Veo que tu atractivo vital
queda fuera de esta guerra
pacífica que yo planteo.
Tú crees en la otra,
pero ya te advierto
que te quedarás solo.
No voy a aceptar
que limites mis movimientos
con resultados dados.
No soy quien se espera
a perder lo que no tiene.
No estás conmigo,
ni lo pretendes,
ni siquiera lo finges,
pero yo te pregunto si sabes
dónde y cómo estás,
si estás siquiera.
Has vivido en la carencia
de afectos necesarios,
y eso se nota en la presencia
que se muestra ausente.
Me has intentado
quebrar la moral cesante,
y yo ya te digo que apenas
quedan fuerzas
para mantenernos quietos.
Procura estar bien.
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