La etapa soñada

Estoy preparado. No consentiré aspectos competitivos, ni ilícitos. Nos embarcaremos en una actividad que nos hablará de satisfacción y de cobertura de un hambre de amor. Hay cambios y confianzas. Las lentitudes son cosa del pasado. Te hago un llamamiento en cuanto llega tu posición, tu lucha por este trasiego largamente esperado. Tenemos un impulso profundo. Los instintos nos mueven con razones románticas que nos centran donde debemos. Te mando un beso, y otro... Tenemos cientos de “carriles” de acceso a nuestros corazones. Renovamos y no aceptamos que las periferias nos imputen presiones poco agradables. Estamos afinados como los buenos violines, quizá porque las manos se muestran más expertas. Hemos creado muchas expectativas, y las situaciones son divertidas. Continuamos un tiempo donde nos dejamos llevar por esta impresión intuitiva. Jugamos sin ofertas, sin esperar nada a cambio. Somos espíritus gemelos. Diviso tu perfil, y entiendo que leemos las mismas normas, los mismos consejos, los compromisos más idénticos del planeta. Estamos juntos, y eso es lo que vale. Las distintas etapas por las que hemos atravesado hasta llegar aquí nos han colocado en nuestro sitio. Eres sencillamente simpática, aventurera, deliciosamente atrevida, sin malos rollos, presta a olvidarte de las tragedias. En adelante, tras conocerte, no me resignaré a nada. Es un privilegio conservarte a mi vera: proseguiré con este cortejo, libremente idolatrado como experiencia de vida que es. Contigo aprendo entre líneas. Me apunto a tu encanto. Tenemos voz, voto, y potencia para continuar. No habrá decepciones. Te he buscado durante muchos años, sin miedo, sin colocarme una fecha ni una hora, desde la exigencia, procurando que nada se interpusiese, sin amarguras, sin dificultades añadidas. Tu personalidad me ha arrollado, y siento que la protección aguardada lleva el sello de tus ojos. Cada día anticipas lo que está por venir, y me gusta. Veo en ti unas cualidades que puntúan alto. Nos escapamos con ánimo; y nos hallaremos con una conciencia atractiva. Tenemos un abanico de temas de los que hablar, que afrontar; y lo haremos de forma cuidadosa, pero no acomplejada. Nos tenemos confianza y deseos. Estamos en alza, en un buen camino, con puro entretenimiento. Ahora toca desempeñar el papel formulado. Seguro que tendremos suerte.