actos.
Vieja gloria
Llevamos esa vieja gloria en las manos. No es visible, pero nosotros sabemos que está y que nos sirve para ese entusiasmo que precisamos.
No todo
Podría esperar, pero no lo haré. He aguardado milagros que jamás existirán. La voluntad es casi todo, pero no todo.
Hace tiempo que creo en ti
Creo en ti. No te lo puedo decir más claro, más alto, y de manera más entregada. Hace tiempo que lo hago.
Nos contestaremos pronto
Me he empecinado en tu amor. Tú también lo hiciste. Por ello deberías entenderme. Nos contestaremos pronto.
Busquemos ayuda
Nos fortalecemos en la nueva campaña de un mundo que anda de un lado para otro para no contemplar lo justo. Busquemos ayuda, si es menester.
Que no nos detengan los recuerdos
Tengo la esperanza de que todo salga estupendamente, como necesitamos, como anhelamos, desde el planteamiento mismo de la vida. Saldremos juntos de este lugar donde nos quedamos voluntariamente. Intentemos que no nos detengan los recuerdos.
En campo propio
Estamos en ese tren que nos lleva a un mundo lleno de novedades con las que podremos existir en una paz lograda tras mucho tiempo. Hoy jugamos en campo propio.
Declaración de fines
Me impones un cansancio que sabe a guerra llena de heridas difíciles de catalogar. Nos pondremos en marcha para otra declaración de fines.
Derecho a ser felices
Te confieso que creo que deberíamos amarnos. Hemos callado. No dejes que las cosas salgan de otra guisa. Te tengo muy cerca de mí. Hemos insistido porque tenemos derecho a ser felices.
Con más cariño
Planto cara a ese destino que se empeña en separarnos. Estaremos bien. Hemos agarrado la vida con más cariño.
No nos separaremos
Aligeramos el viaje. No es una cuestión de prisa, sino de ver lo que nos conviene. No nos separaremos.
Paz de los ancestros
Me impongo esa moraleja con la que aprender a ser antes que a tener. Nos hemos enseñado a vivir en la paz de los ancestros.
Glorias divinas
Hemos abundado en esos criterios que nos apagan los fuegos que deberíamos mantener con glorias divinas.
Negaciones propias
Te podría poner en ese brete que es abundante dicha con negaciones que haremos propias. No seremos, hoy no.
Tenerte aquí
Me gustaría que estuvieras conmigo, que valoraras mis sentimientos, que no te desplazaras hacia un mundo de difícil factura. Me complacería tenerte aquí.
Grandes pasiones
Restauramos las caricias con las noches que son lunas con pensamientos que se eliminan con grandes pasiones.
No lo haremos más
Estamos en esa forma que nos amolda a las intenciones de un mundo casi mejor. Nos hemos callado ante el amor que sentimos, pero no lo haremos más.
Colaborar más
Venimos a conformarnos con la grandeza de un espíritu que es amor y deseos. Nos hemos puesto a colaborar más.
Nos damos más valentía
Me conformas con unas astucias que nos eliminan de una faz en la que logramos sonreír. Nos damos más valentía.
Llegaré a tu vera
Me gustaría contarte todo lo que te amo, pero no lo haré hoy, que no quiero ilusionarme. Llegaré a tu vera antes o después.
jueves, 21 de enero de 2010
Con las flores
Vivo en esa cautela que te aconsejas, y te vas con las flores que nos pensamos entregar.
La apuesta en común de la profesión periodística
La profesión de periodista es uno de los soportes de cualquier sociedad democrática y en evolución. La apuesta de este escrito es a favor del quehacer que considero más maravilloso y gratificante. Damos un poco de contexto. La existencia humana es un viaje lleno de hitos y de eventos más o menos importantes que hemos de tratar de optimizar desde la experiencia y la mejor de las intenciones. Nos fijamos ahora en la comunicación y, concretamente, en el ámbito periodístico. Celebramos este 24 de Enero el patrón de los periodistas, San Francisco de Sales. Parece ser que se trató de un santo que trasladó la palabra de Dios utilizando lo que entonces se denominaban avisos o volantes con los que daba la buena nueva de su fe. Fue, en este sentido, práctico, al usar medios mucho más visibles y populares que los libros que, entonces, estaban en manos de una reducida minoría.
Esta efeméride es una ocasión perfecta para felicitar a los compañeros y compañeras y para alentarles en el ejercicio de una profesión que, como dice el maestro colombiano Gabriel García Márquez, es “la más hermosa del mundo”. Lo es, claro que sí, a pesar de la complejidad de un universo que gira demasiado deprisa y que se entretiene en el “corto-plazo” para buscar soluciones que seguro que han de mirar más allá, a un futuro tan señero como necesitado por todos/as.
Los problemas de la profesión son conocidos, pero no por ello debemos dejar de enumerarlos: precariedad laboral, bajos salarios, intrusismo, reducciones de plantillas, crisis económica, necesidades formativas, falta de tiempo en algunas ocasiones para hacer la labor bien, etc. No son excusas: son explicaciones de lo que sucede, que nos han de motivar para ir buscando sendas que nos conjuguen a todos, a empresarios, a directivos, a Administraciones Públicas, a los profesionales, a las entidades que los representan, etc. en el afán y en el deseo de ir mejorando lo que hacemos y cómo lo realizamos.
También es preciso que incidamos en puntos como el siguiente: el último informe sobre la situación periodística que ha realizado el profesor Pedro Farias para la Asociación de la Prensa de Madrid nos dice que nada ha hecho tanto daño a la profesión como la mala prensa del corazón, esto es, ésa que no consulta fuentes y que conculca conscientemente derechos fundamentales de las personas como son el derecho a la dignidad y al decoro en la imagen, por poner unos ejemplos. Frente a ello debemos hablar y decir que todas las prácticas comunicativas no son periodísticas.
La solución, sin duda, está en la concordia, en esa unión que hace la fuerza, en esas puestas en común que nos subrayan que los foros han de ser los ejes sobre los que construyamos las salidas y posibles soluciones a los problemas que hay planteados. Juntos podemos. Seguro. En esto hemos de predicar con esfuerzo, con voluntad y utilizando nuestro instrumento básico: la comunicación misma. No es posible que no hagamos del diálogo la base de nuestro futuro, que pasa por poner sobre la mesa esos puntos intermedios (la autorregulación es uno de ellos) con los que podemos ir corrigiendo esa visibilidad deteriorada de la profesión. Recordemos que, cuando preguntamos a la ciudadanía, este oficio no suele salir bien parado en la ponderación.
No debemos tener prisa, pero tampoco debemos demorarnos a la hora de asumir el desafío de afrontar los problemas profesionales. Como dijo el propio patrón, San Francisco de Sales, “lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrar siempre con tranquilidad y calma”. Ése puede ser el consejo, la recomendación que nos hemos de dar entre todos. La crisis actual no deja de ser una puesta en cuestión de la situación conocida hasta ahora. Seguro que, en esos vaivenes, hallamos el tren para partir hacia otra realidad mucho mejor. Claro que para ello hemos de apuntar una cierta valentía. Ese periplo está lleno de hermosura y de buen hacer. No faltemos a la cita. La profesión más linda del mundo nos aguarda con mucha fe. La formulación de este oficio ha de recabar un panorama con todos los sectores involucrados e interesados en él.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Esta efeméride es una ocasión perfecta para felicitar a los compañeros y compañeras y para alentarles en el ejercicio de una profesión que, como dice el maestro colombiano Gabriel García Márquez, es “la más hermosa del mundo”. Lo es, claro que sí, a pesar de la complejidad de un universo que gira demasiado deprisa y que se entretiene en el “corto-plazo” para buscar soluciones que seguro que han de mirar más allá, a un futuro tan señero como necesitado por todos/as.
Los problemas de la profesión son conocidos, pero no por ello debemos dejar de enumerarlos: precariedad laboral, bajos salarios, intrusismo, reducciones de plantillas, crisis económica, necesidades formativas, falta de tiempo en algunas ocasiones para hacer la labor bien, etc. No son excusas: son explicaciones de lo que sucede, que nos han de motivar para ir buscando sendas que nos conjuguen a todos, a empresarios, a directivos, a Administraciones Públicas, a los profesionales, a las entidades que los representan, etc. en el afán y en el deseo de ir mejorando lo que hacemos y cómo lo realizamos.
También es preciso que incidamos en puntos como el siguiente: el último informe sobre la situación periodística que ha realizado el profesor Pedro Farias para la Asociación de la Prensa de Madrid nos dice que nada ha hecho tanto daño a la profesión como la mala prensa del corazón, esto es, ésa que no consulta fuentes y que conculca conscientemente derechos fundamentales de las personas como son el derecho a la dignidad y al decoro en la imagen, por poner unos ejemplos. Frente a ello debemos hablar y decir que todas las prácticas comunicativas no son periodísticas.
La solución, sin duda, está en la concordia, en esa unión que hace la fuerza, en esas puestas en común que nos subrayan que los foros han de ser los ejes sobre los que construyamos las salidas y posibles soluciones a los problemas que hay planteados. Juntos podemos. Seguro. En esto hemos de predicar con esfuerzo, con voluntad y utilizando nuestro instrumento básico: la comunicación misma. No es posible que no hagamos del diálogo la base de nuestro futuro, que pasa por poner sobre la mesa esos puntos intermedios (la autorregulación es uno de ellos) con los que podemos ir corrigiendo esa visibilidad deteriorada de la profesión. Recordemos que, cuando preguntamos a la ciudadanía, este oficio no suele salir bien parado en la ponderación.
No debemos tener prisa, pero tampoco debemos demorarnos a la hora de asumir el desafío de afrontar los problemas profesionales. Como dijo el propio patrón, San Francisco de Sales, “lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrar siempre con tranquilidad y calma”. Ése puede ser el consejo, la recomendación que nos hemos de dar entre todos. La crisis actual no deja de ser una puesta en cuestión de la situación conocida hasta ahora. Seguro que, en esos vaivenes, hallamos el tren para partir hacia otra realidad mucho mejor. Claro que para ello hemos de apuntar una cierta valentía. Ese periplo está lleno de hermosura y de buen hacer. No faltemos a la cita. La profesión más linda del mundo nos aguarda con mucha fe. La formulación de este oficio ha de recabar un panorama con todos los sectores involucrados e interesados en él.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Anhelos en los cielos
Tenemos un proyecto en común. Nunca estaremos solos. Nos hemos preñado de muchos anhelos que surcarán los cielos.
Normas por vivir
Nos presentamos como buenos amigos. Lo somos en la nueva escuela que nos distrae con normas por estudiar y vivir.
Por mucho que lo hagamos
Te aclaro lo que siente mi corazón por ti. Nunca estamos preparados para hablar del amor, por mucho que lo hagamos.
Amarnos más
Hemos afrontado buenas perspectivas. Nos damos ese respeto que nos insiste con suposiciones renovadas. Nos entrenamos para amarnos más. Podemos.
Nos regalamos refuerzos
Abrimos las puertas de las esperanzas. Nos hemos cobijado con sentimientos que nos darán lo que siempre hemos perseguido. Nos regalamos refuerzos.
Mucho que compartir
Tendremos que seguir. Nos hemos dado mucha ilusión. Con ella iremos tan lejos como sea menester. No nos abandonaremos. Hay mucho que compartir todavía.
Lo más relevante
Damos pasos que nos dan efectividad en las conservaciones de aquello que merece la pena. Nos aceptamos como somos, y eso es lo más relevante.
Hoy será así
Hemos influido en las necesidades de unas versiones que nos inclinan hacia nuevas defensas de amores que nos harán más fuertes. Hoy será así.
Tiempo tendremos
Nos pensamos con abastecimientos de cariños sin emergencias. Nos pedimos tiempo, y tiempo tendremos.
Anhelos conjuntados
Cooperamos para ser auténticos con este amor cálido que nos gobierna hacia un paraíso con el que aumentaremos anhelos conjuntados.
Rondas y salubridades
Nos hacemos caso con unas promesas que son iniciativas llevadas a los lugares más descollantes. Nos metemos en rondas con las que incrementamos las salubridades.
Aspiraciones futuras
Me tienes para lo que necesites. En el fondo lo sabes. No le des vueltas a las aspiraciones futuras, que aparecerán si deben llegar.
Conquistas intelectuales
No te puedo decir que nos vale la experiencia que nos incluye en un nuevo proyecto de creencias espirituales. Nos destacamos las pequeñas conquistas intelectuales, que son las importantes.
Amores bien largos
Anunciamos las esperanzas con unos guiños que rememoran las experiencias con las que aumentar las actitudes de amores bien largos.
Muy hermosa
Nos alegramos de ese rescate que nos deja con el amor en el mismo frente de una mirada de silentes propuestas. Te he visto muy hermosa.
Para no perdernos
Debo detenerme en ese vacío para saber si bajamos o subimos. Las direcciones son importantes para no perdernos.
Creer y crecer
Elegimos los momentos con los que creer y crecer. No diremos dónde estamos, pero sí a dónde queremos ir.
Nos acogeremos
Aterrizo en ese lugar que es escenario con preferencias manchadas de amor con el que hemos de viajar a otro punto con deseos amplios. Nos acogeremos.
Otras salidas
Te he dicho que estamos en esa unión que nos definirá con apuestas múltiples. Te tengo que indicar otras salidas.
Lo que sentimos, todo un símbolo
Insisto en que estemos bajo la misma bandera de amor. No hay más símbolo elocuente que lo que sentimos con un sí.
Tendremos que estar
Tomamos decisiones que nos llevan a un conflicto con el que enamorarnos más y más. No sobra nada. Tendremos que estar.
El universo que soñamos
Trenzas un deseo con un amor que nos hará tocar el universo que soñamos para estar más juntos. No te expreso lo que siento, pues no quiero ser más vulnerable.
Como suele suceder
Quiero decirte que sí, pero hoy te marchas a no sé qué mundo que te ofrece lo que tanto buscas. Nos esperaremos, como suele suceder.
miércoles, 20 de enero de 2010
Una verdad entera
Eres la mejor. Lo sabes. No le des vueltas a lo que tendría que ser la imagen de una verdad que nunca estará a medias. Para mí, está entera.
Diversidad y actitudes en los procesos de comunicación
Todo es una cuestión de actitud, y de mirada, y de ponderación, claro. La variedad alberga más esencia de lo que podemos pensar a primera vista. En la diversidad se encuentra el gusto, y puede que también el deseo, y, en todo caso, los buenos resultados. La comunicación necesita escenarios, momentos, deseos, posibilidades, querencias y estimaciones que nos lleven a ese punto intermedio donde podamos entendernos todos con la mejor de las consideraciones. Para ver las luces precisamos de algunas tonalidades, de perspectivas, de análisis, de comprensiones desde distintos lados y con posturas diferentes. Para ser ecuánimes hemos de advertir intenciones, preferencias, opciones, todo lo que puede tener un cierto sentido dentro de la “macro-comunicación”.
La prontitud comunicación ha de ser admirada siempre como un complejo múltiple con muchos vectores de influencia, con muchos elementos que hemos de tener en cuenta. Las superficies planas, que facilitan en todo momento las cosas, han de ser divisadas con el afán de dar con picos de interés, con objetivos complementariamente diversos, con quehaceres dirigidos a dar con respuestas más o menos sólidas, flexibles en definitiva, aunque luego generen nuevas preguntas. Estemos atentos a realidades distinguibles con visiones dispares, que siempre nos dan alternativas a lo objetivamente conocido.
Viajemos con el deseo de conseguir pequeñas victorias, que son las mejores, que son las que invitan a seguir cada día con más empeño, con más fuerza, con la felicidad suficiente para ser y estar en las condiciones más oportunas e idóneas. En el término intermedio está la virtud, y, probablemente, en el contraste también lo esté. Es necesario que sepamos, que tengamos en cuenta, las opiniones de los otros, de los demás.
Los caminos unívocos no nos enseñan. Tenemos que mirar otros, advertir las distintas vías por las que podemos transitar. No olvidemos que, como dijo Aristóteles, tenemos derecho incluso a equivocarnos. Si anduviéramos con el vértigo o el pavor a no hacer las cosas bien, nunca haríamos nada. Lo que debemos defender es la buena intención, la buena fe, la confianza y el anhelo de realizar todas las actividades y/o consultas de manera conveniente.
Si en el afán de dar más opciones o de introducirnos en un universo de ciertas mudanzas erramos, lo que hemos de hacer (y no pasa nada por ello) es que debemos rectificar en tiempo y forma. Ésa es la dinámica del quehacer humano. Nadie puede decir que una persona no se equivoca, o que no puede hablar o entender o realizar algo mal. Quizá no lo hacen, esto es, no llegan a errar, aquellos que no realizan nada, pero ésa no es la pretensión, o no debe serlo.
Busquemos, por lo tanto, los planteamientos de todos y cada uno de los que forman o formamos sociedad. En todas partes, en la complementación de éstas, en las diversas ópticas o visiones hallamos las huellas de toda esa conformación de la realidad a la que hemos de aspirar. Todos tenemos algo que decir, y lo lógico es que lo digamos, y que se nos atienda, y que se considere lo que hemos de definir para llevarlo a término. Templanza, moderación, equilibrio, buenas formas, anhelos de rectificar cuando sea el caso, afanes de escuchar y de solidarizarnos con los demás… Todas estas actitudes, desde la controversia y el contraste, producen un bien para todos y cada uno, y eso siempre es un acierto. Pensar en el futuro, pensar en comunicación, meditar sobre el compartir opiniones y sentimientos da intensidad a la vida, y, probablemente, también razones. La diversidad, las divergencias y las posturas que interpretan variados ángulos son la esencia misma de la existencia, que, seguramente, crece gracias a ellas.
Juan TOMÁS FRUTOS.
La prontitud comunicación ha de ser admirada siempre como un complejo múltiple con muchos vectores de influencia, con muchos elementos que hemos de tener en cuenta. Las superficies planas, que facilitan en todo momento las cosas, han de ser divisadas con el afán de dar con picos de interés, con objetivos complementariamente diversos, con quehaceres dirigidos a dar con respuestas más o menos sólidas, flexibles en definitiva, aunque luego generen nuevas preguntas. Estemos atentos a realidades distinguibles con visiones dispares, que siempre nos dan alternativas a lo objetivamente conocido.
Viajemos con el deseo de conseguir pequeñas victorias, que son las mejores, que son las que invitan a seguir cada día con más empeño, con más fuerza, con la felicidad suficiente para ser y estar en las condiciones más oportunas e idóneas. En el término intermedio está la virtud, y, probablemente, en el contraste también lo esté. Es necesario que sepamos, que tengamos en cuenta, las opiniones de los otros, de los demás.
Los caminos unívocos no nos enseñan. Tenemos que mirar otros, advertir las distintas vías por las que podemos transitar. No olvidemos que, como dijo Aristóteles, tenemos derecho incluso a equivocarnos. Si anduviéramos con el vértigo o el pavor a no hacer las cosas bien, nunca haríamos nada. Lo que debemos defender es la buena intención, la buena fe, la confianza y el anhelo de realizar todas las actividades y/o consultas de manera conveniente.
Si en el afán de dar más opciones o de introducirnos en un universo de ciertas mudanzas erramos, lo que hemos de hacer (y no pasa nada por ello) es que debemos rectificar en tiempo y forma. Ésa es la dinámica del quehacer humano. Nadie puede decir que una persona no se equivoca, o que no puede hablar o entender o realizar algo mal. Quizá no lo hacen, esto es, no llegan a errar, aquellos que no realizan nada, pero ésa no es la pretensión, o no debe serlo.
Busquemos, por lo tanto, los planteamientos de todos y cada uno de los que forman o formamos sociedad. En todas partes, en la complementación de éstas, en las diversas ópticas o visiones hallamos las huellas de toda esa conformación de la realidad a la que hemos de aspirar. Todos tenemos algo que decir, y lo lógico es que lo digamos, y que se nos atienda, y que se considere lo que hemos de definir para llevarlo a término. Templanza, moderación, equilibrio, buenas formas, anhelos de rectificar cuando sea el caso, afanes de escuchar y de solidarizarnos con los demás… Todas estas actitudes, desde la controversia y el contraste, producen un bien para todos y cada uno, y eso siempre es un acierto. Pensar en el futuro, pensar en comunicación, meditar sobre el compartir opiniones y sentimientos da intensidad a la vida, y, probablemente, también razones. La diversidad, las divergencias y las posturas que interpretan variados ángulos son la esencia misma de la existencia, que, seguramente, crece gracias a ellas.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Más nosotros
Nos preferimos así, aunque no todo lo comprendamos, aunque todo no tenga un hilo que nos una. De este modo somos más nosotros, más libres, más esenciales.
Parejos a anhelos
Brindo a tu salud, y sigo, y espero, y me digo que todo tendrá lo que sea menester. Nos declaramos parejos a anhelos de ciertos accesos.
No agotar las fuerzas
Ultimamos ese día para comenzar el que ha de venir. Todo es un ciclo, y por eso no hemos de agotar las fuerzas.
Lo necesario para los que vengan detrás
Experimentamos sentimientos que son universales, y, como tales, los hemos de multiplicar. La idea es que los que vengan detrás tengan todo lo necesario.
Cenizas resurgidas
Las buenas intenciones aparecen con ese tiempo que se ha de complementar con lo que hacemos desde las negaciones que hoy serán cenizas resurgidas.
Todo es relativo
Hemos aclamado conocimientos que ahora se muestran titubeantes. Todo es relativo, y así hemos de verlo. No tenemos prisa.
Nos defendemos con sentimientos
Nos recuperamos para esa causa que quedo paralizada cuando las dudas nos asaltaron. Nos defendemos con sentimientos, con lo que no podemos ni describir.
Que las hadas vengan
Nos juntamos. Nos contamos cosas que nos parecen cruciales. Hemos pedido que las hadas madrinas vengan cuanto antes.
Nos vendrá bien
Acudo a ti. Frustramos en su día experiencias que fueron trámites y que no llegaron a consolidarse. Hemos preferido tomar un poco de más tiempo. Nos vendrá bien.
Los conciertos se sostienen
Acepto que estés en otro ámbito. Debo hacerlo, pues te quiero. Me mantengo para ayudarte como tú hiciste conmigo. Los conciertos se sostienen.
Las querencias son
Te pido que te quedes conmigo. No se trata de segundas oportunidades, sino de intenciones desde la sencillez en la que hemos de trabajar. Las querencias son.
No sé lo que queda
Tenemos una seguridad que nos plantea cambios por retenciones de caricias que suponemos que ya no daremos. Nos hablamos, y apenas comprendemos lo que llevamos en el interior. Nos hemos combustionado en la espera. No sé lo que queda.
De lo que no existe
Nos centramos en contar experiencias que nos predican con trigos vacuos. No podemos comer de aquello que no existe.
Puede que no haya vuelta
Creamos un porvenir que adecúa los pasos a los elementos resultantes. Nos quebramos en la ida, y puede que ya no haya vuelta.
Divisiones exactas
Nos encontramos en un camino que nos prefiere entre divisiones exactas. No podemos convenirlo todo.
No agotamos los plazos
Te tengo en mi desván. Nos enamoramos, nos sentimos plenos, nos comunicamos con preferencias y caricias de discernimientos planos. No agotamos los plazos.
Deseos en el vacío
La felicidad nos conduce a la puerta de la amistad en forma de globos de amores que serán profundos. Nos hemos pedido un poco de deseos con los que maniobrar en el vacío.
Estoy pendiente
Te quiero por lo que eres, por lo que supusiste un buen día. La marcha inesperada no ayudó. Sabes bien que estoy pendiente.
Situaciones dispares
Claro que iremos a ver lo que ocurre. Hemos estado en esa forma que nos ha de adecuar a situaciones dispares.
Pensamientos queridos
Te considero ese anhelo que ha de pregonar las horas que llegan con unas visiones de pensamientos queridos.
Fines que se igualan
Somos los protagonistas de ciertos destinos con unos fines que no siempre tienen que igualarse a terminación.
Caricias que nos darán todo
Generamos ese tiempo que pudo ser pasión en mitad de una sucesión de caricias que nos darán casi todo.
Poco más
Nos marcamos objetivos que nos aceptan como somos. Hemos aligerado el amor que antes fue todo y nada. Nos quejamos, y poco más.
Los inconvenientes del silencio
Te quedas sin consultar lo que sientes, lo que eres, lo que podías haber pregonado. Nos enamoramos del silencio, y eso tiene sus inconvenientes.
Aire de la mañana
Busco ese aire que me refresque en la mañana, que me permita una invitación de primera y última hora.
martes, 19 de enero de 2010
Los vecinos utilizan la comunicación
Partamos del hecho de que en la vida nada se hace en solitario, al menos nada de valor continuado. La concepción comunitaria y grupal es la base sólida de que ocurran las cosas y de que se mantengan con el paso del tiempo. En todo proceso o actividad hay elementos o circunstancias que contribuyen más que otras a que éste se produzca verdaderamente. La comunicación es un proceso que equivale a determinadas posturas, tendencias, actitudes, comportamientos, deseos, resultados, intenciones, realidades y pretensiones… Es verdad: tiene muchos vectores, muchas maneras de comprenderla, de aprehenderla, de interpretarla. No obstante, hay una visión que siempre es correcta: la comunicación es igual a cercanía, a llaneza, a proximidad, a empatía, a simpatía y a ilusión por lo que ocurre en nuestro entorno, que lo es más, más entorno, más ecosistema, gracias a los procesos de intercambio de datos y/o de información.
La comunicación es una cuestión de vecindad, de tenerla, de perseguirla, de fomentarla, de sustentarla. No se puede pretender que haya una clara y buena comunicación si no interpretamos al vecino, si no lo vemos como tal, si no lo tratamos en ese sentido, con plenos deseos de que nos entienda, de entenderlo igualmente, de brindarle la pasión por nuestras cosas, de entusiasmarnos por las suyas.
Comunicación es divisar los gestos, es saber lo que se quiere manifestar con el lenguaje no verbal, es otear la cara de los otros y decirle un sí a la comprensión, o un sí, cuando menos, a que intentamos saber lo que se nos quiere subrayar. La vida es un eterno ciclo de objetivos en los fines e intentos de caminar con los demás, que son -no pensemos otra cosa- tan aptos como nosotros para hacer ese itinerario que nos regala experiencia que hemos de perseguir en positivo.
No podemos hablar de vecinos, si no los conocemos, si no hablamos con ellos, si no sabemos de sus conquistas y fracasos, si no sabemos de sus aspiraciones, de sus tareas, si no somos capaces de dialogar sobre lo que son y lo que piensan. Los italianos utilizan el mismo vocablo para aludir a sus vecinos y a los que están cerca, juntos, próximos. Ahí reside la diferencia respecto a los conocidos, que no están tan unidos, no lo están intelectual y espiritualmente.
Por lo tanto, un símil que nos vale, que nos puede ser útil, para analizar y validar, y hasta para comprobar si se da la auténtica comunicación, es el de vecindad, que es toda una relación pro-activa (o así hay que contemplarla) entre iguales, con independencia de las circunstancias de cada cual. Comunicar, pues, es ser vecinos, es establecer lazos de amistad duradera, de camaradería, de vecindad para lo que haga falta (ya sea un poco de sal, que también es vida, o un poco de conversación, que justifica todo). Movamos, en consecuencia, el dial de nuestras interpretaciones y hagamos que capte un amplio espectro de significados, entre los cuales no puede faltar el de vecino, el de cercanía, porque, sin esa proximidad, la comunicación es fría, esto es, menor, o, sencillamente, no se da. Lejos de querer dar axiomas absolutos, tengamos presente que la cercanía ayuda en todo, quizá más en la comunicación. Sí. Los que se llaman y consideran vecinos en sentido pleno utilizan el diálogo, la conversación y el compromiso en el hablar.
Juan TOMÁS FRUTOS.
La comunicación es una cuestión de vecindad, de tenerla, de perseguirla, de fomentarla, de sustentarla. No se puede pretender que haya una clara y buena comunicación si no interpretamos al vecino, si no lo vemos como tal, si no lo tratamos en ese sentido, con plenos deseos de que nos entienda, de entenderlo igualmente, de brindarle la pasión por nuestras cosas, de entusiasmarnos por las suyas.
Comunicación es divisar los gestos, es saber lo que se quiere manifestar con el lenguaje no verbal, es otear la cara de los otros y decirle un sí a la comprensión, o un sí, cuando menos, a que intentamos saber lo que se nos quiere subrayar. La vida es un eterno ciclo de objetivos en los fines e intentos de caminar con los demás, que son -no pensemos otra cosa- tan aptos como nosotros para hacer ese itinerario que nos regala experiencia que hemos de perseguir en positivo.
No podemos hablar de vecinos, si no los conocemos, si no hablamos con ellos, si no sabemos de sus conquistas y fracasos, si no sabemos de sus aspiraciones, de sus tareas, si no somos capaces de dialogar sobre lo que son y lo que piensan. Los italianos utilizan el mismo vocablo para aludir a sus vecinos y a los que están cerca, juntos, próximos. Ahí reside la diferencia respecto a los conocidos, que no están tan unidos, no lo están intelectual y espiritualmente.
Por lo tanto, un símil que nos vale, que nos puede ser útil, para analizar y validar, y hasta para comprobar si se da la auténtica comunicación, es el de vecindad, que es toda una relación pro-activa (o así hay que contemplarla) entre iguales, con independencia de las circunstancias de cada cual. Comunicar, pues, es ser vecinos, es establecer lazos de amistad duradera, de camaradería, de vecindad para lo que haga falta (ya sea un poco de sal, que también es vida, o un poco de conversación, que justifica todo). Movamos, en consecuencia, el dial de nuestras interpretaciones y hagamos que capte un amplio espectro de significados, entre los cuales no puede faltar el de vecino, el de cercanía, porque, sin esa proximidad, la comunicación es fría, esto es, menor, o, sencillamente, no se da. Lejos de querer dar axiomas absolutos, tengamos presente que la cercanía ayuda en todo, quizá más en la comunicación. Sí. Los que se llaman y consideran vecinos en sentido pleno utilizan el diálogo, la conversación y el compromiso en el hablar.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Experiencia tardía
Me ofertas un espacio donde ya no me reconozco. Creo que algunas cosas no deberían llegar, si llegan tarde. Es una experiencia.
Comprometidos con el cariño
Hemos pedido un poco de tiempo para llegar a donde hace años que deberíamos haber llegado. Nos sabemos comprometidos con el cariño de verdad.
Queda que nos digamos algo
Te echo de menos desde que pensé que podríamos vivir en la era de la hermosura y la ensoñación. Nos tomamos de la mano, y ahora queda que nos digamos algo.
Convocados los buenos hados
Hemos avisado de nuestra llegada a un mundo de sueños donde lo que no sabíamos será conocido, donde lo pensado se hará realidad. Hemos convocado a los buenos hados para que se alíen con nosotros.
Elucubraciones posibles
Generamos ese amor que nos sirve de impulso para llegar a la otra orilla, donde nos aguardan elucubraciones que aquí sí son posibles. Nos sentimos en otra realidad.
No nos conocemos
Me has visto en otra historia, puede que en otra vida, pero lo cierto es que, pese a la intuición, no nos conocemos.
Sueños que haría míos
Me gustaría confundirme en tus pensamientos y colarme en esos sueños que haría míos por tuyos.
Grandeza de jóvenes
Te puedo decir un todo que hoy nos aparece con normas no consultadas. Hoy somos la grandeza anónima con la que soñamos de jóvenes.
Causa no defendida
Te puedo contar que te pienso, pero cuando me lees aquí lo sabes. Los silencios nos entregan más a la causa no defendida.
Caminos sin suspicacias
No cuajes ánimos que no aparecen por los puntos que nos gustaría. Hablamos de ciertas conquistas que nos dieron caminos sin suspicacias.
Buenos amigos
Nos tendremos en cuanto se agote un ciclo de cierta apatía. Nos hemos manifestado como buenos amigos, que lo somos.
Gozos que apartan destellos
Olvidamos dónde estuvimos, y lo que dijimos, y lo que nos pudo mostrar un deseo enorme de gracia cuantitativa. Nos ubicamos entre gozos que apartan los destellos que deslumbran.
De lo esencial más que nada
Hemos de tomar en consideración el tono, que ha de ser la simplificación de lo grande y de lo pequeño, de lo esencial más que nada.
Relaciones queridas
Me dispongo a quererte, a serte, a vivir en ese todo que hoy es la pura nada con la que abundar en relaciones queridas.
No tan genuinos
Me frenas con tus impaciencias, que siguen las estelas no escritas de un universo venido de la nada. Nos comentamos amores que ya no son tan genuinos.
No dices
Dices que me dices, pero no me dices, y sigues diciendo que dices, pero no, no me dices, aunque digas lo que no dices, cuando lo dices, que no, amiga, que no dices.
Pasiones abiertas
Muestro ese aire que nos distingue con pasiones abiertas. Nos fomentamos deseos de amores que han de salir de la habitación.
No acompañan las fechas
Me las apaño sin ti, pero no sé cómo. Me enamoré antes de conocerte, y ahora no comprendo cómo se puede ser feliz sin ti a mi lado. Las fechas ya no acompañan.
No siempre impulso
Anoche te esperé. Me dije que las cosas podrían ser de algún modo. Las cuestiones que nos rodean no siempre nos dan impulso.
En el asiento de atrás
Me arrojo a ti, con tus amores, con esos deseos que me proponen quedarme en el asiento de atrás.
Un universo cargado de sensaciones
Me falta tiempo para ser en ti, para dilucidar lo que ocurre por un universo cargado de sensaciones.
Nos cruzamos por la vida
Debería presumir de ti, pero creo que no sabes ni que existo. Nunca me ves, aunque nos cruzamos por la vida.
Ni se abre ni se cierra
Debo añadir resoluciones a puros deseos que se quedan en el umbral de una puerta que ni se abre ni se cierra.
De vez en cuando
Hoy la Luna no viene. Algo debe haberle pasado. La vida nos sorprende con un "de vez en cuando".
lunes, 18 de enero de 2010
Regresar al origen
Eres parte de mí, como yo lo soy de ti. Nos hemos enamorado de casi lo mismo. Procuramos regresar a nuestro punto de origen.
Amor en ciernes
Nos ponemos en ese lugar que procura sombra, un poco de frescor ante el aleteo de un amor en ciernes.
Los ojos internacionales de la inocencia
Son ojos grandes, saltones, hechos a la medida de las catástrofes que contemplan, que les superan, porque no comprenden, por que les matan, porque les mutilan, porque les roban las infancias que nunca tendrán, porque les condenan al ostracismo, a la ignorancia, a la enfermedad, a la muerte prematura, a no vivir…
Miran con inocencia, con una melancolía saltona que nos previene, pero a la que no hacemos caso. Asistimos con un dolor transitorio -eso es lo malo, que es pasajero- a las desgracias de los más desfavorecidos, que tienen ojos rotos, hurtados, malqueridos, inundados, ya impacientes, demolidos, cansados, ya silentes, consumidos…
Todos los años se suceden las ruinas -más aún- en los países del Tercer, Cuarto o Quinto Mundo. Los terremotos, los volcanes, los huracanes, el hambre, la codicia de unos pocos, el desequilibrio en el reparto, las cruentas guerras -¿cuándo no lo son?-, la maldición de una era y de una Humanidad que parece condenada a repetir errores, a pesar de hallarnos en una etapa de conocimiento y de Nuevas Tecnologías.
Miro, sí, esos ojos saltones, los de todos, los de nadie, y me derrumbo ante la miseria que somos capaces de provocar o de no evitar. Ojalá que el próximo año tengan más brillo e ilusión. Sí, me refiero a esos ojos que precisan más motivos para una inocente alegría.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Miran con inocencia, con una melancolía saltona que nos previene, pero a la que no hacemos caso. Asistimos con un dolor transitorio -eso es lo malo, que es pasajero- a las desgracias de los más desfavorecidos, que tienen ojos rotos, hurtados, malqueridos, inundados, ya impacientes, demolidos, cansados, ya silentes, consumidos…
Todos los años se suceden las ruinas -más aún- en los países del Tercer, Cuarto o Quinto Mundo. Los terremotos, los volcanes, los huracanes, el hambre, la codicia de unos pocos, el desequilibrio en el reparto, las cruentas guerras -¿cuándo no lo son?-, la maldición de una era y de una Humanidad que parece condenada a repetir errores, a pesar de hallarnos en una etapa de conocimiento y de Nuevas Tecnologías.
Miro, sí, esos ojos saltones, los de todos, los de nadie, y me derrumbo ante la miseria que somos capaces de provocar o de no evitar. Ojalá que el próximo año tengan más brillo e ilusión. Sí, me refiero a esos ojos que precisan más motivos para una inocente alegría.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Comunicación, conocimiento y felicidad
Esbocemos los ejes que nos funcionan y tratemos de acercarlos a la existencia cotidiana. Asumamos con simpatía, con el mejor humor posible, y con ganas de aprender y de mejorar todo cuanto nos regala la Naturaleza. Hagamos un poco de recapitulación. Nos planteamos el gozo de un nuevo día, de una nueva semana, de la voluntad de una caricia en forma de palabras que nos hagan sanar con una posibilidad de ser y de estar entre tonos de calmas sensacionales. Podemos, si verdaderamente queremos. Nos hemos de enamorar de las convenciones y de las coyunturas intentando sacar el máximo provecho a todo cuanto sucede, que ha de ser contemplado con altura de miras, con ese positivismo que nos ha de adiestrar en los inicios, en las mitades de los procesos y hasta en los finales.
La vida, nos dijo aquel cantante, es el puro directo, las intenciones que nos regala, las adivinanzas que nos hacen, en paralelo, comparecer en sitios angostos, las posturas que nos distraen, aquellas en las que somos más nosotros, aquellas otras que se nos escapan… Por ello, las rutinas no deben encorsetar lo que hacemos. Busquemos resoluciones a conflictos que no nos dan ningún tipo de resultado en positivo. Vayamos más allá, y tengamos en cuenta rescates de corazones solitarios, entre ellos el nuestro, que ha de huir de las penitencias y de los trabajos forzados. Intentemos dar con las claves que nos hacen felices de verdad, que son pocas y sencillas.
Persigamos a golpe de segundo lo que nos puede construir como personas. No hagamos daño, no conscientemente, y seamos capaces de pedir perdón y de enmendar la plana cuando nos equivoquemos. Es una virtud el reconocer los errores, que nos han de encauzar las existencias con los oportunos movimientos de perdón y de rectificación. Hagamos ese bien que siempre repercute en nosotros mismos. No paremos. Las segundas oportunidades las hemos de aprovechar.
Recordemos los instantes que nos hicieron felices, y tratemos de fomentarlos. Hemos de convenir resoluciones. Las directrices han de ser reclamar consejos, y, cuando sean buenos, tomarlos, y seguirlos en el tiempo, y trasladarlos a los demás, que han de recoger las mieles de un quehacer compartido, que es el que ha de complacer en la misma sinceridad. No hagamos que las conquistas sean solitarias. Serán más débiles, en ese caso, y tendrán menos continuidad.
Comuniquemos lo que sabemos, lo que hemos conocido, lo que nos ha dado resultado, lo que no… Pretendamos que los demás se suban al carro de nuestros intereses y, si puede ser, de cuanto nos ilusiona. No nos confundamos: no pensemos que nosotros somos los ejes, pues los cimientos los constituimos todos. Nunca sobra nadie, nadie es redundante. Todos podemos aportar nuestro granito de arena.
La cosecha de la vida no se obtiene de las grandes temporadas, al menos no únicamente de éstas. Hemos de sumar cada segundo, cada día, por anodino que sea. Si añadimos cada paso, seguro que haremos, con la superación de las etapas que van transcurriendo, un camino extenso, enriquecedor, magnífico. ¿Lo seguimos intentando? Debemos hacerlo, pues ése es el periplo de las cosas, lo que son, lo que nos ofrecen. ¿Acaso vivir es otra cosa distinta a seguir procurando el conocimiento y la felicidad? Pensemos que estos conceptos no se acumulan, sino que se expansionan hacia el mismo universo, lo cual constituye una herencia maravillosa.
Juan TOMÁS FRUTOS.
La vida, nos dijo aquel cantante, es el puro directo, las intenciones que nos regala, las adivinanzas que nos hacen, en paralelo, comparecer en sitios angostos, las posturas que nos distraen, aquellas en las que somos más nosotros, aquellas otras que se nos escapan… Por ello, las rutinas no deben encorsetar lo que hacemos. Busquemos resoluciones a conflictos que no nos dan ningún tipo de resultado en positivo. Vayamos más allá, y tengamos en cuenta rescates de corazones solitarios, entre ellos el nuestro, que ha de huir de las penitencias y de los trabajos forzados. Intentemos dar con las claves que nos hacen felices de verdad, que son pocas y sencillas.
Persigamos a golpe de segundo lo que nos puede construir como personas. No hagamos daño, no conscientemente, y seamos capaces de pedir perdón y de enmendar la plana cuando nos equivoquemos. Es una virtud el reconocer los errores, que nos han de encauzar las existencias con los oportunos movimientos de perdón y de rectificación. Hagamos ese bien que siempre repercute en nosotros mismos. No paremos. Las segundas oportunidades las hemos de aprovechar.
Recordemos los instantes que nos hicieron felices, y tratemos de fomentarlos. Hemos de convenir resoluciones. Las directrices han de ser reclamar consejos, y, cuando sean buenos, tomarlos, y seguirlos en el tiempo, y trasladarlos a los demás, que han de recoger las mieles de un quehacer compartido, que es el que ha de complacer en la misma sinceridad. No hagamos que las conquistas sean solitarias. Serán más débiles, en ese caso, y tendrán menos continuidad.
Comuniquemos lo que sabemos, lo que hemos conocido, lo que nos ha dado resultado, lo que no… Pretendamos que los demás se suban al carro de nuestros intereses y, si puede ser, de cuanto nos ilusiona. No nos confundamos: no pensemos que nosotros somos los ejes, pues los cimientos los constituimos todos. Nunca sobra nadie, nadie es redundante. Todos podemos aportar nuestro granito de arena.
La cosecha de la vida no se obtiene de las grandes temporadas, al menos no únicamente de éstas. Hemos de sumar cada segundo, cada día, por anodino que sea. Si añadimos cada paso, seguro que haremos, con la superación de las etapas que van transcurriendo, un camino extenso, enriquecedor, magnífico. ¿Lo seguimos intentando? Debemos hacerlo, pues ése es el periplo de las cosas, lo que son, lo que nos ofrecen. ¿Acaso vivir es otra cosa distinta a seguir procurando el conocimiento y la felicidad? Pensemos que estos conceptos no se acumulan, sino que se expansionan hacia el mismo universo, lo cual constituye una herencia maravillosa.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Sin llegar al ocaso
Nos mantenemos sin llegar al ocaso, y eso es una pequeña gran victoria de la que hemos de sentirnos muy orgullosos.
Otros caminos
No temas, que te tengo a mi vera, que soy en ti y en lo que desees. Hemos abierto otros caminos.
Nos comentamos amores
Expreso lo que experimento en este nuevo día. Supongo que es algo parecido a la felicidad. Nos comentamos amores. No relucen todos.
Un deseo realizable
Hemos pedido un nuevo destino. Las consultas nos llevan a causas que nos han de permmitir un deseo realizable.
Cambiemos los ritmos
Intentamos ser pacientes. Nos hemos familiarizado con las gracias de unos amores que surgen tan espontáneamente que se marchan sin decir adiós. Cambiemos un poco los ritmos.
Es la experiencia
No aceptemos el valor de las disputas. Me da un poco de pavor el tener que esperar. Los instantes se repiten sin elementos dudosos. Supongo que es la experiencia.
Aclarar lo que sentimos
Nos hemos de contar cuáles son los fundamentos de ese cariño que fluctúa de un lugar para otro. Nos hemos de detener para aclarar y defender lo que sentimos.
En un nuevo número
Hallamos algunos caminos que nos plantean nuevos comienzos que son repeticiones de otros escenarios, de otros momentos, de otros cariños. Nos metemos en un nuevo número.
Claro que sí: iremos
Nos deseamos con toda la pasión del mundo. Nos insistimos con criterios que nos ubican en puestos oportunos. No hemos visto lo que queríamos. Iremos. Claro que sí. No haremos cuentas.
La fuerza sigue ahí
Nos comunicamos con un interés que no deja lugar a abstenciones. Nos pedimos un poco de calma, y supongo que la tenemos. Se aclaran los enamoramientos. La fuerza sigue ahí.
El que nos falta
Nos preparamos para estar. No viviremos emergencias inútiles. Nos hemos de dar ese amor que tanto nos falta.
Con letras capitales
Incrementamos los instantes apasionados con unas mitades que nos intentan llegar con todo el deseo del universo. Nos juntamos con letras capitales.
Nuevos síntomas
Estaremos en ese lugar que fue punto de citas donde confesar momentos un poco más ágiles. Nos damos nuevos síntomas.
No podemos comprenderlo todo
Nos familiarizamos con distribuciones que nos recuperan de una vez por todas. No podemos comprenderlo todo.
Consolidar el amor que nos queda
Nos ofrecemos algunas dudas mayores. No podemos llegar de otro modo. Nos ponemos a trabajar unitariamente para consolidar el amor que nos queda. Tenemos un sinfín de oportunidades.
Voluntades pacíficas y amorosas
Nos ponemos en un brete que hemos de considerar extraordinario. Nos aprovechamos con voluntades pacíficas y amorosas.
En forma de realidades nuevas
Tenemos que motivarnos con unos rastros de penitencias devueltas a ese mundo que es, que fue, que podrá comprender los deseos en forma de realidades que parecerán nuevas.
Pensamientos buenos
Nos afianzamos en esas opiniones que nos han de liberar de viejos tapujos en los que no hallamos nada de valor. Las emociones nos agradarán con sus pensamientos buenos.
Carencias de afectos
Nos damos derechos a generar nuevos aspectos que nos han de solucionar las carencias de afectos.
El amor, el primero
No podemos ocuparnos de las cosas que son. Nos proponemos como elementos sin fingimientos en las clasificaciones que hemos alterado. El amor se ha de poner el primero.
Nos pensamos de nuevo
Debemos abundar en esas cuestiones que nos han de asegurar algunos entendimientos. Nos pensamos de nuevo.
Nos tendremos más
Me siento diestro con todo lo que es, con lo que viene en son de una paz que nos enamora inmensamente. Nos tendremos más.
Seres enamorados
Nos manifestamos como seres enamorados que estamos. La confianza en el futuro es absoluta.
domingo, 17 de enero de 2010
Aún por venir
Termina ese día que fue, en principio, el esperado, y me digo que sí, que lo fue, pero en el fondo sé que estás por venir aún.
Debo aprender
Concluyo esas obras no iniciadas con las que converso cada día en mitad de un tropiezo doble, del cual, sí, debo aprender.
Panorama Internacional en 2009
BARACK OBAMA CONSIGUIÓ EL PREMIO NOBEL DE UN MUNDO CON UNA PAZ FRÁGIL
La vida está llena de oportunidades, si bien no siempre son aprovechadas del modo y manera que esperamos. Como suele ocurrir, en el año que nos ocupa no todo fueron aciertos. Algunas ocasiones, como las resultantes de actuaciones y actividades, y, por qué no decirlo, de políticas determinadas, para reducir el hambre, las pandemias, el número de conflictos, etc., siguieron sin llevarse a cabo, sin acontecer, sin aprovecharse, y, en ese sentido, es una pena, y un fracaso, que hemos de manifestar primigeniamente. No fueron auténticas oportunidades, pues, o bien no se dieron o bien se produjeron con escasa efectividad o intención.
2009 fue un año variopinto, marcado por la crisis, por la ilusión, por los conflictos y por los buenos deseos. Las organizaciones supranacionales mostraron, un año más, que no cuentan con los suficientes recursos, y que, además, no tienen el crédito suficiente para sacar adelante proyectos globales de emancipación. No salieron las cuentas para afrontar problemas como la falta de alimentos en la mayor parte del Planeta, las enfermedades, las desigualdades, etc. El cambio climático fue uno de los grandes caballos de batalla que se dilucidó en sedes como Copenhague (Dinamarca). Se demostró, también en este ámbito, que es imposible, o casi, ponerse de acuerdo.
A falta de un liderazgo en Europa, el presidente estadounidense, Barack Obama, se convirtió en una referencia mundial, si bien la política de su país siguió teniendo algunas de las contradicciones de antaño. Los conflictos de Irak, de Israel, de Afganistán, sin olvidar las guerras civiles no declaradas en países como Las Filipinas o Colombia, siguieron de forma clara y arrolladora, e, igualmente, devastadora.
Fueron también meses de conformación de una conciencia social en torno a la evidencia de que el modelo económico había fracasado. Las reuniones del G-8 no terminaron de mostrar acuerdos en asuntos esenciales, como la educación, la reducción de los niveles de contaminación o el apoyo a las economías más necesitadas. Advertimos el fracaso de un sistema que estaba hecho para la bonanza, con todas sus contradicciones incluso, pero no para etapas de recesión como la que se empezó a vivir, al menos de manera intensa, a partir de 2009.
El pánico generado por la Gripe A
La Gripe A llenó páginas y páginas de los periódicos de todo el mundo. También colmó los informativos de Radio y de Televisión. Desde su aparición en México en forma de pandemia hasta su extensión más o menos paulatina por todo el planeta azul, ríos de tinta se derramaron para hablar de una enfermedad que todo parece indicar que enriqueció a la industria farmacéutica. Hubo mucha alarma, a la cual también la Prensa contribuyó como correa de transmisión. Se cambiaron nombres a la hora de aludir a esta enfermedad y se jugó, no precisamente fríamente, con las cifras, lo cual quizá generó una alarma innecesaria (no confundir alarma con alerta) y un afán de tomar medidas que no siempre se llevaron a término y que no fueron tan efectivas como se pensó. En todo caso, sí parece demostrado que la enfermedad atacó a los más jóvenes y, sobre todo, a aquellos que tenían alguna faceta de vulnerabilidad. Ello quiere decir que las imágenes de pánico que se generaron en muchos países del mundo no tenían ninguna razón de ser (o no tenían tanta base como se dijo).
Las enfermedades ignoradas
Quizá conviene una reflexión más sobre el asunto de las enfermedades. Cada segundo muere un niño como consecuencia de una enfermedad que podría ser evitable, si las vacunas fueran un bien universal, si la Organización Mundial de la Salud operara con la justicia que su ideario dice tener, si las industrias farmacéuticas no tuvieran tantos intereses económicos, si los conflictos armados no fueran el gran negocio de los siglos XX y XXI, si la coherencia fuera el instrumento de participación política… No es así, y un mundo se derrumba a las puertas y ante los ojos de otro mundo, mucho menor en número de población y mucho más sobrado de todo, hasta el punto de que necesitamos grandes centros de basura y de reciclaje de residuos. Deberíamos empeñarnos en cambiar esta estampa, pues no es posible que la naturaleza de las cosas la permita muchos años más.
A Obama le dieron el Premio Nobel
Si el 2008 fue el año del surgimiento de Obama, el 2009 fue el de la consolidación de su presidencia al frente del país más poderoso del mundo. El 20 de Enero, apenas comenzado el año tomó posesión de su cargo, que se extendió con intensidad a partir de entonces, con viajes por todo el planeta, y con decisiones para aminorar la tensión bélica, aunque siguieron todas las guerras del año anterior. Hemos de destacar su propósito firme y férreo de iniciar el cierre de la cárcel de Guantánamo, en Cuba. Todas sus gestiones, todavía en los albores, le supusieron la consecución del Premio Nobel de la Paz, que generó, como suele ocurrir en estos casos, numerosos partidarios y detractores.
Sin duda, Barack Obama fue la personalidad más importante del 2009 por la fuerza de su cargo, por la visibilidad que él mismo le dio, y, fundamentalmente, porque cambió el estilo de la Presidencia, una mudanza que va mucho más allá del mero relevo de un republicano como fue George Bush por parte de un demócrata.
Un poco más arriba, Canadá continuó siendo una de las grandes economías de la Tierra, con un modelo abierto a cambios, a mejoras y a solidaridades con todas las naciones, y, además, todo ello con unos índices de delincuencia que son de los más bajos del mundo. Quizá es un ejemplo callado que deberíamos tener más presente de lo que lo hacemos. Alguien dirá que con las riquezas económicas que posee y con una baja cifra de población es normal este nivel de riqueza. Aquí preferimos subrayarlo como un logro de esta nación y, por supuesto, de sus ciudadanos.
El carnicero Karadzic
La guerra en la antigua Yugoslavia fue uno de los episodios más duros de la historia Europea reciente. De vez en cuando conviene hacer memoria y recordar las barbaridades cometidas. La década de los 90 fue especialmente tensa por un conflicto que nunca se debió producir. Las ansias de construir una Gran Serbia llevaron a Radovan Karadzic a promover un genocidio que, según los expertos, se pudo elevar a más de 11.000 personas asesinadas. El juicio contra este verdugo se inició este año 2009, en La Haya, ante un Tribunal que el propio Karadzic dijo no reconocer, y en un proceso que generó una cierta controversia en su país entre defensores de su ideología nazi y los que reclamaban justicia. Durante una década y media, este asesino ejerció como curandero en la capital de Serbia, en Belgrado. Se había dejado barba y peluca para no ser reconocido. Lo cierto es que la imagen altiva y soberbia de Radovan Karadzic que conocimos en el período bélico no tiene nada que ver con la estampa deteriorada de la persona que detuvieron los servicios de seguridad serbios. Todavía estamos pendientes de que se haga una justicia modélica por parte del Tribunal Internacional.
Europa y sus Presidencias
España también comenzó a preparar su presidencia de 2010, sobre todo durante el mandato semestral de Suecia (últimos seis meses), que estuvo caracterizado, desgraciadamente, por la crisis y por la lucha, parece que infructuosa, contra el cambio climático. La reunión de Copenhague no terminó de colocar las cosas en su sitio, y sigue habiendo divergencias importantes entre los países ricos y los más pobres. Es lo de siempre, aunque la mentalización ciudadana parece haber avanzando mucho.
La Europa de los 27 se vio inmersa durante estos meses en la misma crisis que arrastró al resto del planeta, si bien es posible que, con ligeras excepciones en cuanto al comienzo de su recuperación, en el caso de algunos países la situación fuera extremadamente grave. Con casi 5 millones de parados, la coyuntura económica española fue muy compleja. Sectores como la construcción o el del automóvil vivieron momentos muy difíciles, si bien el turismo o la agricultura pudieron aguantar el tipo. Las ayudas públicas no surtieron el efecto esperado, pero fueron, en alguna medida, paliativas.
La presidencia de Suecia, aunque correcta en su factura, estuvo marcada, como decimos, por la falta de recursos y por un Tratado de Lisboa que no cuaja al ritmo que sería deseable. La presidencia del primer semestre de la República Checa, en manos de euro-escépticos, tampoco fue brillante, ni mucho menos. Hay todo un impulso necesario que hemos de plantearnos todos los países miembros de la UE.
Todo igual de mal en Oriente
Todo pareció seguir igual por una de las zonas más conflictivas del mundo: Oriente Medio/Oriente Próximo. Los esfuerzos, y eso debe constar, fueron imponentes e importantes, pero no fructificaron. Los intereses geopolíticos, económicos o de pura venta de armamento parece que se siguen superponiendo. Las grandes empresas son más fuertes que los propios Estados. Los conflictos, la presencia de fuerzas armadas extranjeras en países como el Líbano, o la existencia de pactos militares con otras naciones como Turquía o Egipto, sin olvidar los conflictos iraquí o en Afganistán, suponen una radiografía compleja de una zona que está siempre en las conversaciones internacionales sin que se llegue a la resolución de los problemas allí planteados.
Las conversaciones entre israelíes y palestinos siguieron en un tiempo muerto y sin vías de salida. Centenares de muertos se contabilizaron entre atentados y redadas en una nación que sigue separada por muros y alambradas de vergüenza para los dirigentes políticos no sólo de aquella zona, sino de todo el mundo. Animamos a que se produzcan reuniones y encuentros con ánimos renovados. La paz debe ser la única meta.
Un avión de Air France cae al océano
Hubo, igualmente, relevantes sobresaltos. Los aviones también dieron unos cuantos sustos, todos dignos de mención, pero nos vamos a fijar en dos. En Junio desaparece un avión de Air France con 231 pasajeros a bordo (228 pasajeros y la tripulación). Se le dio por desaparecido cuando se esperaba el reporte de su situación a las costas marroquíes. Cuando no lo hizo cundió la alarma sobre la situación del vuelo AF447. Finalmente se concluyó que había caído al mar y se inició una búsqueda que fructificó en el descubrimiento de algunos restos y de algunos de los fallecidos. Todo parece indicar que pudo tratarse de un rayo que afectó a uno de los motores y precipitó al mar a la aeronave. El vuelo hacia el trayecto entre Río de Janeiro y Paris (tenía previsto aterrizar en el aeropuerto Charles De Gaulle). Las búsquedas estuvieron protagonizadas por barcos y aeronaves de Francia y Brasil. Fue noticia de portada durante semanas en el verano. La desgracia se cebó, de nuevo, con los vuelos intercontinentales.
No fue el único accidente aéreo mortal. Los países del Este protagonizaron más de un susto. Estos hechos vinieron a demostrar que la flota de aviones no estaba en las mejores circunstancias. Todo parece indicar que precisan cambios de aeronaves y mantenimientos en condiciones. No obstante, el incidente aéreo con más fortuna fue en el mes de enero, en las aguas frías del Río Hudson, en Nueva York, en los Estados Unidos de América. El aparato era un Airbus, que en el momento del despegue se vio afectado en sus motores por unos gansos que chocaron y los inutilizaron. La pericia del comandante permitió que el avión amerizara en el río, salvando a los 115 pasajeros que viajaban a bordo. Seguro que los tripulantes y las 155 personas que viajaban en el avión no olvidarán el nombre de su héroe particular: Chesley Sullenberger, quien, por cierto, había superado la edad de jubilación.
La seguridad aérea
El mantener la seguridad aérea internacional ha sido una de las constantes por las que más han laborado todos los países, sea cual fuere su ideología, su ubicación geográfica u otro tipo de ideario. El objetivo ha sido evitar el terrorismo internacional basado en secuestros aéreos para luego utilizar los aviones como monedas de cambio o incluso como bombas móviles. Esencialmente se ha conseguido. Es verdad que, en aras de esa seguridad, los inconvenientes para poder viajar son mayores, pero todo parece indicar que es el coste que debemos pagar en el fin y el deseo más grande de evitar desgracias personales es asumible y hasta defendible.
Italia y su particular Berlusconi
La situación en la Italia de Silvio Berlusconi fue similar a la de años anteriores. Con un dominio atroz de los medios de la comunicación, Berlusconi siguió siendo un personaje controvertido con un fuerte apoyo social y con una recia oposición en algunas esferas sociales. Más de 70 años tiene este líder político, lo que no es normal dentro del elenco de primeros ministros europeos, pero prosigue con una vitalidad incombustible. La fama de mujeriego, la recreación de sus actividades y de sus ideologías, más propias de otras etapas, así como un variado periplo por situaciones pintorescas, hicieron de Berlusconi un personaje de peso y de obligada mención en programas serios y en otros que no lo son tanto. La mafia y la dependencia del sur respecto del norte, en lo económico y en lo político, marcaron, un año más, la situación política del país, que continúa siendo una de las primeras economías del mundo (no lo olvidemos).
Los Juegos Olímpicos, a Río de Janeiro
Llegamos al ámbito deportivo, donde hubo luces y sombras, como en todas las esferas de la vida a lo largo de toda nuestra historia. Lo cierto es que hubo más éxitos que fracasos, en lo que concierne a España, o, al menos, ésa es nuestra interpretación personal. Empecemos señalando que el ciclismo siguió cosechando conquistas personales y por equipos. La más sobresaliente fue la gesta protagonizada por Alberto Contador, que se hizo con el Maillot Amarillo del Tour de Francia, en una ronda en la que el murciano de Las Lumbreras Alejandro Valverde hizo una intervención impresionante. De nuevo, se puso de manifiesto el buen nivel español en este deporte, que cuenta con un gran número de aficionados, y, en el momento actual, con algunos de los más óptimos deportistas.
Por otro lado, y eso ya no es tan bueno, Río de Janeiro se hizo con los Juegos Olímpicos del 2016, después de que Madrid hiciera una intensa y atractiva campaña para ser la sede de estos encuentros deportivos. El papel de Madrid fue tan digno como anónimo a la postre, pues quedó como un segundón que coloca a los capitalinos en una amarga eternidad. También compitieron por estos Juegos Chicago y Tokio. Pese al apoyo ciudadano, los brasileños ganaron, y ahora tienen por delante un sinfín de inversiones y de obras que, en el caso de Madrid, ya existían. Madrid volverá a plantearse el presentar su candidatura, y así lo manifestó su alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón.
Otro punto positivo es que España manifestó, otra vez, una vez más, su buen nivel en baloncesto, al hacerse con el Campeonato de Europa de este deporte en un ciclo de encuentros que iniciaron con mal pie, perdiendo los primeros partidos. Poco a poco, la selección fue de menos a más, y se hizo con el liderazgo y la copa. Fue en Septiembre y ganó en un contundente y trepidante partido ante la selección de Serbia, que, en todo momento, manifestó tener un nivel excelente. Los españoles fueron capaces de demostrar que son buenos profesionales individualmente y que pueden funcionar como un equipo perfectamente engranado.
Secuestros somalíes
En el lado de noticias negativas están dos asuntos en los que España se colocó en el territorio internacional: el secuestro del Alakrana y la huelga de hambre de Haidar a favor de un Sahara independiente. Los dos sucesos acabaron bien, pese las incertidumbres y tensiones, y eso, ante todo, es lo importante.
Recordemos. Frente a las costas somalíes fue secuestrado el barco español llamado Alakrana, con casi 40 tripulantes a bordo, un episodio que supuso un auténtico quebradero de cabeza para el gobierno hispano y un agotamiento mental y físico para las familias de los tripulantes, que temieron por sus vidas. Fueron muchas las negociaciones, incluso en torno a un supuesto menor de edad que fue detenido por la Armada española y enviado a nuestro país para su oportuno enjuiciamiento.
Los más de 30 tripulantes de este barco fueron, finalmente, liberados, después de que las amenazas se fueran reiterando y repitiendo para reclamar el pago de un rescate. Tras la liberación se intensificaron las medidas de protección de los pesqueros que faenan en los caladeros de atún de la zona. Asimismo, el gobierno español autorizó que las embarcaciones españolas llevaran seguridad privada con armamento sofisticado y, a menudo, de gran calado y envergadura, como el que utilizan los militares.
Este episodio puso, igualmente, sobre el tapete la delicada situación de Somalia. Además, conviene que destaquemos que, tras los secuestros de barcos europeos que faenan en aquellos caladeros, está la mala situación económica de un país sin gobierno y sin las suficientes medidas de seguridad, ni siquiera para preservar los intereses propios y externos de sus costas.
La huelga de hambre de Haidar
Por otro lado, Aminatu Haidar, como hemos señalado, protagonizó otro de los incidentes más complejos que tuvo que afrontar el gobierno español. La inmigrante del antiguo Sáhara español fue detenida en Lanzarote al entrar sin pasaporte, y se quedó en una especie de limbo, de zona de nadie en el sector internacional del aeropuerto. Se negó en ese momento a pedir un pasaporte marroquí, Estado que no reconocía como propio, y también se negó a aceptar una acreditación del gobierno español, a la que tenía derecho al ser nieta de españoles. Así, durante varias semanas vivió una huelga de hambre que se saldó en tablas, pues volvió al Aaiún tras las conversaciones que mantuvieron los gobiernos español y marroquí, con todas las intensas negociaciones y valoraciones de unos sectores sociales y otros. Con este acto de protesta, que fue portada en cientos de diarios y portales de internet, así como en los informativos de radio y de televisión, se puso de nuevo en valor la situación de los refugiados saharauis en los campos de Tinduf, en Argelia. Se supone que las conversaciones en torno al futuro de este territorio están en marcha, pero todo parece ir muy despacio.
Mil millones de hambrientos
Es una locura que sigan las desigualdades en un mundo con tanta información, con tantos recursos, con tantas posibilidades. Una de las peores noticias fue la pervivencia del hambre. De los 6.500 millones de habitantes del planeta Tierra, más de mil padecen hambre severa y mueren por su causa. Fue un problema que no se solventó en 2009, que heredó el régimen de desigualdades de las décadas anteriores. Los datos de la ONU hablan de pandemias, de hambre, de desigualdades, de pérdida de respeto de lo humano, de carencias mínimas, de falta de educación, de muertes por perjuicios evitables, etc. Es lamentable que, en la etapa de la opulencia, 5 de cada 6 personas no tengan lo fundamental para vivir con dignidad.
El hambre, pues, continuó siendo la imagen de partida de una sociedad manifiestamente insolidaria, que no es capaz de ver soluciones sencillas a los problemas actuales, unas soluciones que tienen que ver con la corrección de las desigualdades y con el reequilibrio de las fuerzas y de los recursos sociales.
A vueltas para repasar lo que fue
Hagamos un poco de balance. El año 2009 fue, de nuevo, sorprendentemente de nuevo, el año de Obama. Ha batido todos los “records”. Se ha convertido, sigue siéndolo, en la gran esperanza no sólo para su continente, sino para todo el mundo, para todas las naciones democráticas. Su desparpajo, su oratoria, su presencia de buena persona, sus discursos de cambio… todo en él induce a la fe y a la confianza en un mundo mejor.
Los retos que tiene por delante son muchos, y complejos. Conviene que los tengamos níveos. Está la crisis económica, los derrumbes de los consumos, y, por lo tanto, de las producciones, el paro, la falta de liquidez, la carencia del suficiente entusiasmo para recuperar la ilusión perdida… Es verdad, y conviene señalarlo, que parece que las cosas han ido mejorando, sobre todo en el segundo semestre. Los mismos mercados bursátiles son exponentes de que la recuperación, al menos en algunas naciones, está iniciándose. Seguramente éste es el itinerario que podemos esperar.
La contradicción de la falta de dinero en algunos sectores se une a las fuertes ayudas a la banca y a las grandes empresas, que parecen no perder en ninguna coyuntura económica. Obama es la imagen de la confianza, del cambio, de la mudanza tranquila, y, en ese sentido, es un emblema, un símbolo para su país y para el resto del mundo. Su carácter conciliador es un buen punto de partida en esta situación actual. Creemos que en los próximos años continuará como guía internacional.
No obstante, hoy en día, los conflictos económicos se unen a los militares, a los enfrentamientos civiles o entre naciones, a la pervivencia de líderes que actúan como dictadores y hacen que no aflore la justicia en sus respectivos ámbitos de influencia. Las instituciones internacionales como la OTAN o la ONU no terminan de ser referencias para solventar, y, si es posible, evitar, conflictos mundiales o regionales. Hay que llevar cuidado con las zonas más deprimidas o con aquellas otras como en algunas repúblicas rusas donde el terrorismo sigue tan fuerte como hace décadas, o eso nos parece. El freno de la economía también ha llegado a una Unión Europea que, por basarse tanto en las finanzas, no logra afianzarse en algunas conquistas sociales y políticas. El ritmo pausado debe ser acelerado en cuanto sea posible. Hemos de contemplar el futuro en positivo.
África ha seguido el mismo destino que conocemos hasta ahora de ignorada, de vilipendiada, de saqueada, de olvidada para las mejoras mundiales. Los conflictos civiles, y las desigualdades y las injusticias, siguen presentes, y eso debería avergonzar al mal llamado “Primer Mundo”, que tiene mucho que ver, todo, con lo que pasa en ese Continente, que fue el origen de la Humanidad. La “vieja guardia” que gobierna en algunos países de Sudamérica y de América del Sur tampoco parece que permita cambios y mejorías sustanciales para aquel ámbito territorial.
Hemos de buscar alianzas intelectuales positivas, así como esperanzas y actuaciones claras, brillantes y fuertes para que las zonas más empobrecidas mejoren, y para que lo hagan de forma real, a través de la educación, de la salud, de una explotación razonable de sus recursos naturales, al tiempo que hemos de compartir lo que sabemos y lo que tenemos. No es posible que la paz se sostenga en la injusticia internacional.
Debemos evitar, en la medida de lo posible, que las catástrofes naturales se ceben en determinadas áreas, y que sólo vayamos a ellas para ver qué podemos obtener o para hacer turismo. Es el momento de corregir desniveles.
El modelo económico necesita cambios. La crisis los demanda. Además tienen que ser mudanzas tranquilas, consensuadas, hechas para todos y entre todos, buscando que los desajustes se corrijan y que el acceso a la dignidad sea un derecho de todos. Podemos. Claro que sí.
Juan TOMÁS FRUTOS.
*Fuentes utilizadas: La Opinión de Murcia, La Verdad, El País, El Mundo, Wikipedia.
La vida está llena de oportunidades, si bien no siempre son aprovechadas del modo y manera que esperamos. Como suele ocurrir, en el año que nos ocupa no todo fueron aciertos. Algunas ocasiones, como las resultantes de actuaciones y actividades, y, por qué no decirlo, de políticas determinadas, para reducir el hambre, las pandemias, el número de conflictos, etc., siguieron sin llevarse a cabo, sin acontecer, sin aprovecharse, y, en ese sentido, es una pena, y un fracaso, que hemos de manifestar primigeniamente. No fueron auténticas oportunidades, pues, o bien no se dieron o bien se produjeron con escasa efectividad o intención.
2009 fue un año variopinto, marcado por la crisis, por la ilusión, por los conflictos y por los buenos deseos. Las organizaciones supranacionales mostraron, un año más, que no cuentan con los suficientes recursos, y que, además, no tienen el crédito suficiente para sacar adelante proyectos globales de emancipación. No salieron las cuentas para afrontar problemas como la falta de alimentos en la mayor parte del Planeta, las enfermedades, las desigualdades, etc. El cambio climático fue uno de los grandes caballos de batalla que se dilucidó en sedes como Copenhague (Dinamarca). Se demostró, también en este ámbito, que es imposible, o casi, ponerse de acuerdo.
A falta de un liderazgo en Europa, el presidente estadounidense, Barack Obama, se convirtió en una referencia mundial, si bien la política de su país siguió teniendo algunas de las contradicciones de antaño. Los conflictos de Irak, de Israel, de Afganistán, sin olvidar las guerras civiles no declaradas en países como Las Filipinas o Colombia, siguieron de forma clara y arrolladora, e, igualmente, devastadora.
Fueron también meses de conformación de una conciencia social en torno a la evidencia de que el modelo económico había fracasado. Las reuniones del G-8 no terminaron de mostrar acuerdos en asuntos esenciales, como la educación, la reducción de los niveles de contaminación o el apoyo a las economías más necesitadas. Advertimos el fracaso de un sistema que estaba hecho para la bonanza, con todas sus contradicciones incluso, pero no para etapas de recesión como la que se empezó a vivir, al menos de manera intensa, a partir de 2009.
El pánico generado por la Gripe A
La Gripe A llenó páginas y páginas de los periódicos de todo el mundo. También colmó los informativos de Radio y de Televisión. Desde su aparición en México en forma de pandemia hasta su extensión más o menos paulatina por todo el planeta azul, ríos de tinta se derramaron para hablar de una enfermedad que todo parece indicar que enriqueció a la industria farmacéutica. Hubo mucha alarma, a la cual también la Prensa contribuyó como correa de transmisión. Se cambiaron nombres a la hora de aludir a esta enfermedad y se jugó, no precisamente fríamente, con las cifras, lo cual quizá generó una alarma innecesaria (no confundir alarma con alerta) y un afán de tomar medidas que no siempre se llevaron a término y que no fueron tan efectivas como se pensó. En todo caso, sí parece demostrado que la enfermedad atacó a los más jóvenes y, sobre todo, a aquellos que tenían alguna faceta de vulnerabilidad. Ello quiere decir que las imágenes de pánico que se generaron en muchos países del mundo no tenían ninguna razón de ser (o no tenían tanta base como se dijo).
Las enfermedades ignoradas
Quizá conviene una reflexión más sobre el asunto de las enfermedades. Cada segundo muere un niño como consecuencia de una enfermedad que podría ser evitable, si las vacunas fueran un bien universal, si la Organización Mundial de la Salud operara con la justicia que su ideario dice tener, si las industrias farmacéuticas no tuvieran tantos intereses económicos, si los conflictos armados no fueran el gran negocio de los siglos XX y XXI, si la coherencia fuera el instrumento de participación política… No es así, y un mundo se derrumba a las puertas y ante los ojos de otro mundo, mucho menor en número de población y mucho más sobrado de todo, hasta el punto de que necesitamos grandes centros de basura y de reciclaje de residuos. Deberíamos empeñarnos en cambiar esta estampa, pues no es posible que la naturaleza de las cosas la permita muchos años más.
A Obama le dieron el Premio Nobel
Si el 2008 fue el año del surgimiento de Obama, el 2009 fue el de la consolidación de su presidencia al frente del país más poderoso del mundo. El 20 de Enero, apenas comenzado el año tomó posesión de su cargo, que se extendió con intensidad a partir de entonces, con viajes por todo el planeta, y con decisiones para aminorar la tensión bélica, aunque siguieron todas las guerras del año anterior. Hemos de destacar su propósito firme y férreo de iniciar el cierre de la cárcel de Guantánamo, en Cuba. Todas sus gestiones, todavía en los albores, le supusieron la consecución del Premio Nobel de la Paz, que generó, como suele ocurrir en estos casos, numerosos partidarios y detractores.
Sin duda, Barack Obama fue la personalidad más importante del 2009 por la fuerza de su cargo, por la visibilidad que él mismo le dio, y, fundamentalmente, porque cambió el estilo de la Presidencia, una mudanza que va mucho más allá del mero relevo de un republicano como fue George Bush por parte de un demócrata.
Un poco más arriba, Canadá continuó siendo una de las grandes economías de la Tierra, con un modelo abierto a cambios, a mejoras y a solidaridades con todas las naciones, y, además, todo ello con unos índices de delincuencia que son de los más bajos del mundo. Quizá es un ejemplo callado que deberíamos tener más presente de lo que lo hacemos. Alguien dirá que con las riquezas económicas que posee y con una baja cifra de población es normal este nivel de riqueza. Aquí preferimos subrayarlo como un logro de esta nación y, por supuesto, de sus ciudadanos.
El carnicero Karadzic
La guerra en la antigua Yugoslavia fue uno de los episodios más duros de la historia Europea reciente. De vez en cuando conviene hacer memoria y recordar las barbaridades cometidas. La década de los 90 fue especialmente tensa por un conflicto que nunca se debió producir. Las ansias de construir una Gran Serbia llevaron a Radovan Karadzic a promover un genocidio que, según los expertos, se pudo elevar a más de 11.000 personas asesinadas. El juicio contra este verdugo se inició este año 2009, en La Haya, ante un Tribunal que el propio Karadzic dijo no reconocer, y en un proceso que generó una cierta controversia en su país entre defensores de su ideología nazi y los que reclamaban justicia. Durante una década y media, este asesino ejerció como curandero en la capital de Serbia, en Belgrado. Se había dejado barba y peluca para no ser reconocido. Lo cierto es que la imagen altiva y soberbia de Radovan Karadzic que conocimos en el período bélico no tiene nada que ver con la estampa deteriorada de la persona que detuvieron los servicios de seguridad serbios. Todavía estamos pendientes de que se haga una justicia modélica por parte del Tribunal Internacional.
Europa y sus Presidencias
España también comenzó a preparar su presidencia de 2010, sobre todo durante el mandato semestral de Suecia (últimos seis meses), que estuvo caracterizado, desgraciadamente, por la crisis y por la lucha, parece que infructuosa, contra el cambio climático. La reunión de Copenhague no terminó de colocar las cosas en su sitio, y sigue habiendo divergencias importantes entre los países ricos y los más pobres. Es lo de siempre, aunque la mentalización ciudadana parece haber avanzando mucho.
La Europa de los 27 se vio inmersa durante estos meses en la misma crisis que arrastró al resto del planeta, si bien es posible que, con ligeras excepciones en cuanto al comienzo de su recuperación, en el caso de algunos países la situación fuera extremadamente grave. Con casi 5 millones de parados, la coyuntura económica española fue muy compleja. Sectores como la construcción o el del automóvil vivieron momentos muy difíciles, si bien el turismo o la agricultura pudieron aguantar el tipo. Las ayudas públicas no surtieron el efecto esperado, pero fueron, en alguna medida, paliativas.
La presidencia de Suecia, aunque correcta en su factura, estuvo marcada, como decimos, por la falta de recursos y por un Tratado de Lisboa que no cuaja al ritmo que sería deseable. La presidencia del primer semestre de la República Checa, en manos de euro-escépticos, tampoco fue brillante, ni mucho menos. Hay todo un impulso necesario que hemos de plantearnos todos los países miembros de la UE.
Todo igual de mal en Oriente
Todo pareció seguir igual por una de las zonas más conflictivas del mundo: Oriente Medio/Oriente Próximo. Los esfuerzos, y eso debe constar, fueron imponentes e importantes, pero no fructificaron. Los intereses geopolíticos, económicos o de pura venta de armamento parece que se siguen superponiendo. Las grandes empresas son más fuertes que los propios Estados. Los conflictos, la presencia de fuerzas armadas extranjeras en países como el Líbano, o la existencia de pactos militares con otras naciones como Turquía o Egipto, sin olvidar los conflictos iraquí o en Afganistán, suponen una radiografía compleja de una zona que está siempre en las conversaciones internacionales sin que se llegue a la resolución de los problemas allí planteados.
Las conversaciones entre israelíes y palestinos siguieron en un tiempo muerto y sin vías de salida. Centenares de muertos se contabilizaron entre atentados y redadas en una nación que sigue separada por muros y alambradas de vergüenza para los dirigentes políticos no sólo de aquella zona, sino de todo el mundo. Animamos a que se produzcan reuniones y encuentros con ánimos renovados. La paz debe ser la única meta.
Un avión de Air France cae al océano
Hubo, igualmente, relevantes sobresaltos. Los aviones también dieron unos cuantos sustos, todos dignos de mención, pero nos vamos a fijar en dos. En Junio desaparece un avión de Air France con 231 pasajeros a bordo (228 pasajeros y la tripulación). Se le dio por desaparecido cuando se esperaba el reporte de su situación a las costas marroquíes. Cuando no lo hizo cundió la alarma sobre la situación del vuelo AF447. Finalmente se concluyó que había caído al mar y se inició una búsqueda que fructificó en el descubrimiento de algunos restos y de algunos de los fallecidos. Todo parece indicar que pudo tratarse de un rayo que afectó a uno de los motores y precipitó al mar a la aeronave. El vuelo hacia el trayecto entre Río de Janeiro y Paris (tenía previsto aterrizar en el aeropuerto Charles De Gaulle). Las búsquedas estuvieron protagonizadas por barcos y aeronaves de Francia y Brasil. Fue noticia de portada durante semanas en el verano. La desgracia se cebó, de nuevo, con los vuelos intercontinentales.
No fue el único accidente aéreo mortal. Los países del Este protagonizaron más de un susto. Estos hechos vinieron a demostrar que la flota de aviones no estaba en las mejores circunstancias. Todo parece indicar que precisan cambios de aeronaves y mantenimientos en condiciones. No obstante, el incidente aéreo con más fortuna fue en el mes de enero, en las aguas frías del Río Hudson, en Nueva York, en los Estados Unidos de América. El aparato era un Airbus, que en el momento del despegue se vio afectado en sus motores por unos gansos que chocaron y los inutilizaron. La pericia del comandante permitió que el avión amerizara en el río, salvando a los 115 pasajeros que viajaban a bordo. Seguro que los tripulantes y las 155 personas que viajaban en el avión no olvidarán el nombre de su héroe particular: Chesley Sullenberger, quien, por cierto, había superado la edad de jubilación.
La seguridad aérea
El mantener la seguridad aérea internacional ha sido una de las constantes por las que más han laborado todos los países, sea cual fuere su ideología, su ubicación geográfica u otro tipo de ideario. El objetivo ha sido evitar el terrorismo internacional basado en secuestros aéreos para luego utilizar los aviones como monedas de cambio o incluso como bombas móviles. Esencialmente se ha conseguido. Es verdad que, en aras de esa seguridad, los inconvenientes para poder viajar son mayores, pero todo parece indicar que es el coste que debemos pagar en el fin y el deseo más grande de evitar desgracias personales es asumible y hasta defendible.
Italia y su particular Berlusconi
La situación en la Italia de Silvio Berlusconi fue similar a la de años anteriores. Con un dominio atroz de los medios de la comunicación, Berlusconi siguió siendo un personaje controvertido con un fuerte apoyo social y con una recia oposición en algunas esferas sociales. Más de 70 años tiene este líder político, lo que no es normal dentro del elenco de primeros ministros europeos, pero prosigue con una vitalidad incombustible. La fama de mujeriego, la recreación de sus actividades y de sus ideologías, más propias de otras etapas, así como un variado periplo por situaciones pintorescas, hicieron de Berlusconi un personaje de peso y de obligada mención en programas serios y en otros que no lo son tanto. La mafia y la dependencia del sur respecto del norte, en lo económico y en lo político, marcaron, un año más, la situación política del país, que continúa siendo una de las primeras economías del mundo (no lo olvidemos).
Los Juegos Olímpicos, a Río de Janeiro
Llegamos al ámbito deportivo, donde hubo luces y sombras, como en todas las esferas de la vida a lo largo de toda nuestra historia. Lo cierto es que hubo más éxitos que fracasos, en lo que concierne a España, o, al menos, ésa es nuestra interpretación personal. Empecemos señalando que el ciclismo siguió cosechando conquistas personales y por equipos. La más sobresaliente fue la gesta protagonizada por Alberto Contador, que se hizo con el Maillot Amarillo del Tour de Francia, en una ronda en la que el murciano de Las Lumbreras Alejandro Valverde hizo una intervención impresionante. De nuevo, se puso de manifiesto el buen nivel español en este deporte, que cuenta con un gran número de aficionados, y, en el momento actual, con algunos de los más óptimos deportistas.
Por otro lado, y eso ya no es tan bueno, Río de Janeiro se hizo con los Juegos Olímpicos del 2016, después de que Madrid hiciera una intensa y atractiva campaña para ser la sede de estos encuentros deportivos. El papel de Madrid fue tan digno como anónimo a la postre, pues quedó como un segundón que coloca a los capitalinos en una amarga eternidad. También compitieron por estos Juegos Chicago y Tokio. Pese al apoyo ciudadano, los brasileños ganaron, y ahora tienen por delante un sinfín de inversiones y de obras que, en el caso de Madrid, ya existían. Madrid volverá a plantearse el presentar su candidatura, y así lo manifestó su alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón.
Otro punto positivo es que España manifestó, otra vez, una vez más, su buen nivel en baloncesto, al hacerse con el Campeonato de Europa de este deporte en un ciclo de encuentros que iniciaron con mal pie, perdiendo los primeros partidos. Poco a poco, la selección fue de menos a más, y se hizo con el liderazgo y la copa. Fue en Septiembre y ganó en un contundente y trepidante partido ante la selección de Serbia, que, en todo momento, manifestó tener un nivel excelente. Los españoles fueron capaces de demostrar que son buenos profesionales individualmente y que pueden funcionar como un equipo perfectamente engranado.
Secuestros somalíes
En el lado de noticias negativas están dos asuntos en los que España se colocó en el territorio internacional: el secuestro del Alakrana y la huelga de hambre de Haidar a favor de un Sahara independiente. Los dos sucesos acabaron bien, pese las incertidumbres y tensiones, y eso, ante todo, es lo importante.
Recordemos. Frente a las costas somalíes fue secuestrado el barco español llamado Alakrana, con casi 40 tripulantes a bordo, un episodio que supuso un auténtico quebradero de cabeza para el gobierno hispano y un agotamiento mental y físico para las familias de los tripulantes, que temieron por sus vidas. Fueron muchas las negociaciones, incluso en torno a un supuesto menor de edad que fue detenido por la Armada española y enviado a nuestro país para su oportuno enjuiciamiento.
Los más de 30 tripulantes de este barco fueron, finalmente, liberados, después de que las amenazas se fueran reiterando y repitiendo para reclamar el pago de un rescate. Tras la liberación se intensificaron las medidas de protección de los pesqueros que faenan en los caladeros de atún de la zona. Asimismo, el gobierno español autorizó que las embarcaciones españolas llevaran seguridad privada con armamento sofisticado y, a menudo, de gran calado y envergadura, como el que utilizan los militares.
Este episodio puso, igualmente, sobre el tapete la delicada situación de Somalia. Además, conviene que destaquemos que, tras los secuestros de barcos europeos que faenan en aquellos caladeros, está la mala situación económica de un país sin gobierno y sin las suficientes medidas de seguridad, ni siquiera para preservar los intereses propios y externos de sus costas.
La huelga de hambre de Haidar
Por otro lado, Aminatu Haidar, como hemos señalado, protagonizó otro de los incidentes más complejos que tuvo que afrontar el gobierno español. La inmigrante del antiguo Sáhara español fue detenida en Lanzarote al entrar sin pasaporte, y se quedó en una especie de limbo, de zona de nadie en el sector internacional del aeropuerto. Se negó en ese momento a pedir un pasaporte marroquí, Estado que no reconocía como propio, y también se negó a aceptar una acreditación del gobierno español, a la que tenía derecho al ser nieta de españoles. Así, durante varias semanas vivió una huelga de hambre que se saldó en tablas, pues volvió al Aaiún tras las conversaciones que mantuvieron los gobiernos español y marroquí, con todas las intensas negociaciones y valoraciones de unos sectores sociales y otros. Con este acto de protesta, que fue portada en cientos de diarios y portales de internet, así como en los informativos de radio y de televisión, se puso de nuevo en valor la situación de los refugiados saharauis en los campos de Tinduf, en Argelia. Se supone que las conversaciones en torno al futuro de este territorio están en marcha, pero todo parece ir muy despacio.
Mil millones de hambrientos
Es una locura que sigan las desigualdades en un mundo con tanta información, con tantos recursos, con tantas posibilidades. Una de las peores noticias fue la pervivencia del hambre. De los 6.500 millones de habitantes del planeta Tierra, más de mil padecen hambre severa y mueren por su causa. Fue un problema que no se solventó en 2009, que heredó el régimen de desigualdades de las décadas anteriores. Los datos de la ONU hablan de pandemias, de hambre, de desigualdades, de pérdida de respeto de lo humano, de carencias mínimas, de falta de educación, de muertes por perjuicios evitables, etc. Es lamentable que, en la etapa de la opulencia, 5 de cada 6 personas no tengan lo fundamental para vivir con dignidad.
El hambre, pues, continuó siendo la imagen de partida de una sociedad manifiestamente insolidaria, que no es capaz de ver soluciones sencillas a los problemas actuales, unas soluciones que tienen que ver con la corrección de las desigualdades y con el reequilibrio de las fuerzas y de los recursos sociales.
A vueltas para repasar lo que fue
Hagamos un poco de balance. El año 2009 fue, de nuevo, sorprendentemente de nuevo, el año de Obama. Ha batido todos los “records”. Se ha convertido, sigue siéndolo, en la gran esperanza no sólo para su continente, sino para todo el mundo, para todas las naciones democráticas. Su desparpajo, su oratoria, su presencia de buena persona, sus discursos de cambio… todo en él induce a la fe y a la confianza en un mundo mejor.
Los retos que tiene por delante son muchos, y complejos. Conviene que los tengamos níveos. Está la crisis económica, los derrumbes de los consumos, y, por lo tanto, de las producciones, el paro, la falta de liquidez, la carencia del suficiente entusiasmo para recuperar la ilusión perdida… Es verdad, y conviene señalarlo, que parece que las cosas han ido mejorando, sobre todo en el segundo semestre. Los mismos mercados bursátiles son exponentes de que la recuperación, al menos en algunas naciones, está iniciándose. Seguramente éste es el itinerario que podemos esperar.
La contradicción de la falta de dinero en algunos sectores se une a las fuertes ayudas a la banca y a las grandes empresas, que parecen no perder en ninguna coyuntura económica. Obama es la imagen de la confianza, del cambio, de la mudanza tranquila, y, en ese sentido, es un emblema, un símbolo para su país y para el resto del mundo. Su carácter conciliador es un buen punto de partida en esta situación actual. Creemos que en los próximos años continuará como guía internacional.
No obstante, hoy en día, los conflictos económicos se unen a los militares, a los enfrentamientos civiles o entre naciones, a la pervivencia de líderes que actúan como dictadores y hacen que no aflore la justicia en sus respectivos ámbitos de influencia. Las instituciones internacionales como la OTAN o la ONU no terminan de ser referencias para solventar, y, si es posible, evitar, conflictos mundiales o regionales. Hay que llevar cuidado con las zonas más deprimidas o con aquellas otras como en algunas repúblicas rusas donde el terrorismo sigue tan fuerte como hace décadas, o eso nos parece. El freno de la economía también ha llegado a una Unión Europea que, por basarse tanto en las finanzas, no logra afianzarse en algunas conquistas sociales y políticas. El ritmo pausado debe ser acelerado en cuanto sea posible. Hemos de contemplar el futuro en positivo.
África ha seguido el mismo destino que conocemos hasta ahora de ignorada, de vilipendiada, de saqueada, de olvidada para las mejoras mundiales. Los conflictos civiles, y las desigualdades y las injusticias, siguen presentes, y eso debería avergonzar al mal llamado “Primer Mundo”, que tiene mucho que ver, todo, con lo que pasa en ese Continente, que fue el origen de la Humanidad. La “vieja guardia” que gobierna en algunos países de Sudamérica y de América del Sur tampoco parece que permita cambios y mejorías sustanciales para aquel ámbito territorial.
Hemos de buscar alianzas intelectuales positivas, así como esperanzas y actuaciones claras, brillantes y fuertes para que las zonas más empobrecidas mejoren, y para que lo hagan de forma real, a través de la educación, de la salud, de una explotación razonable de sus recursos naturales, al tiempo que hemos de compartir lo que sabemos y lo que tenemos. No es posible que la paz se sostenga en la injusticia internacional.
Debemos evitar, en la medida de lo posible, que las catástrofes naturales se ceben en determinadas áreas, y que sólo vayamos a ellas para ver qué podemos obtener o para hacer turismo. Es el momento de corregir desniveles.
El modelo económico necesita cambios. La crisis los demanda. Además tienen que ser mudanzas tranquilas, consensuadas, hechas para todos y entre todos, buscando que los desajustes se corrijan y que el acceso a la dignidad sea un derecho de todos. Podemos. Claro que sí.
Juan TOMÁS FRUTOS.
*Fuentes utilizadas: La Opinión de Murcia, La Verdad, El País, El Mundo, Wikipedia.
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