lunes, 23 de junio de 2008
Creo en los milagros
Contamos millones de personas que mueren de hambre. Duele la enfermedad que siega la vida de niños y de niñas. Las noticias de carencias se extienden como la peste. Se repiten los asesinatos por un egoísmo atroz que repasa los intereses particulares. Cuatro quintas partes del mundo sufren por el hecho de estar en naciones menos evolucionadas. El panorama es desolador. Los desequilibrios avanzan: la mayor parte de la población se queda con peticiones no escritas, con necesidades no deseadas, no planteadas, no pensadas. Hay muchos ojos que se apagan cada mañana, que no llegan al fin de semana, que se rompen sin poder disfrutar de ciertos proyectos. No hay embajadores para los pobres. Eludimos mediante estrategias de anticipos. Vemos como una amenaza la situación de los últimos. No buscamos fórmulas de ayuda y para la igualdad. No aceptamos un cambio en las vidas que ya nacen muertas. Las mafias proliferan y padecemos la sanción que surge por la falta de solidaridad. No somos ágiles a la hora de introducir unos valores. Vamos a lo nuestro y estamos solos. No simpatizamos ni con nosotros mismos. Los portavoces de los "atrasados" aparecen sin peso y se hunden en el océano. Siempre estamos a punto de comenzar un plan que estructure actuaciones que obtengan mejoras en los otros. Al final no integramos las necesidades, que son muchas, a las ofertas, que son anécdotas y jamás categorías. Podríamos repartir lo que acabaremos dejando, pero no queremos. Nos cegamos con tanta desvinculación. No representamos a la Humanidad. Seguimos sin convicciones. Deberíamos obligarnos en esta coyuntura tan complicada y sin salida. El coste es demasiado alto. Podríamos consolidar muy mucho sin fuéramos capaces de invertir en el presente y en el futuro en una especial misión. Lo importante es el ser humano: debemos pensar en su bienestar, en su significado, y deberíamos dejar aparte todo lo superficial, todo lo material, que aquí se quedará. Aunque parezca que no, todavía creo en los “milagros”: puede que mañana hable de ellos.
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