miércoles, 21 de diciembre de 2011

Gestos que quieren

Tomemos conciencia y seamos cercanos.

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Nos hemos dispuesto.

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Hemos asegurado los procesos.

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Nos sentimos en plenitud.

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Reducimos las opciones, pero quedan las reales.

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Nos hemos acercado con ahorros sensacionales.

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Las voluntades están.

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Nos posibilitamos.

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Nos gobernamos sin dar con las esencias interiores.

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Nos proponemos salir de algunos planteamientos.

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Posibilitemos ansias de libertad.

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Nos hemos prestado dichas.

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Nos imponemos una razón que son dos.

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El futuro es poder vernos.

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Nos destacamos emociones que han de empatizar.

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No todo se ve, y tampoco hace falta.

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Nos dejamos pasar con minutos eternos.

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Nos regalamos dosis de amistad.

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Causamos buenas sensaciones. Nos acompañamos.

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Hemos celebrado la vida con más vida.

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Lo que fue continúa sin aspavientos.

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Nos aseguramos entre novedades estupendas.

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Tendremos que estar donde sea preciso.

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Sepamos que es, que podemos, que hemos de estar.

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Nos anunciamos con pláticas gloriosas.

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Tendremos que dar con ciertas inmensidades.

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Nos reportamos buenos anhelos.

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Hemos sido con libertades entre glosas de amor.

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Nos amparamos con acciones directas.

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No hemos pedido ningún límite.

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Nos gozamos con noches que son lunas.

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No hemos verificado el amor. Quizá no estaba. O sí...

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Nos empeñamos en mirar sin saber lo que buscamos.

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No todo reluce con enseñanzas ciertas.

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Los proyectos se hacen realidad.

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Saludamos lo saludable.

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Lo que nos determinó continúa con parsimonia y cierto equilibrio.

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Añadimos realezas. Ofrecemos estar.

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Las conclusiones nos llevan donde es necesario.

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No hemos transportado la vida de antaño a la actual.

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Sugerimos vivir, así, en paz, sencillamente.

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Lo primero es ver los destellos.

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Nos regalamos talante amoroso. Nos hemos de sentir más apegados.

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La belleza es interna, y se refleja fuera también.

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Tenemos que creer en nosotros mismos.

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Nos amparamos. No damos con las soluciones más cercanas.

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No falla la vida, no debe, no puede, no.

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Asomamos por los sitios convenidos.

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Las voces nos arman de valores.

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Nos hemos cobijado en otras situaciones que ya no existen.

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Nos ponemos a laborar con pacientes escuchas.

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Nos saltamos algunas versiones.

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Nos debemos dibujar con colores.

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Hemos asumido la incertidumbre con palabras apasionadas.

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Terminamos con tardías diversiones que se basan en una bendita ingenuidad.

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Nos enfrentamos al presente con valentía. Debe ser así.

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Guarecemos nuestros corazones. No sé para qué.

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Nos involucramos en un río de talentos.

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Nos hemos insertado en otras modalidades.

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Nos pronunciamos con palabras medio huecas.

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No salimos de ese tiesto que nos limita, y deberíamos hacerlo.

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Cristalizamos algunas posibilidades y nos decimos que hemos de estar.

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No hemos llamado la atención. Convirtamos las experiencias en dichas calmadas.

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Tardemos, pero lo justo.

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No seamos presas de la prontitud.

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Suscitemos las mejores prestaciones.

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Las bolsas de besos, de abrazos, de buenos gestos, de amistades, de creencias sin dogmatismos, de amor, no se pueden agotar. Las debemos alimentar todos los días.

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Salgamos de los corsés.

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Tendemos para llegar a buenos puertos.

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Nos hemos retrasado.

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No importa que no hallemos respuestas. Lo importante es que hay preguntas.

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Nos hemos sentido con un cierto temor.

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Nos consumimos en la demora total.

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Nos hemos prestado extrañas sensaciones.

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Alcancemos una tallada caricia en busca de la suprema virtud.

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Posibilitemos las raíces.

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Seamos más profundos.

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No demoremos las búsquedas que nos definirán.

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Los dictados han de venir del corazón.

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Las buenas intenciones han de juntarse.

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Nos debemos amor. No hay motivos para alarmarse. Nos queremos con buenas intenciones y atenciones.

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Nos saludamos con formas propicias.

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Desaparece lo que somos.

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Nos tranquilizamos.

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Necesito que las visiones no estén por encima de nuestros ojos.

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Trasladamos emociones.

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Nos ponemos en guardias medio vencidas.

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Nos damos alguna especialidad.

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Nos mostramos precavidos.

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Nos aleccionamos con unas virtudes medio totalizadoras.

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Nos aumentan las emociones.

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Nos necesitamos entre formulaciones de pescas silenciosas. La fiesta aguarda.

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Seamos sencillos.

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Cabalguemos hacia la vida misma.

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Nos hemos de mirar a la cara.

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Lo primero es lo primero. Debemos analizar permanentemente las prioridades.

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Nos hemos de dar homenajes.

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Nos queremos como somos, más, mejor, entre silencios.

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Nos damos rosas.

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Los claveles nos gustan por sus variados coloridos.

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Acertamos en los planes.

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Vayamos para dar con los suficientes lustres.

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Nos necesitamos en otras ocasiones.

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Nos regalamos paz. Nos queremos hacer mejores personas.

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Nos hemos de introducir con bienvenidas.

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Nos halagamos con hechos.

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Los panoramas nos desean.

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Nos damos expectativas serenas.

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Nos calmamos con noches que son infinitas.

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Nos damos un cauce nuevo.

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Nos generamos prestaciones que están.

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Hemos particularizado los fines. Las medidas de acercarnos son.

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Nos ganamos con novedades que nos fusionan entre incentivos y abrazos. Nuestras actitudes son más concretas. Nos hemos encendido sin prisas y sin lazos.

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Nos palpamos. Somos. Las miradas son dependientes.

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Nos tenemos que brindar nuevos remedios.

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Nos declaramos con expectativas.

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Nos queremos dar mucho amor. Nos debemos.

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Hemos aplaudido el fomento de una amistad genuina.

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Nos promocionamos con amor.

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Nos comprendemos con tacto.

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Nos apoyamos con los gestos, que se quieren.

J.T.

1 comentario:

Rocío Pérez Crespo dijo...

No importa que no hallemos respuestas. Lo importante es que hay preguntas.
Cien, doscientas...un millón. La vida es una pregunta constante.

Guarecemos nuestros corazones. No sé para qué.
¿Para que no nos lo partan? algo de eso hay.

Feliz miercoles. Besos.