Cantamos

Eres toda mi voluntad. Parto hacia el futuro.

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Nos serenamos en soledad.

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Me gusta, pero no puede ser.

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Es, aunque no me guste.

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Jugamos a pasar el tiempo, y, sin duda, pasa.

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Mejoremos algunos espacios.

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No fracasemos en las miradas.

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Podemos con mucho.

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Las situaciones tienen su esterilidad.

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Nos hemos consumido en la espera, pero pronto nos podremos recuperar.

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No podemos llegar a todos, aunque lo vamos a intentar.

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Sigamos con la secuencia infinita.

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Nos tendremos que disponer del mejor modo.

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Nos atendemos en la noche misma.

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No hemos consultado a los corazones.

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Hemos aplicado formulaciones que nos disipan las dudas.

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No todo es como lo vemos.

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Simpatizamos. Es fácil amar cuando estamos de nuestra parte.

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Marcamos el camino del amor. Hay que seguirlo.

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Nos tendremos que ver en otro espacio.

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Vayamos para dar ocasiones.

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Respondemos a la vida con más vida, y así vamos más o menos bien.

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Nos damos fuerza para continuar.

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Persigamos otro empeño, con otro esfuerzo.

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Pensemos en estar.

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Hemos averiguado lo que nos amamos.

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Nos sentimos en plena existencia. Es cuestión de ver todos los recovecos.

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Hablamos el mismo idioma: es el amor.

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Nos hemos perfeccionado con vasijas nuevas.

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Nos hemos despertado muy temprano: queríamos dejar de soñar.

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Tomemos un tanto de vida para que todo sea más radiante.

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Nos hemos de escuchar en otro tiempo. Sigamos en el espacio convenido.

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Hagamos que el amor no nos tumbe.

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Nos hemos pedido más ternura.

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Simpaticemos en las noches de eternidad.

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No podremos quedarnos en la misma nada.

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Implicamos a quienes son.

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Superamos las noches de caricias.

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Todo es lo que parece y lo que no.

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Intuimos lo que podemos hacer.

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Nos hemos dado algunas genialidades.

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Nos importamos mucho.

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Vayamos a otra etapa.

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Nos hemos dado un dato de amor.

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Nos perdemos en otra memoria.

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Nos suspendemos en recuerdos.

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Todo es cuestión de negatividades que hemos de positivizar.

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Nos vemos por el camino. Soltamos algunos anhelos.

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Percibimos lo que nos parece oportuno.

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Hagamos que otra cuestión sea.

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Miremos por los consabidos espacios.

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Determinemos las reales astucias.

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Singularicemos las externas intenciones.

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No hablemos de amor: practiquemos en el día a día.

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Nos hemos singularizado en la vida misma.

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No es posible, aunque lo parezca.

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No hemos dado con las teclas que tocan de manera oportuna.

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Los jabones lavan lo externo.

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Nos hemos vuelto simpáticos.

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Las noches son días.

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No hemos dado con las etiquetas que marean.

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Nos quitamos las zapatillas.

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Los cumpleaños han de ser felices.

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Reservamos lo mejor. No sé para qué.

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Nos hemos librado de algunos efectos.

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Pensamos, y perdemos.

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Nos hemos llamado algo de atención.

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Referimos cuanto somos.

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No hemos agudizado el ingenio, pero por ahí andamos.

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Tenemos que conocer lo que nos sucede.

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Hemos averiguado qué hacer.

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Las señales nos olvidan en el otro lado de la vida.

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No versionamos la existencia en todas sus ocasiones.

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Nos vestimos para ver lo mejor de nosotros mismos.

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No hemos dado con las voluntades de antaño.

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No todo es lo que parece. Podría.

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Nos hemos librado de las impaciencias.

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Ya estamos listos.

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Nos hemos vuelto a enamorar. Somos los mismos de ayer.

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Los ciclos nos llevan al amor. La felicidad está en el frontispicio de la eterna búsqueda.

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Nos hemos perdido, pero ya nos hemos hallado.

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No damos con los créditos de antes.

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Nos colamos por otros lares. Los mundos se acercan.

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No hemos existido antes del amor.

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Ya estamos en esa plenitud de la Luna.

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Nos damos bravura gracias a lo que sentimos.

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Cantamos de felicidad.

J.T.