viernes, 20 de junio de 2008

Ella es así

Hay últimamente en mi pequeño mundo una personita graciosa, que despunta, que se abre camino como puede, que acaba de cambiar de aires, a quien le acaba de dejar el novio, que está en la Universidad estudiando, que toca el piano, que tiene sensibilidad a rabiar, que mira y entiende, que se fija y ayuda, que quiere un montón a los suyos, y a la cual espero ver durante mucho tiempo, mientras inicio mi alejamiento de las fantasías y de los momentos que ella ahora vive. Está en los albores de unas experiencias maravillosas, con todo por hacer, y con todo por aprender. Durante los últimos tres años nos hemos visto crecer, cada uno en lo suyo, con sus novedades, con sus dolores, con sus instantes más o menos sinceros, con sus tiempos de descuento, con sus fatídicos o estupendos anhelos, con sus desarrollos y sus celebraciones. Es, y ella no lo sabe, excepcional, lo que la hace más especial. Aún a riesgo de que no se identifique con lo que le resalto, hoy le escribo con gran profundidad lo que a continuación aparece: Eres irrepetible, única: te presentas como solidaria, como estudiosa, como colaboradora, como practicante del gran deporte de la Humanidad. Eres un modelo para tus compañeras y compañeros, que te ven en la Universidad como alguien con destreza, con unos ojos preciosos, con un corazón grande, con unos labios lindos que expresan sentimientos de orgullo, de razón, de entrega, de paciencia, de amistad, de amor platónico y más pasional, de equilibrio, de entendimiento, de sabor a fresa… Eres una victoria que deambula de un sitio para otro mostrando una cara amable que a todos nos gustaría tener cerca. Te pienso en abstracto y como alguien concreto que oficiosamente me oferta seguridades y diestras actuaciones que sacan de la amargura o de la desazón. Reaccionas bien para tus años, que son cortos, breves, pero intensos. Has aprendido bien: demuestras que para ser sabia no es suficiente la sabiduría. Te siento como de mi familia, y eso me facilita la relación contigo. Eres uno de los centros de atención de tus amigos y de tus seres queridos, que tienen en ti un lujo con millones de detalles y de anécdotas. Centras la vida, que está donde debe estar, con intentos no fallidos, con tantos que todos celebramos. Eres aire fresco que entra por las ventanas de nuestras sienes desgastadas y ofreces un concierto que recupera las ansias de vivir. Eres la protagonista de una obra de teatro que toca con tacto y parsimonia, con millones de intenciones que posibilitan la bondad. Recuperas cualquier opción y tratas bien a los que te rodean, que se sienten felices por la proximidad. Nos ganamos mutuamente, casi sin decirlo, con las miradas solamente, y somos más en este centro vital que es una ocasión en potencia frente al abatimiento. Me encanta esta visión, la tuya, y me encanta aprender tanto de ti, sobre todo lo que no se dice y lo que no se ve. Eres así…

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