Es verdad que estas elecciones han estado marcadas por el dolor y las nefastas consecuencias de la crisis económica, pero también es cierto que han sido todo un ejemplo de civismo, de entrega al sistema como base para superar los momentos tan agrios que sufren millones de familias que no tienen trabajo y que ven como algunas políticas sociales se hallan en una encrucijada compleja por falta de dinero en las Administraciones Públicas.
La crisis ha golpeado todo lo que ha encontrado por delante. Todo es todo: el sistema político, el económico, el bancario, el modelo laboral, los ejes comunicativos y las actitudes e iniciativas del ámbito cultural, formativo, sanitario, etc. Nada ha escapado, y todavía sigue…
No obstante, en momentos complejos las sociedades demuestran lo que son: su madurez, sus posibilidades, sus opciones de avance y de desarrollo, sus creencias y sus fortalezas.
La sociedad española ha hablado a través de las urnas, y lo ha hecho con libertad y con criterio, desde la responsabilidad que tiene cada cual en el ejercicio de su derecho al sufragio. Ha sido, como tiempo atrás, todo un modelo de convivencia y de solidaria confianza en el futuro.
Estoy convencido de que ese ejemplo será tomado en su justa medida por toda la clase política, y también por los estamentos europeos y económicos. Deseo creerlo así, para que, desde la confianza, así sea. España lo merece.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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