Mi interés

Mi corazón sigue abierto. Soy realista, pero, pese a ello, estoy por ti. Me completo con tus labios ardientes, con tus palabras sabias, con la presentación de unas credenciales que buscan la alternativa de tu cuerpo y de tu mente, que renuevan mis variables interiores. Me impulsas. Me mantienes con unas bases conjuntas que sostienen consideraciones con plausibles efectos. Me apunto a tus peticiones, a tus presencias, a tus explicaciones, a tus sugerencias, y todo se pone en marcha con los resortes sensibles. Eres mi destino. Me empleo en saldar cuentas y me movilizo para tocarte, para recoger ideas, las tuyas, las mías, las que nos aportan una adición. Niego lo que no me habla de ti. Me obsequias con unas citas, con unas tónicas que ya no son habituales, con unas horas que me endulzan el camino. Me predominas, e intento ser yo lo más importante para ti. Te visito cada noche; y te acompaño igualmente de día, con valentía, con decisión, licitando por cada matiz que me interesa. Haces explotar en mi interior un amor que eclosiona ante las satisfacciones que me procuras. Eres la imagen de lo que siempre busqué, y por eso ahora me esfuerzo tanto. Me siento libre a pesar de mis renuncias, aunque me dirijo a ti, evitando y olvidando otros itinerarios, que solo me ofrecían dudas. Tú me regalas luz, fortaleza, ansias, deseos puros, y me haces obtener toda una profusión de entendimientos que disipan el miedo y las dudas. Eres mi máximo interés. Has completado un círculo que demuestra el sentido de la vida. Tengo la moral muy alta.