Todo se resuelve en esta nueva etapa, en la que hemos de hallar las voluntades que han de ser claves para dar con el testigo de la memoria. No busquemos lo que no es interesante, y aprovechemos el tiempo para aquello que merece la pena.
No aspiremos ese aire que no siempre nos beneficia. Hemos de servir de testigos de las precisiones de quienes nos quieren bien y lo demuestran con sus menesteres cotidianos, que hemos de baremar en su justa valía.
Nos hemos de poner en marcha con unas destrezas que nos deben disponer un poco de calma para poder analizar y entender todo cuanto nos ocurre, que es mucho y bueno.
Gocemos de ese plan que ha de ser fruto del consenso, de la concordia, de los pasos bien dados. No detengamos el tiempo que precisamos para que todo cabalgue a buen ritmo y con tino.
Los modos y las definiciones son buenos ejes para construir una realidad donde no falte la mitad de lo que necesitamos con cierto decoro. Hemos de prevenir alguna actividad y dar con las suficientes iniciativas para que el progreso se articule oportunamente, con una dosis conveniente de comunicación.
Juan T.
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