Las dudas nos llenan de métodos que nos harán seguir otras secuencias.
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Vencemos sin dar con las claves que pudieron averiguar quiénes somos en la calma.
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Las directrices nos llevan bien, incluso mejor, y seguimos, siempre seguimos.
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Hemos comprobado algunas razones que nos llenan de orgullos.
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Prestamos lo que nos parece nuestro. Separamos las versiones.
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No podremos quedarnos en esa nada que nos invita a averiguar lo que se nos fue.
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Nos hemos hallado en otra etapa, con otras intenciones, con divertimentos que nos agotan.
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Prestemos lo que podría ser. La vida nos hace sestear en exceso.
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No pregonemos cambios en los que no creemos. La sencillez brilla.
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Nos insistimos con unos pronósticos que aclaran hacia dónde podríamos marchar.
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Las separaciones nos son. Hemos advertido mucho.
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Las inquietudes recrean los espacios en los que podríamos manifestar mucho.
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Nos hemos mirado con divertimento. Los anhelos fraguan.
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Ya veremos lo que no es. Las tipologías son escasas.
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Nos hemos despedido. Las presentaciones de otros paños nos incluyen en espacios abiertos.
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Tendremos que ir donde sea menester. Nos vendremos a ver con manifestaciones de pura paz.
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Ya nos hemos visto con toques considerados maestros. Tendremos que esperar.
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Las averiguaciones nos rompen con anteriores espacios.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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