Ternura y segundos

Nos hemos convencido.

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Los amores enlazan.

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Recordemos los años mozos.

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La vida tiene un todo.

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Las cuestiones nos asaltan con dudas.

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Vivamos.

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Lo que fue sigue por el mismo lugar.

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No hemos visto cuanto sucede.

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Nos enamoramos bien.

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No razonemos en cuestiones espirituales, y, si lo hacemos, que puede que convenga, que no nos distraigan ciertas ideas. El amor es libertad.

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Superemos las crisis de identidad.

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Nos emocionamos en el día a día.

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Nos hemos gustado mucho. Disipamos experiencias calladas.

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No damos con los nubarrones de otros.

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Nos hemos agasajado con noches que son días.

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Nos permitimos ser. La vida es distracción.

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Eres la claridad del sistema.

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Nos hemos pedido un poco de más ternura.

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Los tiempos nos acompasan.

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No hemos llegado a tiempo. Las fortunas son.

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Nos hemos empezado a ver.

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Los arrojos de otros tiempos nos llevan al punto crucial.

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No hemos animado los corazones.

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Vivimos algunas suficiencias.

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Nos imputamos tiempo.

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Cultivemos los pronósticos. No sabemos nada, o eso nos parece.

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Separemos los buenos motivos, los dudosos, los que son.

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Sabemos lo que somos mientras estamos juntos. Se trata de saber algo más.

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Nos hemos enseñado mucho. Toca ponerlo en práctica.

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Nada es sencillo, aunque lo digan.

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Nos hemos propiciado un deseo.

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Cuajemos las expresiones de bondad.

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Nos hemos animado mucho, y más que nos queda.

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Los riesgos son átomos sin vacío.

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No hemos mirado en el mismo plano.

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Nos hemos consultado deferencias queridas.

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Nos despertamos con síntomas de cordura.

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Vayamos por sendas queridas.

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Nos hemos puesto a colaborar con el mundo.

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Las confianzas tienen sus esperas.

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No hemos contemplado los mismos síntomas.

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Nos inspiramos con garra y garbo.

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No todo es lo que parece.

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Nos hemos sentado a la diestra del universo que se enciende en otra mañana simbiótica.

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Consultemos las expresiones de amor. Ahí están.

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Figura la vida.

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No hemos expresado todo cuanto sentimos.

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Mudamos alguna piel.

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Las distracciones nos llevan a recibir otros consejos, a aceptarlos.

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No hemos mirado en el mismo plano.

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Nos hemos recordado en otros tramos.

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Los trayectos nos empeñan la palabra.

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Seamos con razones y sin ellas.

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Las importancias nos conducen por vericuetos y trances queridos.

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Nos hemos vuelto simpáticos.

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Tendremos que diluir los milagros.

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No acaparamos el todo.

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Tampoco nos vamos a poner donde no queremos.

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Saldamos cuentas con nuestros corazones.

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Es bueno que el día sea como esperamos. Nos anima.

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La continuidad, la rutina, son malas comunicadoras.

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Nos hemos realizado con bondades apuntadas en alto.

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Los vericuetos son puras razones.

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Nos hemos superado. Las voluntades no son lo que fueron.

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Nos damos ganas de vivir.

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Es bueno que superemos los fríos.

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No vamos a vivir en las preocupaciones.

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No ha de valer lo que es entereza.

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Simplificamos algunas experiencias.

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No vamos a esperar milagros tardíos.

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Las promesas fueron más y mejores, pero no hicieron milagros.

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Las calamidades han de quedar fuera.

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Recurramos a la vida misma.

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Nos hemos vivido con pacientes dichas.

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Nos corregimos con palabras de honor.

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No hemos preferido demoras. No debemos.

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Las calmas nos llevarán a otra parte.

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Definamos los puros conceptos. La paz es eterna.

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Simplifiquemos lo que nos toca con pura y destacada belleza interior.

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Hagamos que el honor nos sea.

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Lo contrario nos llena.

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No hemos expuesto los motivos. Las vertientes nos conducen por lares repetidos.

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Nos consultamos parte de una vida, y somos en la memoria.

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Nos construimos emotivamente.

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No hemos enseñado el corazón.

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Pensemos en estar. Somos sin controles.

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Nos inspiramos. Hemos abierto algunas razones.

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Las tipificaciones nos incluyen donde deben.

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No hemos morado en el interior del firmamento de colores, pero pronto lo haremos.

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La mañana deja de ser tan fría.

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Los ojos se conducen por la ternura.

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Nos damos la hora, y hasta el minuto y el segundo.

J.T.