Comunicar a tiempo

Sabes que eres el amor personificado por tu forma de comunicar, que es amplia y recia. Nos hemos asomado para entender varias escenas que nos quedan lejos, cortas, suplidas por ese intelecto que nos hace recoger expresiones de pura bondad.

Hemos superado las agonías de quienes contemplan las sensaciones con unos gozos que nos hacen vivir entre espacios de límites sugerentes. No hemos entendido casi nada. Nos preñamos de emociones que no siempre sabemos sacar adelante. Hablemos de lo que sabemos, que es mucho y bueno.

Hemos de avanzar pese a esos recorridos que nos disponen con criterios de disparidades profundas. No agotemos los objetivos, que siempre deber haber algo que hacer. Nos hemos de imprimir caracteres con los que sumar ante las desganas de todos, de quienes son en lo superficial. Vivamos en un aparte.

Hemos subrayado algunos vaivenes de la existencia, que nos hace sortear obstáculos con lo que tenemos y con lo que no. Hay que adaptarse. Hemos de abordar las cuestiones que nos parecen fundamentales para nosotros y para quienes confían en el progreso societario. Todo tiene un fin. Hemos de descifrarlo.

No detengamos el tiempo, pues es una actitud que no sirve para nada. Los conceptos relativos nos alteran con sus miradas salientes. Hemos servido en platos fríos algunas soluciones, y, quizá por la demora, no han tenido el mismo resultado, ni tampoco la misma apreciación. Intentemos comunicar a tiempo.

Juan TOMÁS FRUTOS.