No me cuentes por dónde van las soluciones en un momento en el que nos ahogamos en penas que hemos de superar con dignidad y decoro. Dime que es posible, que lo es si estamos juntos.
Dibujemos los espacios que pueden iluminar todo cuanto somos, aquello que es, lo que será, la devoción con la que andamos a pasos agigantados.
No pongamos dificultades en las experiencias que nos han de proponer cambios con diseños fortuitos que hemos de consolidar por su límite más querido.
Reservemos un tanto de memoria con toda la fina intención que nos puede permitir acudir en sones de paz y no de una pugna que a nada lleva. Conduzcamos las ideas con prudencias infinitas.
Moderemos las prisas, que no siempre son buenas consejeras. Hemos de equilibrar todo cuanto hacemos y procurar hacerlo en la medida más decorosa posible y teniendo en cuenta lo que realizan y nos dicen los demás, que nos han de ayudar en los trámites comunes, pues es bueno que todos colaboremos desde la sapiencia más digna y considerada.
Pongamos los casos más relucientes en ese capítulo comunicativo que hemos de co-protagonizar con buenas voluntades y mejores intenciones.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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1 comentario:
Con las mejores voluntades y las mejores intenciones, diria yo. Creo que no está el tiempo para reporches, más bien para trabajar codo con codo.
De las burbujas de abajo..me quedo esta.
Todo me vale mientras me vale.
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