Creo en todos tus sueños, que convertiré en la realidad moderada y cercana en cuanto pueda ser. Nos hemos de estimar desde la admiración mutua, que la tenemos ya y que hemos de fomentarla con claridad meridiana.
Nos hemos de suplicar cada día el valor de una existencia que ha de buscar el fermento de la levadura que nutre sin tapujos y de las flores que nos regalan su aroma y su hermosura.
No gastemos lo que no es nuestro en peticiones de regresos nobles que no siempre se advierten.
Agrandemos el espacio que nos puede sugerir preferencias desde ángulos que no siempre dan con los toques de pura hermosura. Vayamos con soltura, a buen paso, para vernos bien, para entender lo que sucede, para vivir en paz.
Cultivemos los pronósticos de otros, que ahora hemos de hacer nuestros con promesas no cautivas. Creo que nos sentimos en paz porque hemos hecho lo posible para que así sea. Nos hemos formado con promesas cumplidas, y de ellas hemos aprendido.
Las perspectivas nos han de engrandecer con los recuerdos de quienes tuvieron el camino con toda su pacífica intención de contrastar, de baremar, de ser, de opinar, de ser virtuosos con palancas que impulsan a ir por trechos medios. En ellos nos comunicaremos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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