Sorprende la vida
desde ópticas y lados
que atemorizan
pero que superamos
porque confiamos en el amor
sin reservas, en el auténtico,
por defender axiomas espirituales
y no meros intereses.
Sorprende la vida
por los rodeos y directos
que nos brinda
con capacidades por desarrollar;
y, entretanto, esperamos,
y somos mejores por razones
que vivimos en alegría
y casi compartidas
desde el hilo conductor de lo humano.
¡Me encantan las sorpresas!
J.T.
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1 comentario:
Y a mi me gusta que me sorprendas con estas sorpresas.
Saludos
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