Buscando una mejoría

Te pido una convivencia “digna”. La situación que nos conecta es un tanto artificial. Rechazo esta desesperación. Me gustaría trasladarme a un lugar desconocido, lejano, donde no hubiera que dar explicaciones de nada y a nadie. Me abstengo de valorarte. Sí puedo decir que me siento mermado, degradado, sin un punto diseñado para sostener el peso de una historia al revés que no ha salido bien porque no nos ha dado la gana. No hemos elaborado un plan con prioridades. Nos cuesta trabajo dar con la bonanza: casi nos parece imposible. Podríamos intensificar las promociones de nuestro cariño y conseguir unos frutos jugosos que nos dieran vitaminas. No estamos nutriendo nuestra pasión, que se ha quedado por debajo de la media. Se nos ve en la cara que no estamos satisfechos. La calificación nos ensucia. Buscamos calidad de vida al estrecharnos la mano, pero no vamos al unísono. Te pongo en valor durante segundos, pero no soy capaz de mantener la visita a tus potencialidades, que hundo y oculto. Estoy agobiado, y lo mismo te pasa a ti. La odiosa espiral en la que ninguno regala nada nos torpedea y nos siega los calendarios dichosos. Nos movemos por inercia, y así no será posible endulzar esta "ronda". Estamos en una caja de truenos que representa temor y zozobra. Quevedo hacía referencia al "poco descanso del alma". Cientos de pintores lo han reflejado en sus cuadros. Me impongo una operación de cirugía que abra en canal el mal y lo extirpe. ¡Ojalá me ayudes y trunquemos esta coyuntura espeluznante! Me gustaría que nos hiciéramos una foto y que, sin verla, supiera que estamos bien.